El domingo en mi cerebro es
como el miércoles de ceniza
Por Sergio Torres
El domingo en mi cerebro es
como el miércoles de ceniza: después de una noche de carnaval intensa, llena de
luces, colores, sabores, risa, vino, queso y los ojos de Daniela, su sonrisa,
sus chinos, su voz... todo lo que queda es el peso del silencio, inquietante
por su intensidad, aterrador porque parece infinito. Entonces, intento hacer
algún mmm canturreando, pero la voz no sale, descubro que me duele la garganta
(la biodecodificadora diría que hay algo que no estoy diciendo, pero la señora
no sabe que yo cuento todo, como niño de kinder) y que la obscuridad
circundante me espanta.
El domingo es un día de
plomo. Para aligerarlo salgo al centro de la ciudad, como buen norteño de
Rancho Grande, a ver a la gente pasar frente a la mesa donde me siento a
escribir mientras bebo café. Aunque está lleno el local y la calle, estoy solo.
Nadie hay que me regale un abrazo o me mire como tú, con esa fe totalmente
infundada. Con amor.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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