Leo
Por Karly S. Aguirre
A
Gabriela Servín Herrera
Leo
Fechas: 23 de julio - 22 de agosto
Elemento: Fuego
Planeta regente: El Sol
Piedra: Ojo de tigre
Día: Domingo
Etapa: La infancia
tardía (de los 9 a los 12 años), cuando surge el yo consciente, el deseo de
destacar y el impulso de crear.
Arcano: El Sol
Leo es el quinto
signo del zodiaco y el segundo del elemento Fuego, pero el único regido por el
Sol, centro de nuestro sistema y símbolo de identidad, voluntad y vitalidad. Si
Aries enciende la chispa, Leo la convierte en llama danzante, brillante,
orgullosa. Es el corazón del zodiaco, el pulso que late con fuerza para
recordarnos quiénes somos y qué vinimos a expresar.
Su temporada es en
pleno verano, cuando el sol brilla más alto en el cielo y refleja su esencia:
luz, calidez, presencia. Leo es el soberano del fuego interior, el que no solo
se atreve a brillar, sino que también inspira a otros a hacerlo. Su energía es
magnética, generosa, apasionada. Tiene la capacidad de llenar una habitación
con solo entrar, no porque lo busque, sino porque lo irradia.
Como signo fijo de Fuego,
Leo encarna la perseverancia del deseo, la fidelidad del corazón, la necesidad
de dejar huella. Le importa el reconocimiento, pero no por vanidad hueca, sino
porque a través de ese espejo valida su entrega. Su orgullo no es arrogancia:
es amor propio. Su dramatismo no es superficial: es intensidad vital. Leo vive
desde el pecho, desde la emoción ardiente de sentirse vivo y hacer sentir a los
demás.
Regido por el Sol,
Leo posee un núcleo de oro: su identidad es fuente de energía, claridad,
autenticidad. Tiene una confianza que nace del autoconocimiento y un impulso
creativo que no puede contenerse. No hay nada más peligroso en un Leo que pasar
desapercibido, ni nada más noble que cuando aprende a usar su brillo para
iluminar a los otros.
Leo representa la
etapa de la infancia en que el yo emerge con fuerza: los juegos teatrales, la
necesidad de ser visto, admirado, aplaudido. Es la edad en la que aprendemos a
crear desde la imaginación, a liderar juegos.
Aunque a veces se le
acuse de egocéntrico, Leo tiene un corazón leal y noble. Cuando ama, lo hace
con todo su ser: sin cálculos, sin filtros. Es quien te defiende con fiereza,
quien celebra tus triunfos como propios, quien te recuerda lo valioso que eres
cuando tú lo olvidas. Su amor puede ser exigente, pero también protector,
alegre y desbordante.
Leo nos recuerda que
la vida está hecha para ser celebrada, que la autenticidad es un acto de amor y
que el brillo propio no apaga a los demás, sino que enciende.
Karla Ivonne Sánchez Aguirre estudió en el
bachillerato de artes y humanidades Cedart David Alfaro Siqueiros, donde estuvo
en el especifico de literatura. Actualmente estudia en la Facultad de Filosofía
y Letras de la UACH. Escribe relatos y crónicas en redes sociales.