Por Emma Beltrán
El amor es una rosa,
mas la rosa tiene espina.
Es la rosa quien perfuma
y es la espina quien lastima.
Pero si el amor es nuevo
no importa mucho la espina
importa más el perfume
que la duda que lastima.
Y se vive imaginando
mundo de dichas y amores
pero la dicha se acaba
y hay espinas en las flores.
Amores que son callados
amores que son ajenos
los primeros no son malos
y los otros no son buenos.
El mío es amor callado
también es amor ajeno
el mío es amor muy mío
pero no por eso bueno.
Mi amor nació
en una noche de marzo
no fuerte ni abrasador
ni tampoco tierno y manso.
Nació con la primavera
nació con la noche fría,
con un botón que flor era
y una noche en agonía.
Y mi amor tiene la rosa,
y mi amor tiene la espina.
Y la rosa me perfuma
y la espina me lastima.
Junio 1985
Emma
Beltrán estudió ciencias de la información en la Facultad de Filosofía y Letras
de la UACH. Es socia en un ciber sitio de la colonia Mirador. Escribe poemas y
relatos, ha publicado la revista Synthesis,
el periódico Norte de Chihuahua, Letras y algo más. También fue editora
del periódico En la línea, de AMEAC.
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