Las frases y los apodos que solamente usted y yo
conocemos
Por Patricia Lozoya
Aquí me tiene entre sus brazos. Me erizo de pies a
cabeza mientras usted me besa despacito, de la nuca al tobillo. Va musitando frases
y apodos que solamente usted y yo conocemos. Su respiración vibra cada vez más
agitada, siento sus dedos que avanzan. El pulso y los latidos de ambos se van
acompasando al ritmo de mis movimientos dentro de su abrazo.
En mi aturdida forma de ser, voy pensando en lo que
de usted me enamora, hilvano un recuento de lo que sin saberlo me ha regalado.
Y en la lista de los aciertos de su corazón, voy puntualizando los que me
sostienen en este cielo que usted estrena para mí.
Puedo decirle que de usted me gusta su pasado, la
niñez protegida y sonriente en brazos de su padre, los pasos de su vida, las
palabras que aprendió a decir y cuyo timbre va tatuado para siempre en el
lóbulo de lo entrañable.
De usted también me gusta su presente, la firmeza
de la travesía y sus ojos que me vieron como de pasada y se devolvieron para
mirarme, los que se hacen chinitos al reír y cuya belleza también guarda una
lágrima fortuita. Los ojos que cierra despacito ante la inminencia de un beso.
Pero lo que más me gusta es lo que aún no existe
sino en los sueños que construimos: la casa de ventanas amplias y cocina
espaciosa para bailar mientras hacemos la cena; el patio con un sauce llorón y
debajo la mesita para tomar café mientras le recito mis últimas letras, usted
me cuenta las noticias del día y yo lo contemplo arrobada de admiración.
Y la alcoba, ¡oh la alcoba! con un ventanal hacia
el oriente, sin cortinas ni persianas, para que a diario nos encuentre amantes
el primer rayo de luz; y contar como patrimonio una a una las noches: las
frías, arropados en la frazada suave, tibia o enfebrecida de los abrazo; y las
cálidas, la piel tatuada por la oscuridad en puntos cardinales para la brújula
de nuestras yemas; ¿o qué le parece en desnudez? boca arriba, entrelazadas las
manos, flotando serenos como ahora, en las aguas mansas de la luna.
Martha Patricia Lozoya Nájera comenzó su carrera profesional muy joven en el área de servicios enfocados a lo contable. Durante la formación académica participó en eventos literarios, tanto de escritura como de oratoria y declamación. En 2015 participó en la antología poética Girasoles, sueños y palabras, que incluye a escritoras de diversas ciudades de la república mexicana. Ese mismo año se incorporó al staff de Clave ETR Comunicación en Libertad, equilibrio en movimiento, de Radio Universidad en Chihuahua, en el programa La voz del corazón. Tiene en prensa su libro Con remitente y destinatario, que saldrá a la luz en 2019.
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