el poema del domingo
Ambivalencias
Por Alma
Rosa Estrada
I. La esperanza
¿En qué
lugar del camino
se me
perdió la esperanza?
¿Dónde
te quedaste, vida
verdad, ilusión, confianza?
¿Por qué
no hay nada en la cima dónde llegar anhelaba?
¿Por qué
ni un recuerdo claro
quedó en
la senda dejada?
¿Por qué
puedo ver el cielo y respiro todavía?
¿Por qué
alienta aún el alma
si en
ella no hay nada. Nada?
¿Por qué
tengo aún destino
sin
razón determinada,
si en un
lugar del camino
se me
perdió la esperanza?
II. Música
En un
lugar del camino
recobraré
la esperanza,
en este
mundo plural
que para
todos alcanza.
Me
iluminará la estirpe
de mis
hijos y sus hijos
y las
almas luminarias
de los
amigos hermanos.
Hermanos
negros, azules
rojos,
blancos, amarillos.
Mundo,
familia sin fin,
cerros,
valles, animales.
Satélites
en los cielos
televisores
mundiales
voces
que gritan dolores
gritos
que rezan bondades.
Música,
alma, ciudades,
mares besando la tierra,
computadoras, espacios,
firmamentos
y azucenas.
Me
iluminará el recuerdo
de
imágenes siempre amadas,
de almas
grandes que pueblan
de
grandes anhelos mi alma.
Porque
mi destino humano
de razón
determinada
solo
termina con Dios
y Dios
amor no termina.
El Dios
hermano prendió
en un
lugar del camino
las
luces de la esperanza
que
nunca se me perdió.
Alma Rosa Estrada Comadurán (1929 – 2000) nació en Guerrero, Chihuahua, y vivió gran parte de su vida en Ciudad Cuauhtémoc. Estudió curso comercial en el Instituto América de la ciudad de Chihuahua. En 1993 la UACH publicó su primer libro de poemas titulado Una mujer. En el año 2000 se publicó su segundo libro, llamado Tan cerca de la vida. En 2018 se publicó el tercero: Una mujer tan cerca de la vida. En Cuauhtémoc durante algún tiempo escribió y publicó crónicas periodísticas en el semanario La voz de Cuauhtémoc. También fue una magnífica violinista y compositora de canciones. El Premio de Poesía del Festival de las Tres Culturas lleva su nombre.
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