Arte de Covarrubias
Lección 57
Ejercicio de lectura y redacción.
Leer este poema de Jorge Luis Borges:
Arte poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esta Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es un cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
Tomar alguna o algunas líneas, verso o idea con el que te identifiques.
Con esa idea redactar un relato que sucede cuando la narradora, o el narrador, tiene 12 años de edad, en primera persona: yo esto, yo aquello.
El narrador o narradora, imaginándose en niño, niña, con lenguaje de esa edad.
La niña mete de personaje a su mamá o a su papá, uno de los dos. Lo más cercano a lo que sucedió en la realidad.
Que sea una historia feliz, que sea conectada con el tema o la idea de la línea que hayan elegido del poema.
Con final feliz, siendo conscientes de que redactar finales felices es mucho más difícil que redactar finales trágicos.
La idea es que el lector del texto que escriban alimente su corazón con imágenes de felicidad, serenidad, cariño, éxito.
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