¡Un, dos, tres, por todos mis compañeros!
Por Rodolfo Borja
Crecí jugando en un medio duro y disciplinado,
desarrollando mi imaginación sin ser presionado. Libre. Mis padres me
protegieron y me acercaron herramientas para que yo escogiera lo que mi
espíritu considerara, siempre con su guía. Me enseñaron el sentido común, que
incluía además del respeto a las personas. También a evitar las confrontaciones,
excepto en casos extremos.
La disciplina y los valores entre muchas
otras cosas que mis padres y algunos maestros de escuela me enseñaron hasta
llegar a esta etapa son invaluables y con estas personas siempre estaré
agradecido.
Como adulto he conocido las pasiones humanas
con aciertos y errores. Afortunadamente he ido aprendiendo a perdonar y a
perdonarme para hacer más fluida la existencia.
No soy dado a las celebraciones oficiales,
pero me gusta aprovecharlas para subrayar alguna inquietud, y este día es
importante para el caso.
Desde hace tiempo la educación (de Educere,
sacar lo mejor de la persona) fue estandarizada, tratando a los alumnos como si
fuésemos todos iguales, cosa que no es así. Cada uno somos individuos
irrepetibles, con cualidades genéticas únicas, el espíritu con el que cada uno
nacemos determina en gran medida nuestro camino por esta vida y, si somos
instruidos, no educados, seremos en mayor o menor medida seres humanos
influidos por los planes de estudio que casi siempre solo buscan mano de obra
para los engranes del sistema, sin valorar que somos mucho más que eso.
Peor aún: sumando esto a los medios de
comunicación (más del 90% son de los mismos dueños) da por resultado lo que
fácilmente se puede apreciar en las generaciones más jóvenes. En las redes
sociales y en la calle se busca la gratificación instantánea sin esfuerzo, el
lenguaje lleno de garabatos que al usarlos impiden hacer más conexiones
neuronales con las cuales se desarrolla más la inteligencia.
El exceso de información actual confunde aún
más la capacidad de opinar, sobre todo si no se tiene el hábito de la lectura,
que ha sido sustituida en mucho por los videos de entretenimiento, y causa gran
flojera para investigar. Y así la lista continúa.
“El niño interno es la parte más pura de un
ser humano, la parte que está conectada a el alma, no tiene límites para crear,
jugar y está lleno de dones divinos.
No ha sido tocado por la programación del
mundo, su imaginación no tiene fronteras, juega sin miedo y sueña sin límites”
Protege al niño interno, protege tu derecho a
jugar y a ser un individuo creativo, balanceando con la disciplina del adulto
nos hará mejores en este camino.
Saludos cordiales para todos y todas.
Rodolfo Borja Martínez es miembro fundador y director desde 1980 de la agrupación Eskirla, la cual es pionera en México, junto con un puñado de bandas de rock en español, de esta corriente musical, de que regresara para quedarse en la aceptación del público, siendo ya reconocida como parte de la diversidad cultural de nuestro país. Ha producido y coproducido el material registrado de Eskirla y de su autoría –música y letra– son los temas grabados a lo largo de su carrera contenidos en varios discos.