miércoles, 19 de noviembre de 2014

Antonio Flores Schroeder

Las paredes de mi casa




Por Antonio Flores Schroeder




Soledad deambula por los rincones de la casa con toda la calma de la tarde, camina en el laberinto de mi recámara donde rasga las paredes con una navaja suiza que un día encontró debajo de la almohada.

A veces, cuando la madrugada anuda la voluntad y duermo en la banqueta de una mujer sin memoria, Soledad escribe frases hirientes en la puerta del baño.

Pone anuncios en el clasificado en busca de dulces hogares, cuerpos mutilados y disgustos gratis. Esto encabrona a cualquiera.

Borrar tantos presagios y reclamos puede llevar a la ruina, inclusive a la tumba.

Uno tiene que subir al auto, manejar por la avenida principal y encontrar semáforo tras semáforo a niños que ofrecen chicles de una infancia perdida y semillas de un futuro que no germinará.

Giras hacia la izquierda, a la derecha, retomas el centro y buscas un estacionamiento libre de malaria para ingresar al supermercado con la desesperación en las manos. Ahí caminas y escuchas cómo los envases de cristal que están en todos los pasillos se estrellan y esos ruidos, que suelen provocar otros ruidos, dispersan tus ideas. En ese instante te reencuentras frente a los botes de pintura.

Regresas por los mismos pasillos del alfabeto de marcas y, otra vez, los cristales caen al piso y llegas hasta la cajera que te hace una cara de yo no fui.

Empiezas una gran discusión con temas tan irrelevantes como la paridad del peso frente al dólar. Subes al vehículo y sientes nostalgia por tu casa, aceleras y recorres días y noches. En esas quimeras descubres que tu casa no volverá ser el hogar.

Después de una semana regreso a casa; como si fuera ayer, abrazo a Soledad, le invito un café y una cerveza para volver a pintar las paredes de blanco. Si bien me va, podré dormir junto a ella, dibujar sobre su espalda una imagen abstracta de algún sueño, como siempre pensando que le hago el amor.





Antonio Flores Schroeder. Escritor y periodista. Es autor de la novela Oriana (Conaculta, Pacmyc, 2011) y Personajes de una ciudad sitiada (Universidad de Nuevo México en Las Cruces, EU). Fundador del movimiento internacional Escritores por Ciudad Juárez y editor de Revista Ombligo.

1 comentario:

  1. Tener un pleito con tu mujer es una historia costumbrista que a todos nos pasa, pero en un relato de este autor el asunto se vuelve una fuente de imágenes poéticas.

    ResponderEliminar