sábado, 26 de julio de 2025

Sombra que germina


 

Sombra que germina

 

Por Sergio Torres

 

Se puede ir por el mundo con el corazón roto. De ahí salen canciones, poemas, dibujos. De ahí sale el coraje para actuar en los demás terrenos, el profesional, el personal, el amoroso. Puedes ir por el mundo derramando un amor de pareja no correspondido, sublimarlo en actos. Puedes comprar el super para alguna familia sin recursos. Puedes atarle la cinta de los zapatos a tu hijo pequeño. Llevar a tu amigo a que le quiten los puntos de una cirugía reciente. Llamarle por teléfono a quien tenías en la memoria pero no en las acciones. Claro que puedes ir con el corazón roto y cantar canciones de amor y cantarle tu amor a la "ingrata, la que no me supo amar..." Porque estamos en el mundo de las posibilidades, aquí, mientras vivas todo es posible. El milagro de la vida, milagro del amor, milagro renovable. No permites que el miedo te venza, ni la flojera, ni la desidia. Amor que duela aunque no lastime, que ilumina y da calor. Así como la flor germina, el árbol crece, se extiende hacia la sombra y hacia la luz.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

El paisaje interior

 


El paisaje interior

 

Por Águeda Caballero

 

Los viajes son visiones al mundo, al paisaje. Detalles que estremecen nuestro interior. Ese pálpito puede sugerir, preocupar, ocupar, pero siempre conmueve. Crucé de nuevo al otro lado del mar y más allá. Hoy ando de vuelta con la serenidad y el sabor de que la distancia es relativa. Me separan millas y agua, nada más. Allá encontré a mi gente, sin necesidad de dar explicaciones, que me agotan dar. Volví por esas mismas aguas, volando, para seguir la ruta mis pensamientos por estos lares.

 


Águeda Caballero Almécija, Barcelona 1980. Escuela de Artes y Oficios de la Llotja en Barcelona. Escuela de artes y oficios en Murcia. Licenciatura y maestría en la Universidad Politécnica de Valencia. Actualmente profesora en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Pintora, orfebre y pensadora.

viernes, 25 de julio de 2025

Leo


 

Leo

 

Por Karly S. Aguirre


A Gabriela Servín Herrera


Leo
Fechas: 23 de julio - 22 de agosto
Elemento: Fuego
Planeta regente: El Sol
Piedra: Ojo de tigre
Día: Domingo

Etapa: La infancia tardía (de los 9 a los 12 años), cuando surge el yo consciente, el deseo de destacar y el impulso de crear.
Arcano: El Sol

Leo es el quinto signo del zodiaco y el segundo del elemento Fuego, pero el único regido por el Sol, centro de nuestro sistema y símbolo de identidad, voluntad y vitalidad. Si Aries enciende la chispa, Leo la convierte en llama danzante, brillante, orgullosa. Es el corazón del zodiaco, el pulso que late con fuerza para recordarnos quiénes somos y qué vinimos a expresar.

Su temporada es en pleno verano, cuando el sol brilla más alto en el cielo y refleja su esencia: luz, calidez, presencia. Leo es el soberano del fuego interior, el que no solo se atreve a brillar, sino que también inspira a otros a hacerlo. Su energía es magnética, generosa, apasionada. Tiene la capacidad de llenar una habitación con solo entrar, no porque lo busque, sino porque lo irradia.

Como signo fijo de Fuego, Leo encarna la perseverancia del deseo, la fidelidad del corazón, la necesidad de dejar huella. Le importa el reconocimiento, pero no por vanidad hueca, sino porque a través de ese espejo valida su entrega. Su orgullo no es arrogancia: es amor propio. Su dramatismo no es superficial: es intensidad vital. Leo vive desde el pecho, desde la emoción ardiente de sentirse vivo y hacer sentir a los demás.

Regido por el Sol, Leo posee un núcleo de oro: su identidad es fuente de energía, claridad, autenticidad. Tiene una confianza que nace del autoconocimiento y un impulso creativo que no puede contenerse. No hay nada más peligroso en un Leo que pasar desapercibido, ni nada más noble que cuando aprende a usar su brillo para iluminar a los otros.

Leo representa la etapa de la infancia en que el yo emerge con fuerza: los juegos teatrales, la necesidad de ser visto, admirado, aplaudido. Es la edad en la que aprendemos a crear desde la imaginación, a liderar juegos.

Aunque a veces se le acuse de egocéntrico, Leo tiene un corazón leal y noble. Cuando ama, lo hace con todo su ser: sin cálculos, sin filtros. Es quien te defiende con fiereza, quien celebra tus triunfos como propios, quien te recuerda lo valioso que eres cuando tú lo olvidas. Su amor puede ser exigente, pero también protector, alegre y desbordante.

Leo nos recuerda que la vida está hecha para ser celebrada, que la autenticidad es un acto de amor y que el brillo propio no apaga a los demás, sino que enciende.

 


Karla Ivonne Sánchez Aguirre estudió en el bachillerato de artes y humanidades Cedart David Alfaro Siqueiros, donde estuvo en el especifico de literatura. Actualmente estudia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH. Escribe relatos y crónicas en redes sociales.

