Los viajes. Azucena Villalobos

 

Los viajes

 

 

Por Azucena Villalobos

 

 

Manu fue elegida por Gil como esposa. Se la robó, como se acostumbraba allá por los años cincuentas del siglo pasado en pueblos y rancherías. A partir de ese momento, Manu no volvió a salir de su casa, no le era permitido por Gil. A lo mucho, para barrer el patio o alimentar a las gallinas.

Procrearon siete hijos. Conforme crecían, se fueron yendo del pueblo, se fue quedando Manu en soledad, en su casa, allá en lo alto de la loma. La vecina más cercana era Amalia, a quien en alguna emergencia acudía ondeando un trapo blanco hasta que la viera y viniera a auxiliarla. Era su único contacto.

Los hombres jóvenes del pueblo le tenían un apodo a Amalia: La Chamarra, porque a todos brindaba su calorcito a cambio de un dulce, un cigarro o una cerveza. Ella acudía a la orilla del río para recibir a la bolita de chicos alborotados.

Un día resultó embarazada, no se sabe de quién. Todos se autonombraron padrinos de Iván, apodado El Chalequito, en honor a su madre. Entonces Manu quedó aún más sola, ya que su amiga estaba criando, además por las frecuentes ausencias de Gil.

Una vez la mujer enfermó. Uno de sus hijos la llevó al médico en la ciudad de Camargo.

A ella le parecía increíble viajar desde San Francisco de Conchos hasta Camargo.

Los médicos determinaron que viajara a Chihuahua para una mejor atención. A regañadientes de Gil, los hijos se preparan para trasladarla. Manu iba enferma, pero totalmente emocionada por viajar. Pensaba que conocería la capital, lo jamás ni soñado.

La estancia en Chihuahua duró seis días.

Manu regresó a su casa. Fue velada tres días allí mismo y allí mismo se llevó a cabo la misa. El último viaje fue a tres kilómetros, al cementerio de la comunidad.

 

Azucena Villalobos estudió la carrera de artes plásticas en Bellas Artes de la UACH. Tiene exposiciones colectivas de pintura. Es profesora de actividades artísticas desde 1993, ha destacado en inculcar el arte en alumnos de nivel secundaria durante 18 años consecutivos; varios de sus estudiantes ganaron primeros lugares. Tiene un reconocimiento por la UNESCO por su labor creativa con niños y adolescentes.