Este niño que está aquí
Por Sergio Torres
Este niño que está aquí
aprendió a leer a los cuatro años, preguntando las letras a la tía Cande, a los
hermanos mayores, a la mamá, a quien estuviera cerca.
Con la inquietud y
curiosidad propias de la infancia, como por accidente y como de juego, aprendió
a ir a ensayar al Instituto con sus hermanos mayores. El profesor veía en ellos
talento para mantener el tiempo, sonar la nota precisa en el momento correcto.
Y los apoyó. Les dio más trabajo, clases de órgano, piano, lectura musical,
armonía.
Al paso de los años, decidió
que quería ser músico, se mudó a la ciudad de Chihuahua, 1415 metros más cerca
del cielo de lo que había vivido hasta entonces. Mientras estudiaba la
licenciatura, daba clases de música, corrió de un lado a otro, y también tocaba
en un bar, en un concierto, en un grupo para bailes, en alguna obra de teatro.
El 1 de febrero de 2003
ingresó a las filas de maestros de música al servicio de la federación a través
de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua y se mantiene activo en tres
jardines de niños.
Quienes lo conocen, saben
que esta labor es su vida, cantar, jugar, bailar con niños de preescolar
mientras, a través de la actividad musical, comparte nuevas palabras, historias,
valores, explora el mundo, despierta y mantiene la curiosidad por aprender, la
capacidad de dialogar.
Este niño, yo mismo, creía y
creo que la música es un vehículo para llegar a muchos lados, primordialmente a
la libertad de ser feliz, porque el mundo es mundo y la gente es gente. El
mundo ofrece y quita sin negociar; la gente, bien demostrado está, elige
opciones cómodas en contra de la justicia, el honor, el amor, la vida.
Este niño sabía, como lo sé
hoy, que hay personajes que pasan como una sombra en la historia de los demás,
amando profundamente, como Eponine a Marius en Los Miserables, sin obtener el
reconocimiento o el agradecimiento que merecen o creen merecer.
Líbreme Dios a mí, que soy
ateo, de pretender obtener más gloria que la satisfacción del deber cumplido,
la sonrisa de mis alumnos preescolares y la alegría de cantar y jugar juntos.
Sin embargo, me felicito por estos 22 años de servicio como maestro de música
para la niñez en la ciudad de Chihuahua.
Para hacer música juntos.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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