Banana Split

 



Banana Split

 

Por Sergio Torres

 

Ojalá pudiera invitarte a estar conmigo, caminar por el centro y tomar un café, una cerveza. Comer una banana Split.

Saber que tienes música que te alegra, te inspira, te cambia el ritmo del corazón.

Me gustaría tomarte de la mano, abrazar tu cintura y bailar con la música que suena en los bares del centro, pasar de Jenny Rivera a Julión Álvarez o Alejandro Fernández o quién sea el que canta la canción de moda.

Caminar contigo mientras miramos las artesanías rarámuris o entramos al museo o vemos el atardecer desde el mirador del cerro Coronel.

Sentarnos en una banca del centro a ver las familias pasar, los enamorados, el sol detrás de unas nubes que amenazan lluvia.

Sería lindo, Claudia, sentir el aire de forma natural porque caminamos juntos.

Es el último domingo de junio. Sueño despierto con tus ojos y con tu sonrisa. Amo estar vivo. Solo que me gustaría que la soledad de mi alma no me consumiera tan rápido.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

jueves, 24 de julio de 2025

Aún recuerdo tu mirada en la desolación de esas horas

 


Aún recuerdo tu mirada en la desolación de esas horas

 

Por Raúl Romero

 

Aún recuerdo tu mirada

en la desolación de esas horas

aturdidas en las sombras que llegaban.

 

Desde el derruido paisaje

a lo lejos, un ave de carroña 

se confunde en los matices del polvo.

 

Un árbol se arrodilla 

preso de esa sed donde los cuerpos

se quiebran para siempre.

 

Aún recuerdo tu mano

acariciando de tu rostro

esas lágrimas en pena.

 

Al otro lado

mi lente de poeta

y ese instante en la tinta.

 

Nada fue igual desde entonces

solo mi fantasma lo sabe

y ese perfume tan nuestro donde

aún te llevo.

 

Raúl Romero

Julio 23 de 2020

Buenos Aires Argentina

 

 

Raúl Romero, poeta argentino. Estudió en M.M. de Guemes. Se graduó en 1984. Trabajó como Management en Hospital Borda.

El instante por el que vivo

 


El instante por el que vivo

 

Por Sergio Torres

 

No quiero

rogar tu amor

tu presencia

tu cariño.

 

No quiero

tolerar tu mal genio

tu egoísmo tan tuyo,

de ser solamente tú,

sin preocupación ulterior.

 

No quiero

perseguirte en sueños,

y en la realidad

no alcanzarte nunca.

 

Pero vivo para encontrarte

a través de los días

en medio del monstruo,

la bestia, la belleza,

la apariencia.

 

Encontrarte

en medio de cada locura tuya

que hago mía

provocación para mi alma

que es un instante feliz.

Ese instante por el que vivo

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

miércoles, 23 de julio de 2025

Árbol

 


Árbol

 

Por Sergio Torres

 

Un árbol se enraiza, conforme va creciendo se ancla más profundo, más a lo ancho; crece en todas direcciones. Toma aire, agua, luz y los transforma en sí mismo. Es su naturaleza crecer, expandirse, fructificar. Regala frescura, belleza, sombra. Es todo expresión de vida.

A mí me tocó ser hombre en esta encarnación. Hombre en un mundo de hombres. De niño me tocó ser regañado por llorar, que la abuela me dijera que no fuera tameme, que cogiera valor y asumiera mi hombría. Me tocó correr de otros hombres que les decían de cosas a mis hermanas mayores, mientras pasábamos a su lado. Sigo sin entender cómo decir obscenidades a una mujer desconocida logra que el perpetrador se sienta bien.

Me tocó ser hombre en un mundo que cambia velozmente. Viví en un ejido en el que no había luz eléctrica ni agua corriente. Calles de terracería. Me tocó ir al monte a recoger leña para la hornilla, bañarme en canales de riego, caminar kilómetros de la carretera a la casa porque el camión no entraba al poblado.

Quise ser parte del grupo de amigos que iban en bicicleta de paseo, los que se juntaban para ir a la recién abierta pizzería de la ciudad, los que se juntaban a hacer tareas, los que iban al cine. Pero no.

Mi cerebro mira de manera distinta. Mis interacciones con la gente son singulares. Soy raro para los demas. Está bien. Uno alcanza a notar que es único, así como únicos somos todos.

He aprendido mal a convivir con los demás. Me sigue desesperando que acordar un lugar, día y hora, no cuenten como compromiso. Sigo ignorando cómo es que las personas que parece que se aman se odian y viceversa. Pero este es el mundo en el que vivo.

Por mi parte, amo profundamente y lo expreso a diario a quienes me importa que recuerden que aquí tienen este amor para acompañarles en la vida. Como el árbol, que solo se ocupa de ser árbol, no tengo interés más que en ser más humano y poder interactuar con los otros pasajeros de esta nave orgánica que surca el universo.

El amor no tiene límites. El amor es infinito. Cada uno de nosotros puede expresar amor incondicional de manera permanente. Uno es el amor.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.