domingo, 27 de marzo de 2022

Hombre azul. Lilvia Soto

 

Hombre azul

 

 

Por Lilvia Soto

 

 

Pronto se publicará mi libro de poemas y ensayos,

en inglés, sobre las invasiones estadounidenses en Irak y Afganistán.

Este es uno de sus poemas.

Lilvia Soto

 

 

Inspirado por el artículo de John F. Burns, 

Sacar a la luz los horrores de Irak en las fosas del desierto”.

The New York Times, 5 junio 2006.

 

 

Los antropólogos lo llaman hombre azul

por su camisa azul tinta 

y sus pantalones blancos rayados de azul, 

porque al encontrarse boca arriba

al fondo de una enmarañada fosa del desierto,

los brazos atados con cuerda,

el cuello descoyuntado,

el casquete color arena firme sobre el cráneo, 

los ojos vendados con tela raída,

la boca abierta en mueca de dolor,

 

el chasquido de la bala

sobrevuela,

el destello de la mosca azul

deslumbra,
la fragancia de azul-de-los-cielos Allium caeruleum

asciende,

y el dolor de la flauta cercenada de su cañaveral

susurra,

a través de las raídas nubes

al azul del cielo.

 

Lo llaman hombre azul

por su presencia,

azul como las tenues venas

en el inmóvil ojo de la tórtola.

 

Lo llaman hombre azul

por el hambre de ser

que hace eco

en el corazón del déspota.

 

 

Soon my new book of poems and essays, in English,

about the American invasions of Iraq and Afghanistan

will be published.

This is one of its poems.

 

 

Blue Man

 

 

By Lilvia Soto

 

 

Inspired by John F. Burns,

“Uncovering Iraq’s Horrors in Desert Graves.”

The New York Times, 5 June 2006. Web.

 

 

The anthropologists call him Blue Man

because of his ink blue shirt

and his blue-striped pants,

because as he lies tangled in a mass grave

his arms tied with rope,

his skull jerked upward at the neck,

his sand-colored cap firm on his skull,

his eyes blindfolded with frayed cloth, 

his mouth open wide with pain,

 

the crack of the bullet

hovers,

the shimmer of the blueflies

blinds, 

the scent of the starry Prussian scilla

rises,

and the sorrow of the flute cut from its reedbed

whispers

through threadbare clouds

to the azure sky.

 

They call him Blue Man

because of his presence,

blue like the fragile veins

in the stilled eye of the turtledove.

 

They call him Blue Man

because of the longing for being

that echoes

in the heart of the despot. 






Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.

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