miércoles, 21 de mayo de 2025

Peluquería

 


Peluquería

 

Por Sergio Torres

 

Éramos muchos. Nacho, mi papá, nos llevaba a todos los hombres de la familia a cortar el pelo con Nacho, un peluquero atrás de la casa de Ma'Nati (Mamá Natividad, madre de don Nacho y mi respectiva abuela, a quien nunca le dije abuela sino Ma'Nati).

El caso es que ahí iba el hombre con sus varones: Nacho, Julio, Yo, Francisco y Javier. Daniel aún era bebé, muy pequeño para estas andanzas de cuando aún visitábamos a Ma'Nati. Llegábamos, le hacían el pelo a mi jefe, dejaba pagado y bajaba por el callejón a casa de su mamá mientras nosotros esperábamos nuestro turno. Al terminar, salíamos a la calle con dos kilos menos de cabello y la sensación trémula de la máquina de corte.

A veces, pasábamos frente a la casa del tío Tom, quien tenía un estanquillo que no era más que una ventana acondicionada para abrirse hacia adentro y dar acceso a un mostrador lleno de dulces de los de antes, caramelos macizos, chiclosos, gomitas, cocadas, muelas, chicotes, ponteduros.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

martes, 20 de mayo de 2025

Géminis

 


Géminis

 

Por Karly S. Aguirre

 

A Javier Chávez Bejarano

 

Fecha: 21 de mayo - 20 de junio
Elemento: Aire
Planeta regente: Mercurio
Piedra: Ágata
Día: Miércoles, (por su regente Mercurio)
Etapa: La infancia temprana (de los 3 a los 6 años), cuando surge la curiosidad, el lenguaje y la necesidad de socializar.
Arcano: Los Enamorados

Géminis es el tercer signo del zodiaco, y el primero de modalidad mutable, lo que lo convierte en el gran comunicador y conector del ciclo zodiacal. Si Aries prende la chispa y Tauro la estabiliza, Géminis la hace moverse, circular y multiplicarse. Su temporada se da a finales de la primavera, cuando el mundo está lleno de movimiento, color y sonidos nuevos, reflejando el alma geminiana: ligera, versátil e inquieta.

Como signo de aire, Géminis habita el reino de las ideas, las palabras y los vínculos. Está en constante búsqueda de información, contacto, estímulo y novedad. Es el zodiaco en su versión más juvenil, traviesa y cambiante, con una mente ágil que salta de un tema a otro con facilidad y una necesidad vital de expresarse, aprender y compartir.

Regido por Mercurio, el planeta de la comunicación, el pensamiento y los viajes cortos, Géminis tiene una habilidad nata para conversar, contar historias, escribir, observar detalles y conectar puntos que otros no ven. Puede ser tanto el estudiante como el maestro, el periodista, el narrador o el bromista. Su talento para ver los dos lados de una situación le da una gran flexibilidad mental, aunque también puede llevarlo a la indecisión o a la dispersión.

Géminis representa la infancia de los 3 a los 6 años, cuando los niños comienzan a hablar sin parar, a hacer preguntas sobre todo y a jugar con los demás. Es la etapa del pensamiento mágico, del juego simbólico, de los amigos imaginarios y del deseo de entender el mundo a través del lenguaje. Géminis quiere saber, comunicar, jugar y, sobre todo, descubrir.

Aunque a veces se le acuse de superficial, lo cierto es que Géminis tiene una capacidad inmensa para adaptarse, conectar y ver la vida desde múltiples perspectivas. Es ese amigo que siempre tiene una historia interesante, una idea fresca o una frase ingeniosa. Su manera de demostrar cariño es estando presente con su palabra, con su risa, con su atención. Puede mandarte memes, hacerte preguntas inesperadas o invitarte a una aventura espontánea: todo con tal de compartir el momento.

Géminis nos recuerda que la vida es un juego de descubrimiento constante, y que hablar, preguntar, reír y aprender son formas sagradas de estar vivos.

Los Géminis no se quedan ni diez minutos en un lugar o situación que les parece aburrido. Si te metes con un Géminis, su forma de destruirte será por medio de la palabra.

 


Karla Ivonne Sánchez Aguirre estudió en el bachillerato de artes y humanidades Cedart David Alfaro Siqueiros, donde estuvo en el especifico de literatura. Actualmente estudia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH. Escribe relatos y crónicas en redes sociales.

En el silencio

 


En el silencio

 

Por Sergio Torres

 

En el silencio de la madrugada abro los ojos y entra el día. Detrás de las montañas se perfilan en la sierra de Navachiste, el oleaje tranquilo interfiere con el ruido de mis pensamientos. Me concentro en escuchar las olas golpeteando la playa, el rumor de la brisa, el graznido ocasional de alguna ave que surca el aire.

Dejo de mí y de mis pensamientos una cantidad de hojas llenas de letras en las que vacío mi mente abrumada por las contradicciones diarias. Entre el quiero y el no quiero, entre el verde y el rojo, entre no te vayas y ven.

A estas alturas no sé de dónde sacamos la idea de que estar más viejo es estar a una mayor altura ¿la senectud nos acerca a otros estadios del espíritu que mi carencia de fe me impide ver? No sé y no importa. Al final el olvido llega.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

domingo, 18 de mayo de 2025

Crear luz "en la parda escritura de los agujeros"

 


Crear luz "en la parda escritura de los agujeros"(1)


Por Guadalupe Ángeles


Cosas que ya parecen de polvo, de Ricardo Solís, tiene el aspecto de un poemario publicado en 2024 por MamboRockEditorial / Neotraba‒, pero es un portal hacia otras realidades, a la vez telescopio y microscopio, para ver otra vez ahora más claro nociones en alguna parte de la vida apenas insinuadas en el entendimiento. Por ejemplo: siempre pensé que el transporte público es un lugar altamente erótico; en la página 44, que pertenece a la sección "es paz módica" del libro, lo confirma, con la maestría de "una incómoda certeza".

Es también el apartado del libro titulado "ventajas de la distorsión", la llave que nos introduce en verdades tal como la realidad es casi intolerables, eso es evidente en esta estrofa:

 

Todo cuanto cruza

vuelve

como un cuchillo que sale de la carne:

transformado.

 

Encontramos poemas que son a la vez cuentos de terror, mucho más inquietantes por lo que insinúan que por lo que nombran. Pero ello obedece, simplemente, a que son fragmentos de existencia, instantáneas que nos hablan del horror indebidamente cotidiano ante el que, parafraseando algunos afortunados versos de este libro que no escasean, al contrario: "¿Cuántos siglos de pisadas necesita el suelo del territorio nacional para borrar la sangre?"

Parecería improbable que la ternura se perciba cuando hablamos de la honda huella que la violencia ha venido esparciendo en nuestro país desde hace ya no sabemos bien cuántos años, pero Ricardo logra hacerlo en las últimas líneas del texto denominado "Sepelio" (página 65).  Y su poema "Amor cortés" no pudiera ser más irónicamente bello, desgarrador, literalmente hablando.

Ya en la cuarta de forros, desde el otoño de 2024, Carlos Sánchez nos invita a dar lectura a este libro tan entrañable, del sonorense Ricardo Solís, de manera puntual y ciertamente justa, haciendo mención de la presencia del humor y la tragedia de baja intensidad como también la otra, que destruye sin clemencia dando forma a esos poemas que duelen y consuelan al mismo tiempo, que dan cuenta de la crueldad del mundo, que no debe serlo tanto, pues en él habitan poetas que, como Ricardo, son capaces de tomar esa materia oscura y transformarla en gran poesía: sensible y sinuosa como una gran sonrisa, entrañable como un golpe en la espalda cuando más se necesita.

 

1) verso del poema "Balística".

pero no hubo testigos

y la mancha de sangre requirió

tres días de pisadas

para borrarse"

(página 61)  


Solís, Ricardo Solís: Cosas que ya parecen de polvo. MamboRockEditorial / Neotraba, México, 2024.

 


Guadalupe Ángeles nació en Pachuca, Hidalgo. Fue directora de la revista Soberbia. Entre sus obras se encuentran Souvenirs (1993), Sobre objetos de madera (1994), Suite de la duda (1995), Devastación (2000), La elección de los fantasmas (2002), Las virtudes esenciales (2005) y Raptos (2009). Ha colaborado en ÁgoraEl FinancieroEl InformadorEl OccidentalLa Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y EspéculoPremio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación.

Mi vida con Jorge, episodio 3


 

Mi vida con Jorge, episodio 3

 

Por Sergio Torres

 

La mañana siguiente, aunque clara y brillante, no había despejado duda alguna. Me había sembrado una curiosidad que debía ser satisfecha de alguna forma.

Intenté llamar a César mi hermano para saber más de esta mujer que había preguntado, no por mí sino por Jorge. En los primeros tres intentos no contestó la llamada, sus ocupaciones son algo densas, como las mías que, absorbiéndome, me hicieron olvidar el tema. Hasta que entró la llamada de César.

¿Me llamaste?

―Sí.

Dime.

Me escucho con un tercio de su atención mientras manejaba, llegaba a la tienda por leche, ponía gasolina y entraba a su casa, le gritaba al hijo mayor que guardara la leche en el refrigerador, uno aprende a reconocer los sonidos cotidianos, y, tras ponerlo al tanto de la carta, me dijo:

―Sí, recuerdo una señora, más o menos de tu edad, cabello largo, ondulado, entrecano, ojos expresivos. Pero no preguntó por Jorge, sino por ti.

¿De veras?

―Sí. Te dejo porque aún tengo cosas por hacer.

Y sin esperar la despedida continuó:

¡Cesar Adrian! ¿Cuántas veces tengo que pedirte que guardes la leche? ¡Aún sigue sobre la mesa!

En el teléfono se oyó.

¡Ay, mi'apá! de mi sobrino, y el tono de desconexión.

Así que alguien como de mi edad había preguntado por mí, no por Jorge, en días o semanas o años, con mi hermano nunca se sabe porque su sentido del tiempo es, digamos, alternativo.

Esto sembró más dudas que respuestas. Ciertamente no he tenido una vida ascética, pero el recuento de convivencias afectivas nones tan grande como para olvidar un día entre los días, un nombre entre los 723 posibles nombres de amores y amigas cuyos ojos se han fijado en mí.

Habrá que ver.

A estas alturas de mi vida, a punto de concluir un siglo azteca, soy más una colección de ayeres que una prospección de mañanas.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

sábado, 17 de mayo de 2025

Mi vida con Jorge, episodio 2

 


Mi vida con Jorge, episodio 2

 

Por Sergio Torres

 

Al final de la carta, mal garabateado estaba el nombre: Marisela.

¿Quién era, de dónde era, qué hacía, cómo había conseguido mi domicilio? Ni idea. La carta estaba ahí, bajo la luz menguante de la tarde, en la mesa de la cocina, donde la harina, el huevo, la mantequilla, la leche y el calor se convierten en crepas que mis hijos, cuando vienen de visita, disfrutan con miel o fruta.

Jorge y Marisela, un amor de no sé cuándo y de qué ciudad. ¿Cómo podría saber?, ¿cómo llegó esa carta? Mejor dicho ¿por qué llegó aquí?

¿Quiénes son estos dos nombres? ¿Será posible rastrearlos? Espero que sí. Ya averiguaré quién es este Jorge.

Hoy no, ya es tarde.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

viernes, 16 de mayo de 2025

Todas las voces

 

Foto Pedro Chacón

Todas las voces

 

Por Guadalupe Ángeles

 

I

Vengo en pares, me verás danzar ligera con mis cuatro piernas y brazos. ¿Puedes sonreírme? No salgo de las paredes, pero te cuento en perfecta dicción la historia más dulce que no has de entender porque no hablas mi lengua. 

Pero somos hermanos en la música ¿lo sientes? no te soltaré de ninguna de mis manos. Me sonríes porque sabes que no te mentiría. No sé quién eres y no importa. Lo malo es nuestro destino: nos miraremos solo tres minutos. No más. Mi sonrisa, la tuya, dicen: Vive una buena vida.

 

II

Vamos a poner la razón en esto. No te diré qué hacer. No jugaré a ser Dios. Tú, con esa mirada tuya harás la expedición hacia lo profundo de ti. Probablemente tendrás miedo, pero, te lo aseguro, es irracional. Esta máquina sin poleas ni necesidad de ser aceitada que eres sabe hacer su trabajo. Solo debes permitírselo. Encontrarás figuras diversas, pero no será ahora que empieces a sentir miedo. Estás formado de coraje. Vamos a conocer tus límites. Bajo el sol o a plena oscuridad. Tú decides dónde. Tómate de la mano. Enséñate a crecer. Tienes la suficiente voluntad y el valor para hacerlo. Procede entonces. No jugaré a ser Dios.

 

III

Ser. Porque se ha nacido. Es aprender a amar y a odiar a partes iguales. Es reconocerse espejo y saberse bumerang. Enaltecerse siempre, como tarea fundamental, porque desde el momento primero en que somos paridos ambicionamos el mundo, no lo conocemos, pero queremos estar ahí (¿instinto de conservación?) ver paisajes, ya aprenderemos a tomarlos o dejarlos, siempre, a ser acariciados por mares, experimentar así esa oceánica sensación de saberse dual, atados con espinas o con diáfana seda al corazón de quienes nos dieron cuerpo, habitarse y ser habitado al mismo tiempo, ¿los padres como fantasmas?

Movimiento oscilante, marea inacabable, luz de mediodía y canción de tormenta. Toda la sal del mar en nuestras lágrimas, todo ese canto del bosque que al atardecer aterra; semilla y flor, somos eso y tanto más, por ello, en el momento de la ira, es vital saber virar hacia el abrazo, porque ser dos es tan importante como irse hacia la propia vida, esa que nos fue dada o dimos solo porque la vida quiso. Aprender a estar en el mundo en lucha inacabable y firmando siempre la paz, siempre más grande que este esplendoroso animal de pelaje hirsuto, de bellísima mirada, bestia incalculable hecha de amor, de oscuros secretos, de luz solar.

 

IV

Con la rebuscada honestidad de quien ha sido encontrado en falta; así, con el esmirriado traje de quien resultó muy malo para mentir, estoy aquí obligándome a la lectura (¿de las líneas de mi propia mano?) hablando de odios ajenos como quien se prueba el uniforme de un ejército al que no desea pertenecer, multiplicado en cientos de cobardes quienes al mismo tiempo que cantan tristes canciones de amor, alzan la voz para emitir himnos guerreros sin sarcasmo, en búsqueda tenaz de un significado, de un símbolo, de un simple pretexto, porque saberse animal hecho para la nada cuesta, de ahí la inmensa necesidad de vestir uniformes, y porque ir desnudo no va con la moda desde hace mucho tiempo.

 


Guadalupe Ángeles nació en Pachuca, Hidalgo. Fue directora de la revista Soberbia. Entre sus obras se encuentran Souvenirs (1993), Sobre objetos de madera (1994), Suite de la duda (1995), Devastación (2000), La elección de los fantasmas (2002), Las virtudes esenciales (2005) y Raptos (2009). Ha colaborado en ÁgoraEl FinancieroEl InformadorEl OccidentalLa Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y EspéculoPremio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación.