Bienvenidos
al caos. Apuntes biográficos y literarios del maestro Alberto Carlos
Por
Luis Nava Moreno
Por
invitación de Luis Iván Carlos Hernández voy a hablar de un suplemento cultural
que nació con el periódico Novedades de
Chihuahua hace más de cuarenta años. Periódico de vida efímera, y aún más
efímera la del suplemento. Es muy probable que muchos de quienes me escuchan no
tengan la más remota idea de lo que estoy mencionando, ha pasado demasiado
tiempo. Sin embargo, las dos terceras partes del libro que estamos presentando
las cubre la colaboración que durante la vida del suplemento escribió el
maestro Alberto Carlos: me refiero a su columna Al filo de la tijera, la
que comentaremos más delante.
Primero
hablaré un poco del suplemento Tragaluz.
La idea del suplemento fue de José Fuentes Mares, primer director del periódico
Novedades de Chihuahua. Él me invitó
a colaborar en la ampliación del suplemento del cual a la postre me hice cargo.
Su idea era muy clara: dotar al periódico de un suplemento cultural
chihuahuense y hecho por chihuahuenses.
Yo era
maestro de la hoy Facultad de Filosofía y Letras e invité a maestros y alumnos
a colaborar en el proyecto. Hubo una increíble respuesta y poco a poco se
integró un importante grupo de colaboradores muy talentosos. El grupo de
interesados en participar cada día fue más amplio y el suplemento fue tomando
importancia y personalidad. Muchos jóvenes escritores, artistas de la plástica,
fotógrafos, intelectuales y periodistas pusieron su empeño para madurar el
proyecto. Desgraciadamente el sueño solo duró un año y cuatro meses.
Pero
volvamos al principio: el suplemento nace como Tragaluz: aventuras y resonancias dominicales el 21 de diciembre de
1980. Lo que distinguirá al suplemento es que abría con un amplio reportaje
sobre lugares, poblados, personajes, actividades, geografía del estado de
Chihuahua. El primer reportaje fue Cusihuiriachi: en busca de un pueblo
fantasma, de mi autoría, con fotos de Remigio Córdoba. En aquel primer
número aún no publicaba el maestro Carlos.
En el
número dos del 28 de diciembre de 1980, aparece la primera colaboración del
maestro, y la llamó La semana de Beto,
cuyo propósito era hacer comentarios satíricos y cómicos en verso de las
noticias de la semana. Me permito ilustrarlos con un ejemplo, de los cinco que
tiene la columna:
La
nota: “En Irán no trataron lo de los rehenes por ser día de fiesta”.
El
texto de Alberto Carlos:
Los
rehenes, tristemente
ven que
el trámite iraní
se
retrasa por el puente,
si,
como aquí, es tan frecuente
se van
a quedar allí.
(Por
cierto en este mismo número publica Jesús Chávez Marín su primer artículo para Tragaluz: “Diez relatos de Cortázar”,
una interesante y pronta reseña del libro Queremos
tanto a Glenda, que se imprimió en México en agosto de 1980. Lo menciono
porque está aquí en seguida, en la mesa de presentación).
En el
número tres de Tragaluz del 4 de
enero de 1981 nace propiamente Al filo de la tijera, ilustrado el título
con una viñeta del maestro: una tijera abierta de la cual huyen despavoridos
una serie de personajes. El tema fue acerca de la Navidad, el Año Nuevo y la
cuesta de enero. Aquí ya está la columna como continuó definitivamente:
narración crítica, satírica, humorista de un tema. Elimina la versificación.
En el
número cuatro no aparece la columna, pero en el número cinco, de diciembre 18,
sí, ahora sin viñeta. Y así continuará hasta el último número de Tragaluz, el 71, cuyo tema fue Divorcios
S.A. El total sus columnas fueron 69.
Tragaluz publica su último número el 25 de
abril de 1982. El reportaje principal fue Génesis de la radio comercial en
Chihuahua, primera de dos partes… ya no salió la segunda.
Hablando
de reportajes, no quiero dejar de lado que el maestro también colaboró en este renglón.
