miércoles, 1 de septiembre de 2021

Lorena Sosa. El sueño de los brutos / Chávez y Cárdenas

 

El sueño de los brutos / Chávez y Cárdenas

 

 

Por Lorena Sosa

 

 

Que contenta me siento de estar en casa y más por la ocasión, presentar el libro de mi apá Chávez y de su amigo Rafael Cárdenas Aldrete. Muchas gracias por la confianza.

Pero Chávez, tengo primero que nada tres reclamos:

1.     No me lo dedicaste, ya ni porque me adoptase como hija espiritual.

2.     No hay un cuento en el que te hayas inspirado en mí.

3.     Cárdenas que celos siento de ti, este ejercicio creativo que ha culminado en el libro me hace sentir celosa del proceso, se nota que la pasaron muy bien.

Jajaja.

Dicho lo anterior ahora si voy a pasar a contarles un poco sobre El sueño de los brutos

Treinta y tres microcuentos, aunque algunos más extensos, que nos llevan de la mano de voces narrativas de los protagonistas o ese testigo de la ciudad, el flaneur norteño que muestra escenas cotidianas de la calle o bien un narrador omnisciente que se cuela en los espacios de las casas captando un instante.

Conforme iba leyendo el libro me recordaba a los entremeses españoles, esas puestas en escena cortas que escritas a manera de critica se envuelven de humor. Historias que guardan tragedia, momentos cómicos y también por momentos de cursilería, que se encuentran por ejemplo en las historias “Con el blues a todo lo que da” o “Ay, señor apache”.

Sin embargo lo que predomina definitivamente es el relieve del elemento bestial, animal en el que los personajes se van revelando o bien se refleja el humano. Ejemplos de ello son: “Donde termina el paisaje”, “Novillo”, “Escribano”, “Línea de producción”, “Jurásico era y es” o  “El gato viejo del vecindario intelectual” y “El zumbidito”. El despertar sexual, la explotación laboral, los defectos sociales, los que revelan nuestro lado animal.

Y en este sentido quiero enfatizar que, aunque varias veces me reí a lo largo de la lectura, al final un sabor agridulce me quedaba ¡Cuanta desdicha envuelta en un tono jocoso! Un estilo que parece fácil de escribir pero que pocas veces resulta ameno y verdaderamente espontaneo, porque a pesar de haber un trasfondo crudo en muchas de las historias, e incluso mostrarnos los resultados de la holgazanería, los vicios e infidelidades, no es un libro panfletario.

Al final me quedo con los personajes femeninos, que aunque son más secundarios tienen mayor agencia en sus vidas; a pesar de encontrarse con hombres rodeados de muchos defectos, logran tener mayor control de sus vidas y sus destinos. Vicentita es la heroína de todas las mujeres que se sienten burladas; Belén también muestra a una mujer que llena su casa de amor y esperanza. Y yo creo que ahí les viene lo de “brutos”: tantas buenas oportunidades con mujeres así como para salvarse de la desdicha y al final los personajes masculinos terminan embrutecidos por el alcohol y sus demonios.

Y ya para culminar hubo dos aspectos que más llamaron mi atención: la mezcla de lenguaje y referencias de dos épocas, la del rock de los setenta y la era actual de las tecnologías. Este es un buen libro que aplica el progreso y el desarrollo de dos escritores que han sabido amalgamar ambos contextos.

Y el segundo elemento es la musicalidad en los relatos, la música es el otro personaje silencioso, que se escurre y crea el tono narrativo. Una play list que acompañe este libro es imperante, nos la dejan a deber al final; ojalá que luego pudieran compartir en sus redes, sobre las canciones que acompañan a estos fabuladores personajes.

 






María Lorena Sosa Rodríguez estudió letras españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Ha publicado en la revista Once, de Hermosillo y en la antología literaria Las misiones del padre Kino. Durante algunos años escribió la columna Llavero en el periódico El universitario de la ciudad de Chihuahua. Es autora del libro María cabeza de empanada. Recientemente terminó una maestría en escritura creativa en La Universidad de Texas en El Paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario