domingo, 31 de octubre de 2021

Estarás en el aire en el agua en el sol. Alma Rosa Estrada

 

Foto Pedro Chacón

el poema del domingo

Estarás en el aire en el agua en el sol

 

 

Por Alma Rosa Estrada

 

 

Morarás algún día en la cumbre añorada y majestuosa de la montaña azul.

Respirarás el aire puro de la verdad.

Mirarás el fuego y a la luz.

 

Ese día palparás la realidad buscada.

Estarás en el aire, en el agua y en el sol.

Preparada, por fin, para integrarte en el mar infinito del cosmos.

 

Las pupilas del ciervo sonreirán en las tuyas. El tímido conejo dormirá junto a ti.

Y en el hueco de amor de tus manos

posará su cabeza el reptil.

 

Ya no te importará quién es malo quién es bueno.

Solo te sentirás tú misma en cada ser.

Ese día, finalmente, te amarás de verdad.

Te amarás plenamente con amor sobrehumano más allá del perdón.

 

Obtendrás la respuesta a la inmensa pregunta que tenaz te rondó

porque habrás trascendido estas normas ajenas

de miseria y de miedo, de mentira e ilusión,

de deber y de muerte, soledad y dolor.

Tu esencia terrena se diluirá en la otra,

absoluta, intangible, eterna, espiritual.

 

Todo será contigo la gran realización, la comprensión perfecta,

la inacabable paz.

Los que en vida fueron tu entrañable amor, la hermandad infinita de la Divinidad.

 

Y ese día no habrá ya nada ni nadie que te pueda herir.

¡Y no estarás sola nunca más!

 






Alma Rosa Estrada Comadurán (1929 – 2000) nació en Guerrero, Chihuahua, y vivió gran parte de su vida en Ciudad Cuauhtémoc. Estudió curso comercial en el Instituto América de la ciudad de Chihuahua. En 1993 la UACH publicó su primer libro de poemas titulado Una mujer. En el año 2000 se publicó su segundo libro, llamado Tan cerca de la vida. En 2018 se publicó el tercero: Una mujer tan cerca de la vida. En Cuauhtémoc durante algún tiempo escribió y publicó crónicas periodísticas en el semanario La voz de Cuauhtémoc. También fue una magnífica violinista y compositora de canciones. El Premio de Poesía del Festival de las Tres Culturas lleva su nombre.

viernes, 29 de octubre de 2021

Son pertinentes altares de amigos para que vivan. Josías Vargas

 

Foto Pedro Chacón

haikús/ Josías

Son pertinentes altares de amigos para que vivan

 

 

Por Josías Vargas

 

 

 

 

para Manolín Gómez Salas (Pechus)

 

Hecho un arco 

eyaculó su alma,

ya sin timidez.

   

(1999-2000)

 

 

 

 

para Esquivel, el Penco, el Leslie y el Errrresnesto Franco

 

En aquel vocho

yo entre cuatro muertos,

tras del peyote.

   

(1999-2000)

 

 

 

 

En la´margosa

los cinco alebrijes 

en un volkswagen.

   

(1999-2000)

 

 

 

 

al Chato y a Remigio.

 

En la bombera,

al alba tras mi troca

con dos difuntos.

   

(1999-2000)

 

 

 

 

a Remigio Córdova.

 

En agua turbia 

la joven, la niña, él:

postreras nupcias.

   

(1999-2000)

 






Josías Vargas escribió la pieza teatral Algunas cosas están colgadas. La estrenó en 1971 en el Paraninfo Universitario, donde fue director, actor y autor. En 2008 y 2009 produjo el programa de radio Los umbrales del paraíso, donde él mismo era el conductor, en el 1040 AM de la Cadena Radiorama, 70 emisiones de una hora. En 2008 compiló para el Gobierno del Estado, el Ichicult y el Congreso de Chihuahua una exposición póstuma de Francisco Reyes Acosta en la Torre Legislativa. En 2018 publicó su libro México siempre riel, México en el imaginario poético de Bob Dylan. Actualmente publica ensayos en el suplemento TragaLuz de El Heraldo de Chihuahua.

