Déjame verte desnuda, así, sin maquillaje, sin el personaje con el que llenas el mundo de ti
Por Sergio Torres
Déjame verte desnuda, así, sin maquillaje, sin el personaje con el que llenas el mundo de ti, de tus ideas, tus andares. Déjame verte como se ve a las flores, al cielo, al mar, con una curiosidad sin límites, con asombro, con reverencia. Déjame ver cómo va cambiando tu sonrisa con el tiempo, tú cabello de múltiples colores verlo emblanquecer poco a poco hasta convertirse en una cascada de nieve. Déjame compartir contigo el café, los amaneceres, la cama, la mesa, el café, el camino, el café, la fe en que la gente actúa de buena manera en todas las circunstancias, el café ¿sí te mencioné el café? Déjame dibujar mis sueños en tu piel, besos en tu boca, que al caer en tus labios son tus besos porque siempre fueron tuyos. Déjame soñarte despierto, mientras preparo el desayuno, meto ropa a la lavadora, me platicas tu última charla con tu madre, de cómo Melissa volvió con Juan o de qué bonitas plantas hay en el centro, que tenemos que ir a conseguir el obelisco de tal color que no tenemos. Déjame amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario