Un gorrioncito
Por Sigfrido Viguería Espinoza
Sali al patio de enfrente.
Un piar doloroso me aguardaba:
un gorrioncito pendía
de un hilo. El ultimo del nido.
Pensé en como salvaría al inocente.
Después de un tiempo lo puse en una jaula,
después de un rato le di a beber un poco de agua;
luego lo tome en mi mano y durmió dulcemente.
Sentí sus latidos, su respiración y su inocencia.
Sali unas horas y lo encontré moribundo.
Me veía agradecido, en su última levedad.
Yo impotente de no salvarlo
espere su final para enterrarlo.
Cargué su diminuto cuerpo.
Volvió a mirarme agradecido.
Yo triste de haber fracasado.
Sentí ese vínculo de alguien que se va, temprano,
y nos deja
Para un pequeño que intente salvar hoy domingo 4 mayo
2025.
Sigfrido Viguería Espinoza es licenciado en letras españolas por la UACH. Tiene estudios de maestría en educación y doctorado en pedagogía. Es profesor de literatura en el Colegio de Bachilleres y asesor académico en la Normal Superior de Nuevo Casas Grandes. Escribe una columna llamada Mito, Literatura y Realidad en El Diario de Juárez. Tiene publicaciones en la revista literaria Hambre, en el podcast El buen Cruel, diario digital de Agua Prieta. Ha publicado en semanarios y revistas literarias como Nosotros, Metamorfosis y Letra Nostra. Es promotor cultural y académico en Normal Superior José E. Medrano R, UACJ Nuevo Casas Grandes y UPN Nuevo Casas Grandes. Dedica su tiempo a la literatura, la discusión académica y el canto lírico. Publica constantemente ensayos y poemas en medios impresos y electrónicos. Tiene una columna semanal llamada Utrora en Estilo Mápula revista de literatura.
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