sábado, 2 de marzo de 2019

Luis Kimball. Últimos años de un Imán

Últimos años de un Imán


Por Luis Kimball


A Livier, por su cumple del 2012.


Cierra los ojos, vuelve al sueño. Estabas a punto de amarrar tu lancha. Traías las redes cargadas con hojuelas doradas, siempre es así, pero hoy lograste la orilla. Ya viste como brilla tu carga en la arena cenagosa. El sol comenzaba a salir con el frío y te dejó ver sus tesoros arados por el mar con la voz tinta de sombra.
Ahí están los secretos, respuestas que buscabas y preguntas que olvidaste.
Del mar del sueño hasta hoy, solo has ganado tus alimentos; por ellos los tesoros se iban de tus redes. Puedes saber lo que pierdes cada día cuando olvidas tus sueños; cuando vuelves la vista y aceptas esa oblea de luz que emerge del mar y se convierte en la ventana de tu casa, cuando la jarra con que te enjuagas las manos es la droga que te priva del placer del conocimiento.
Esas hojuelas, son la materia bruta de tu vida sin los órdenes mezquinos del mundo. Cada mañana vuelve a cerrar los ojos y regresa por lo que te pertenece; no vuelvas sin ello, te hará vivir los últimos años que vive un sacerdote: los largos.



Luis Kimball nació en Chihuahua en 1974. Vivió en Chihuahua, en Veracruz, en la ciudad de México, y ahora reside en Querétaro. Hizo estudios universitarios que no le satisficieron. Se interesa en el conocimiento y escribe desde joven, ha publicado en la revista Solar y en Manual del desierto. Es coautor del poemario Luna de hiel para tres, y autor de Puros de amor. Ha participado en la coordinación de espacios culturales y actualmente coordina el taller literario Escritura al día.

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