Por Alejandra
Hernández
Comienza el día y
tu recuerdo bulle,
tu nombre navega
en mi boca
con dulzura de
alto sabor desmoronado.
Mi pensamiento se
desliza hacia ti como el agua,
un incendio aprisiona
mi pecho
llenándome el cuerpo
de tatuajes con tu nombre.
Y me ayuda a
existir
a mí, la
inexistente loca,
la que
sueña, aparece,
se desvanece
sin más consigna
que la de un pez
que nada solo por
ti, contracorriente.
Alejandra Hernández Figueroa estudió en el Colegio Palmore y en Community College. Escribió y publicó los libros Tiempos de viento y humo cuentos, Hojasen poemas e Hilvanando cuentos. Publica habitualmente en revistas jurídicas y literarias.
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