En el número 22, del 17 de mayo de 1981, se publicó su reportaje sobre el ejido
Polvorillas, ubicado cerca de Ojinaga: Piedra
y fantasía en Polvorillas, texto y dibujos de Alberto Carlos. Un deleite de
lectura y de gozo visual con sus múltiples dibujos de las figuras que están en
la estructura de las rocas: focas, buitres, tortugas y variadas figuras
humanas.
Además
en el número 40, del 20 de septiembre de 1981, en el reportaje Majalca: La magia de la piedra y de los
nombres, que yo escribí, colaboró con tres excelentes dibujos de aquel
Parque Nacional: dos vistas del lugar conocido como Mil castillos y una del
Cañón de las hadas.
Cambiando
un poco de tema, pero aprovechando de todos modos el material del suplemento,
voy a otro reportaje principal: una entrevista que hizo el dramaturgo Manuel
Talavera Trejo al maestro Alberto Carlos el 9 de agosto de 1981 en el número
34. Diálogo con Alerto Carlos se llama la entrevista y quiero compartir lo
siguiente:
Dice
Talavera:
—Como
sabemos que es escritor y pintor, le pregunto a quién entrevistar primero.
El
maestro respondió:
—No me
considero literato, ¡Dios me libre! Ya con un trabajo es suficiente. Si tuviera
dos no podría cumplir con ninguno. Yo me tomo con seriedad la pintura, que es
mi oficio, y las vacaciones. Mi inclinación por las letras es solo pasatiempo.
Escribo ocurrencias, me gusta guardar imágenes como cuando se capta alguna
foto.
Al hablar
de su niñez dice:
—Cuando
alguien me preguntaba sobre qué desearía ser de grande, yo respondía: quiero
ser japonés. La desilusión vino cuando descubrí que para serlo hay que ser hijo
de japoneses, nacer en Japón.
Pregunta
Talavera:
—¿Esa
fue la causa de su inclinación a la literatura?
—Pues
sí. Y también el negocio.
—¿Cuál
negocio?
—Cuando
estaba en la primaria, como tenía facilidad para la rima, me divertía haciendo
versos en broma para mis amigos. A ellos les interesó y se corrió la voz. No
tardaron en encargarme versitos para las muchachas. Les hacía acrósticos para
la pretendida dama y ellos los presumían como propios; y yo cobraba mis
servicios. Aumentaron las solicitudes y, al darme cuenta de que no podía hacer
tantos comencé a repetirlos por pura ambición; entonces hubo reclamos y ahí
acabó el negocio.
Un
último trozo de aquella entrevista:
—Cuando
yo era chamaco cayó en mis manos un libro desvencijado, muy grueso, titulado Vidas
ejemplares (1944), su autor es Roman Rolland, contiene las biografías de
tres grandes hombres cuyas actividades eran diferentes pero tenían algo en
común: el arte. Estos eran Miguel Ángel, León Tolstoi y Beethoven, allí nació
mi inquietud artística. Todas las artes tienen un nexo entre sí: un solo tema
puede producir un poema o un cuadro, cada manifestación artística tiene su
propia forma de expresión. Yo escogí la pintura.
Hasta
aquí la entrevista. Ahora para concluir con la historia de Tragaluz, solo añadiré los siguientes datos:
Tragaluz nace el 21 de diciembre de 1980 por
iniciativa del escritor José Fuentes Mares, director del periódico Novedades de Chihuahua. Él se retiró del
periódico después del número 55, el 3 de enero de 1982, apenas cumplido el año.
A
partir de entonces, el 10 de enero de 1982 entra José Luis Sandoval. Él sugiere
cambiar el Tragaluz por un suplemento
orientado hacia las mujeres: recetas, comidas, modas, y así dura hasta el
número 67, del 28 de marzo de 1982. Lo suple en la dirección Luis Fuentes
Molinar, quién cierra el ciclo de Tragaluz
con el número 71 del 25 de abril de 1982, cuatro números después, porque, según
él, el suplemento no era costeable para el periódico.
Como un
regalo y una premonición quiero reproducir la columna de Alberto Carlos del 20
de diciembre de 1981 donde celebra el primer aniversario de nuestro suplemento Tragaluz aventuras y resonancias dominicales:
Al filo
de la tijera.
