el poema del domingo
Equívoco
Por
Alma Rosa Estrada
Soñar la
vida. Soñar.
Soñar el
cuerpo y el alma
cada cual en su lugar.
Soñando sentir que vivo
en los ojos y en los pies,
el corazón y la voz,
el estómago y la piel.
Soñar la mente pensando
que sirve al cuerpo y a Dios
como a dos entes extraños
entre sí, soñando un ser.
Soñar mi cuerpo feliz
donde no habito jamás.
Y el alma prendida al cosmos,
a las nubes y al soñar.
cada cual en su lugar.
Soñando sentir que vivo
en los ojos y en los pies,
el corazón y la voz,
el estómago y la piel.
Soñar la mente pensando
que sirve al cuerpo y a Dios
como a dos entes extraños
entre sí, soñando un ser.
Soñar mi cuerpo feliz
donde no habito jamás.
Y el alma prendida al cosmos,
a las nubes y al soñar.
Soñar la
vida… ¡Dolor!
la cobardía de soñar.
la cobardía de soñar.
No usar
juntos cuerpo y alma
y saber, sin soñar, que son
un templo, una gloria, un Ser.
y saber, sin soñar, que son
un templo, una gloria, un Ser.
Alma Rosa Estrada Comadurán (1929 – 2000) nació en
Guerrero, Chihuahua, y vivió gran parte de su vida en Ciudad Cuauhtémoc.
Estudió curso comercial en el Instituto América de la ciudad de Chihuahua. En
1993 la UACH publicó su primer libro de poemas titulado Una mujer. En el año 2000 se publicó su segundo libro, llamado Tan cerca de la vida. En 2018 se publicó
el tercero: Una mujer tan cerca de la
vida. En Cuauhtémoc durante algún tiempo escribió y publicó crónicas periodísticas en el semanario La voz de Cuauhtémoc. También fue una
magnífica violinista y compositora de canciones.
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