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Las brevedades de Alfonso Reyes
Por José Manuel García-García
1. Obras incompletas
Alfonso Reyes escribió seis libros de microtextos, solo pocos llegaron al santuario de las Obras Completas. Alicia Reyes publicó en 2012: Anecdotario (aparecido inicialmente en 1968). Este libro reúne: “Anecdotario” y “Briznas (II)”. El primero es una colección de micro-reseñas, frases sueltas y anécdotas graciosas. Alicia Reyes las llamó “Chilindrinas” (tortillas tostadas a las que se les pone un poco de todo). La sección “Briznas”, es un collage de notitas, aforismos que en su momento anduvieron dispersos en revistas y periódicos de los años 60. Anecdotario agrupa, entonces: sumarios eruditos, comentarios de lecturas, reflexiones existenciales y ocurrencias (es decir: anécdotas sardónicas de hechos ocurridos).
2. Fugacidades profundas
Anoto de Anecdotario cinco “chilindrinas”:
Uno. La marihuana de Valle-Inclán (1958)
―La marihuana ―me decía don Ramón― me ahorra el trabajo de regresar a mi casa cuando salgo del café a las tres de la madrugada, porque simplemente ordeno: “Que se eche a andar la calle y que mi casa venga por mí”, y mi casa se me va acercando como un barco.
Anécdota que define y explica una actitud de vida y un ejercicio de excentricidades literarias.
Dos. Riesgo (1959)
Como le decía yo a Torres Bodet: Eso de la campaña alfabética tiene un grave inconveniente: el que aprende a leer quiere escribir.
Mofa contra los arribistas literarios (los semilustrados, los sin-talento con acceso a una imprenta). Queja premonitoria por la producción exponencial de libros democráticamente mediocres.
Tres. Paciencia (1955)
La paciencia es más fácil de lo que parece, una vez que se descubre su nombre secreto, solo accesible a los iniciados: indiferencia.
Es decir: desdén pasivo, silencio irónico que alcanza la cima libérrima del desapego emotivo.
Cuatro. Extrema bondad (1959)
Era tan bueno, tan bueno que nunca pudo escribir bien.
¿Qué puede escribir un autor sin el sabor del vicio, la crueldad, el sarcasmo y la vileza?
Cinco. Caballo o perro (1959)
Hay hombres que no saben arrepentirse ni confesar un error: dejarían de existir en ese mismo instante. Los comparo con los caballos, pues estos –a diferencia de los perros, que comen yerba y se curan– no pueden nunca vomitar, y cuando algo se les descompone adentro, se mueren.
Aforismo ético (de aroma religioso): la confesión sana, el arrepentimiento cura. Terapia que es contrición, expulsión, purificación (nota: el exceso exegético es mi falta. Mea culpa).
3. A veces minimalista
Alfonso Reyes publicó varios excelentes libros con microtextos: Las burlas veras (humor y fábulas), La estrategia del Gaucho Aquiles (chistes y ‘chilindrinas’), Árbol de pólvora, A campo traviesa y Briznas I (1959). Todos ellos fueron reunidos en el tomo 23 de sus Obras completas. Anecdotario debe sumarse a esta lista para que el banquete sea completo, y los microtextualistas puedan deleitarse con las minucias que no esconden los mamotretos del jefe Reyes.
José Manuel García-García es autor de muchos libros, la mayoría de ellos publicados, entre ellos estos: Estados de asombro. Entre aforismos y micropoemas (2016), GUARDA-QUIMƎRAS (2016), Microagniciones (2015), Piezas para un poemario (2014), El libro de las islas perdidas (2012) Guardamemorias (2005), Literatura juarense (Inicios de modernidad) 2017, Literatura juarense (Escenas de guerra) 2017, La obra de Jesús Gardea. Hacia una mereología estética (2017) y Ciudad Juárez, versiones de una Toma, 1911 (2011). Fue coordinador del Taller Literario del Museo de Arte (INBA, 2000-2007) y lo es del Taller Literario Pizca a las 6:30, Las Cruces, desde 2011. Ha sido editor de una veintena de libros de diversos autores, de Armario (suplemento cultural de Semanario, ciudad Juárez, 2000-2007), de las revistas Noesis (UACJ) y Arenas Blancas (NMSU). jmgarcia@nmsu.edu
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