Toda semejanza con la realidad… Guadalupe Ángeles

 

Toda semejanza con la realidad…

 

 

Por Guadalupe Ángeles

 

 

El sino de Lestrigón, de Ney Antonio Salinas, cumple la vieja promesa de la literatura: hacernos vivir múltiples vidas, ya que en esta novela autodenominada negrael antihéroe padece diversos destinos que cambian de tonalidades cada capítulo como a golpe de caleidoscopio, pero todos ellos lo alejan de una vida común y cumplen la función de crear un fresco donde brillan los colores de la realidad más infame con destellos de una felicidad siempre imposible, inalcanzable.

Acompañamos a este personaje sin nombre verdadero (como si no fuera cierto que todo en literatura es a su modo verdadero) en su travesía vital impregnada por el enrarecido aire de la desgracia, y aunque ha sido arrastrado a separarse de sí mismo por hechos cuya huella más definitiva es lo más oscuro de la condición humana, ello no impide que podamos contemplar (en una escena de las más logradas en esta obra) su piedad infinita ante la crueldad humana dando la libertad a un pobre caballo cuya andadura se asemeja mucho a la de él mismo.

Las múltiples anécdotas me llevaron a otros años en mi vida y entraron de alguna manera en mi sueño tras la relectura de esta obra magnífica de hechura férrea, nada simple, pero accesible en su lectura, bien dicen que en la escritura lo más difícil de redactar es lo que le resulta al lector lo más diáfano.

Para nada novela moral, eso no le conviene a la novela negra, y en esta, he de decirlo, el dibujo exacto de este antihéroe (doloroso de principio a fin, que recibe la visita nocturna de mares oscuros y sueños de crímenes) constituye esa virtud que permite a quienes nos internamos entre sus páginas advertir el oficio de su creador, quien no teme utilizar el lenguaje coloquial para dar verosimilitud a sus personajes y de esta forma imprimir el dinamismo necesario a su narración para que nunca decaiga el interés del lector.

Celebro a Valkiria Eos Editorial por la elección de esta novela para formar parte de su acervo.

Tras su lectura, queda la sensación de haber compartido con su autor tardes interminables de café y tabaco en las que solo se escucha el correr de la pluma por el papel, o el ruido característico de dedos ágiles sobre el teclado.


Salinas, Ney Antonio: Sino de Lestrigón. Valkiria Eos Editorial, México, 2021.

 






Nació en Pachuca, Hidalgo fue directora de la revista Soberbia. Ha colaborado en ÁgoraEl FinancieroEl InformadorEl OccidentalLa Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y EspéculoPremio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación.

jueves, 28 de octubre de 2021

Velar. Guadalupe Ángeles

Velar

 

 

Por Guadalupe Ángeles

 

 

Tímidas o tumultuosas son dibujadas sin fin preciso.

Es la voluntad quien las convoca

sin un cierto “para qué”

 

La finalidad no es el fuerte de la mano que dibuja palabras

como si cada letra fuera un paisaje carente de significado.

 

Así, velar de albas inconclusas el blanco de hojas,

no de árboles de otoño dispersas,

sino de hojas destinadas a ser aviones de papel

o caja de pandora cuya llave son poemas.

 

Velar al alba esa blancura sin porque

como quien vela la muerte

de conceptos antes dulcemente acariciados.

 

Así, toda pregunta queda inserta en el silencio

toda pregunta es como un clavel jamás visto

en el ojal de un saco azul cielo

porque todo cielo es así:

indestructible

incomparable

insensatamente otro

siempre.

 

Velar entonces

como si en ello inaugurásemos un vuelo

velar como volar

borrar como ensimismar

dibujar para ocultar

respirar para fingir

que el rostro es esto y siempre ha sido así:

inescrutable

imperturbable

intensamente fuera de sí

como aquellos animales inciertos

echados así, incongruentes

como pastos verdes

devorados a mediodía

como belfos de corderos que habitan viejas películas imaginadas

insertados en recuerdos no vividos.

 

Palabras como peces verdes

Sílabas como silencios interrumpidos.

Hacer con todos ellos una manta para cubrirse

Un avión para no estar

Un viaje iniciático hacia el otro

que duerme tranquilo bajo el pulmón izquierdo

delirante

profundamente introspectivo

silente, viaje sideral,

viaje que se come a sí mismo

como este silencio

que late y siembra otros silencios

sin cesar

sin consuelo

sin remedio

ser el viaje y la inmovilidad:

Serse

Porque sí.

  






Nació en Pachuca, Hidalgo fue directora de la revista Soberbia. Ha colaborado en ÁgoraEl FinancieroEl InformadorEl OccidentalLa Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y EspéculoPremio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación.