Una
mujer culta
Por Azucena
Villalobos
Prudencia
era una mujer culta, genial. Trabajaba de maestra y su hija estaba orgullosa de
llevar su mismo nombre.
Era
bondadosa y linda, pero un día le metió por primera vez una golpiza tremenda a
su niña de siete años al haber adquirido una enfermedad venérea que le contagió
el abuelo, papá de la señora.
Al mismo
tiempo que le daba de azotes, le gritaba que era una puta ofrecida. Pegaba bien
duro mi mamá, hasta que me desmayé.
Azucena Villalobos estudió la carrera de artes plásticas en Bellas Artes de la UACH. Tiene exposiciones colectivas de pintura. Es profesora de actividades artísticas desde 1993, ha destacado en inculcar el arte en alumnos de nivel secundaria durante 18 años consecutivos; varios de sus estudiantes ganaron primeros lugares. Tiene un reconocimiento por la UNESCO por su labor creativa con niños y adolescentes.
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