Metamorfosis
Por Erbey Mendoza
Como un crítico mordaz tras la ofensa,
el marlín lleva la fina y honda estocada
en la punta de los labios.
Su salto hasta los aires es un clavado al revés.
A diferencia de su vecino morfológico,
el pez espada, el marlín lleva además
una vela en el dorso –orgullosa bandera
que ondea en las profundidades de altamar.
Azul velero submarino, el istiophorus
surgió de una esquirla del tridente de Poseidón.
Su acorazado perfil camuflable,
a más de cien kilómetros por hora,
le dio a Hemingway la llave del Nobel.
Es, con todo esto, una viva tragedia
pues constituye otra gema en el catálogo
de animales en peligro.
Nunca he visto uno.
Pero ayer, tras conocer por internet
a los narvales, mi pequeño hijo,
en plastilina naranja Vinci ablandada por el
verano,
pasó del unicorne mamífero glaciar
al momento en que el pez vela
curva su lomo en el aire
con la vela y la estocada en todo su esplendor:
―Mira papá, en qué se convirtió el narval.
Erbey Mendoza es profesor en la licenciatura de lengua inglesa y en la maestría de humanidades en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Es candidato a doctor en filosofía y estudios de la cultura por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha publicado los libros La expedición punitiva (traducción) y En torno de los días (poesía, en coautoría con Víctor Córdoba).
Erbey Mendoza es profesor en la licenciatura de lengua inglesa y en la maestría de humanidades en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Es candidato a doctor en filosofía y estudios de la cultura por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha publicado los libros La expedición punitiva (traducción) y En torno de los días (poesía, en coautoría con Víctor Córdoba).
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