Por
Beto
Feliz
cumpleaños
Hace un
año que Tragaluz salió a la luz, lo
cual es casi una redundancia, cumplimos –dijo la mosca– un año de buscarle
fisonomía a nuestro estado, que es el más grandote de la república y tiene
mucho que expresársele, tanto desde el punto de vista geográfico, como desde el
punto de vista humano.
No es
por nada, pero Tragaluz ha hecho su
parte. Al hacerlo complementa a Novedades con una prenda propia y le da un
carácter creativo que ya quisieran otros periódicos. Generalmente se echa mano
de suplementos de esos que se venden al mayoreo y convierten a los diarios en
meros revendedores de lectura dominical. Si bien es cierto que esos suplementos
de tiradas millonarias dan una barnizadita de cultura general, también es
cierto que no cubren la necesidad imperiosa que tenemos de conocernos a
nosotros mismos.
Ya de
por sí, la mayor parte de las noticias nacionales e internacionales vienen de
agencias intermediarias al igual que los monitos, que también son de mercancía
trasnacional. En fin, es tanto lo que consumimos prefabricado que bien vale la
pena producir algo, practicar la creatividad y tener el placer de hacer lo
propio.
Como
negocio pues no, no lo es hasta ahora, pero podría serlo, o al menos
autofinanciarse, si se buscan anunciantes dispuestos a pichar una que otra
pelota a beneficio de Tragaluz, que
si funciona como medio de difusión regional. Como autorretrato, pues. Hasta la
fecha, ese autorretrato va construyéndose con los más genuinos rasgos de
nuestro hábitat.
Cumplir
un año no ha sido fácil, pero sí ha sido satisfactorio y provechoso. Hay que
soplarle a la velita del pastel para que se vea que sí soplamos. Que se apague
la vela pero que no se apague la luz de Tragaluz.
No le soplen para acá, el pastel está del otro lado. No nos vayan a dejar a
oscuras ahora que ya empezamos a agarrar la onda, ahora que ya comenzamos a
vislumbrar el camino por el que tenemos andar nosotros, nuestros hijos y los
hijos de nuestros hijos. A la Conchinchina a la mejor no vamos nunca ni de
turistas, en cambio aquí o la hacemos o no la hacemos. A pie, en burro o en
cuatro ruedas, pero hay que tratar de hacerla. Si no ahora ¿cuándo?
Feliz
cumpleaños, Tragaluz.
Domingo
20 de diciembre de 1981 (número 53).
Como
complemento, agrego aquí algunas teorías sobre el humor:
1. La
risa es un instinto agresivo que se dispara cuando observamos los errores,
deformidades, vicios, infortunios. Thomas Hobbs: reímos cuando nos sentimos
repentinamente superiores a otras personas o a un grupo social.
2. La
incongruencia propone que reímos al observar dos o más elementos opuestos o
incompatibles que han sido combinados o unidos de manera inadecuada.
Ejemplo:
Un reo
condenado está en capilla va a ser ejecutado al amanecer. Se le acerca el
director del penal y le dice:
—Ya
sabe el sentenciado que tiene derecho a pedir lo que quiera en esta última
noche de su vida. ¿Qué es lo que desea?
—Aprender
inglés, señor director.
(Fragmento
de la novela Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia).
3. La
catarsis. La risa produce a menudo una sensación catártica, como si se
liberaran tensiones acumuladas: el estrés, la agresión u otras emociones.
Crítica social. Freud: el Sexo y el humor.
4. El
juego. Los chistes son juegos de palabras o de conceptos.
5. La
risa siempre es de un grupo.
Muchas
gracias por su atención.
Carlos,
Alberto: Bienvenido al caos/ Alberto Carlos: apuntes autobiográficos y literarios.
Editorial UACH, México, 2021.
Septiembre
2021
Luis Nava Moreno estudió letras españolas en la Universidad Autónoma de Chihuahua e hizo una maestría en novela en la Universidad Veracruzana. En los años setentas fundó junto con Silvano Flores la revista literaria Metamorfosis, que aún se publica en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1980 fundó y dirigió Tragaluz, aventuras y resonancias dominicales. Ha ejercido los oficios de profesor, escritor, periodista, productor de videos; fue director de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Es autor del libro de poemas Tensión de lo finito. En 2017 la Editorial UACH publicó una magnífica segunda edición de este libro, bilingüe, corregida y aumentada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario