el poema del domingo
A Flora
Por Alma
Rosa Estrada
Mi
conciencia anochece en tu sombra que se va… ¿hasta dónde, hasta cuando?
Más allá
del pensamiento, más allá del alma triste. Siempre y nunca.
Mar
ignoto, mar silencio.
Llega
ardiendo la nostalgia de tu imagen y tu voz,
llega el
grito asfixiado de silencios rebotando en el espacio.
¿Por qué
ya, Dios? ¡Todavía no!
Te
faltaban tantas cosas por hacer
y tenías
tanta sed de permanencia.
¿Cómo
fue que la savia del tallo se secó mutilando las flores del amor?
¿Cómo
fue que la forma infinita de tu ser, tu confianza generosa, tu altivez,
tu valor
en mi
tierra y en mis días ya no están? ¿A dónde voy que te encuentre? ¿A dónde
llamo?
El dolor
que mi alma siente
¿son tus
dedos que golpean al ayer
que tocan
los lugares que anduvimos con la vida en la mano?
¿volverán
a ser bellos otra vez?
Mi
querida, dulce amiga,
mi
hermana. Ya no estás.
Más allá
del pensamiento
‒ese
círculo infinito‒
más allá
del alma triste,
hasta
donde mi alma llegue
estarás.
Aún no
moriré
porque
el negro y el café no existen en los colores de mi espectro,
todavía tengo los oídos abiertos al concierto amoroso y feliz
de la naturaleza.
Todavía puedo perdonarme y amarme, y perdonar y amar, y amarte sin medida…
¡aún no
moriré!
Alma Rosa Estrada Comadurán (1929 – 2000) nació en Guerrero, Chihuahua, y vivió gran parte de su vida en Ciudad Cuauhtémoc. Estudió curso comercial en el Instituto América de la ciudad de Chihuahua. En 1993 la UACH publicó su primer libro de poemas titulado Una mujer. En el año 2000 se publicó su segundo libro, llamado Tan cerca de la vida. En 2018 se publicó el tercero: Una mujer tan cerca de la vida. En Cuauhtémoc durante algún tiempo escribió y publicó crónicas periodísticas en el semanario La voz de Cuauhtémoc. También fue una magnífica violinista y compositora de canciones. El Premio de Poesía del Festival de las Tres Culturas lleva su nombre.
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