Cocodrilo Bit
La casa de los pájaros, de Horacio Salazar Ortiz
Por Benito Rosales
Hace unos días, el 8 de agosto, asistí a la Casa Universitaria del Libro de la UANL para la presentación del libro La casa de los pájaros, un homenaje al poeta Horacio Salazar Ortiz (1933-2004) en su XX aniversario luctuoso. La publicación contiene fotos, anécdotas, poemas, entre otros elementos relacionados con este escritor.
En el evento estuvieron presentes personas de su familia, amigos y escritores. La tarde fue muy emotiva; el aprecio y cariño hacia el homenajeado se manifestaron en cada intervención. Más de una vez las emociones llegaron al límite, y a más de uno se le hizo un nudo en la garganta.
Para mí fue un primer acercamiento a la obra del citado autor, ya que no había tenido la oportunidad de leerlo ni de escuchar su obra. No desaproveché la oportunidad de adquirir el libro, del cual he extraído los siguientes tres poemas con la intención de invitarlos a adquirirlo y recordar, si es que tuvieron la oportunidad de conocer y convivir con el poeta Horacio Salazar Ortiz, o bien de descubrirlo, como yo ahora, por medio de su obra.
Van pasando los días
Van pasando los días,
no sé nada de ti.
La canción que cantamos
ha llegado a su fin.
Crece la indiferencia,
se ahonda el desamor.
Tú vas por tu camino,
yo no sé por dónde voy.
Se amontonan las noches
sobre mi soledad.
Agitan sus pañuelos
las cosas que se van.
Se deshoja el mañana
desolado y vacío
Las horas de tu ausencia
están llenas de frío.
p.149
La sinfonía
Nadie es indispensable, pero todo mundo hace falta.
Cada individuo es un acorde de la gran sinfonía.
La sinfonía bella y trágica que se oye bajo el sol.
la triste sinfonía infinita de la vida sobre la tierra.
p.155
Paralelas
El minutero avanza. Nuestras vidas
como dos paralelas en el tiempo.
Tu mirada y tu voz se vuelven ajenas,
dentro de tu presencia y mi recuerdo
se divide en dos la perspectiva
de un horizonte que parece nuestro
¿Dónde aprender tu voz y tu presencia
a través de esta línea sin regreso?
Inútil repintar en la memoria
la raya gris que dibujó tu cuerpo,
si el clavel de tus labios está vivo
como en la hora del primer encuentro.
El minutero avanza. Nuestras vidas…
como dos paralelas en el tiempo.
Y se divide en dos la perspectiva
de un horizonte que parece nuestro.
p.113
18 agosto 2024
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