Crear luz "en la parda escritura de los agujeros"(1)
Por Guadalupe Ángeles
Cosas que ya parecen de polvo, de
Ricardo Solís, tiene el aspecto de un poemario ‒publicado en 2024 por MamboRockEditorial /
Neotraba‒, pero es un portal hacia otras
realidades, a la vez telescopio y microscopio, para ver otra vez ‒ahora más claro‒
nociones en alguna parte de la vida apenas insinuadas en el entendimiento. Por
ejemplo: siempre pensé que el transporte público es un lugar altamente erótico;
en la página 44, que pertenece a la sección "es paz módica" del
libro, lo confirma, con la maestría de "una incómoda certeza".
Es también el apartado del
libro titulado "ventajas de la distorsión", la llave que nos
introduce en verdades ‒tal como la realidad
es‒ casi intolerables, eso es evidente en
esta estrofa:
Todo cuanto cruza
vuelve
como un cuchillo que sale de la carne:
transformado.
Encontramos poemas que son a la vez cuentos
de terror, mucho más inquietantes por lo que insinúan que por lo que nombran.
Pero ello obedece, simplemente, a que son fragmentos de existencia,
instantáneas que nos hablan del horror ‒indebidamente‒ cotidiano ante el que, parafraseando algunos
afortunados versos de este libro ‒que no
escasean, al contrario‒: "¿Cuántos
siglos de pisadas necesita el suelo del territorio nacional para borrar la
sangre?"
Parecería improbable que la ternura se
perciba cuando hablamos de la honda huella que la violencia ha venido
esparciendo en nuestro país desde hace ya no sabemos bien cuántos años, pero
Ricardo logra hacerlo en las últimas líneas del texto denominado
"Sepelio" (página 65). Y su poema "Amor cortés" no
pudiera ser más irónicamente bello, desgarrador, literalmente hablando.
Ya en la cuarta de forros, desde el otoño de
2024, Carlos Sánchez nos invita a dar lectura a este libro tan entrañable, del
sonorense Ricardo Solís, de manera puntual y ciertamente justa, haciendo
mención de la presencia del humor y la tragedia de baja intensidad ‒como también la otra, que destruye sin clemencia‒ dando forma a esos poemas que duelen y consuelan
al mismo tiempo, que dan cuenta de la crueldad del mundo, que no debe serlo
tanto, pues en él habitan poetas que, como Ricardo, son capaces de tomar esa
materia oscura y transformarla en gran poesía: sensible y sinuosa como una gran
sonrisa, entrañable como un golpe en la espalda cuando más se necesita.
1) verso del poema "Balística".
pero no hubo testigos
y la mancha de sangre requirió
tres días de pisadas
para borrarse"
(página 61)
Solís, Ricardo Solís: Cosas que ya parecen
de polvo. MamboRockEditorial / Neotraba, México, 2024.
Guadalupe Ángeles nació en Pachuca, Hidalgo. Fue directora de la revista Soberbia. Entre sus obras se encuentran Souvenirs (1993), Sobre objetos de madera (1994), Suite de la duda (1995), Devastación (2000), La elección de los fantasmas (2002), Las virtudes esenciales (2005) y Raptos (2009). Ha colaborado en Ágora, El Financiero, El Informador, El Occidental, La Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y Espéculo. Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación.
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