viernes, 22 de abril de 2022

Una última vez. Almudena Cosgaya

Dintel de Almudena

1. Una última vez

 

 

Por Almudena Cosgaya

 

 

El sol se asomaba por el horizonte. Amelia caminaba en medio del estacionamiento de la maquiladora, donde trabajaba desde hace cuatro años. No recordaba cómo había llegado a ese lugar, ni dónde había estado antes. Aún así, estaba segura era que debía comenzar su jornada laboral.

Fue hacia la entrada de personal y se encontró con una compañera.

—¡Clarita! —dijo sonriendo—. ¿A ti también se te hizo tarde?

Pero la joven ignoro a Amelia, pasando de largo para entrar por los torniquetes.

—Que grosera... pero ha de necesitar algo y vendrá a pedírmelo y se la voy a devolver —se dijo Amelia mientras avanzaba con molestia.

Tanto había sido su enojo que no se percató que ya estaba en el área de lockers. Miro cómo la gente se apresuraba hacia sus lugares de trabajo, e incluso escucho algunos gemidos, pero les restó importancia.

Era un día extraño. Mucha gente la ignoraba y otra tanta escapaba de ella, o se aferraban contra las paredes como si ella fuera el mismísimo demonio.

Reconozco que cuando estoy de mal humor, mi rostro no puede disimularlo, pero esto es el colmo, pensó mientras se preparaba a lavar el piso en área de producción. Y nuevamente se extrañó de no recordar cómo había preparado todo para iniciar la labor.

Casi a la hora de la comida, una sonrisa se dibujó en el rostro pues no tardaría en pasar el ingeniero Ricardo y le alegría el día, como siempre, con una amena platica acompañada de algún buen elogio a su trabajo.

La sonrisa se hizo más amplia cuando lo vio caminando por el pasillo de la línea 6. Se apresuró al encuentro cuando se detuvo abruptamente. El rostro de Ricardo se mostraba triste y se notaba que había derramado algunas lágrimas. En su bata color verde y a la altura del corazón se posaba un moño negro. Aquello la hizo detenerse y sin razón comenzó a retroceder hasta que chocó con alguien.

—¿Leo?

—El mismo que viste y calza. Vaya, me alegro de que por fin alguien no me evada —dijo Leonardo, sintiendo que una parte de él descansaba.

El temor de ambos se alejó un momento al sentirse acompañados. Juntos se apresuraron al área donde se guardaba el material, dispuestos a saber por qué todos los habían estado ignorando.

Leo intento tomar su gafete para abrir la puerta, cuando se dio cuenta que no lo traía con él. Amelia descubrió con temor que ella tampoco lo traía. Aquello era sencillamente imposible, pues para ingresar a la planta era necesario portarlo para que los torniquetes les cedieran el paso.

Ambos se apresuraron a la entrada. Debían hablar con un guardia de seguridad.

El señor Beltrán, que llevaba más años que ellos trabajando en la planta, los miró, y tratando de calmar sus emociones les dijo:

—Sabía que era cuestión de tiempo.

—Señor Beltrán... hemos perdido nuestros gafetes —se apresuró a decir Amelia.

—Podría explicarnos qué está sucediendo —solicitó Leo con un presentimiento.

El señor Beltrán cerro los ojos, luego emitió una respuesta.

—El día de ayer, después de terminar el primer turno, hubo un terrible accidente. Una Toyota negra fue embestida por sorpresa y los pasajeros, simplemente no volvieron a despertar. El día de hoy se llevó a cabo una ceremonia conmemorativa a su memoria. Hoy los tres andamos recorriendo nuestros pasos por última vez.

Unos ecos resonaron en la planta, las sombras tomaron figura para dar la bienvenida a los nuevos moradores.

 






Almudena Cosgaya descubrió su gusto por las historias desde niña; hacía fanfics de relatos ajenos, lo cual fue para ella un excelente entrenamiento para escribir luego sus propios cuentos, al darse cuenta de que en algunos de sus relatos de fanfic había creado un personaje que merecía su propia historia. Es autora de poemas y de prosa narrativa. En 2017 publicó La maldición del séptimo invierno, su primera novela.

8 comentarios:

  1. Que interesante me dejaste picada felicidades eres una gran escritora
    Te amo

    ResponderEliminar
  2. Excelente, no esperaba ese final.

    ResponderEliminar
  3. Muchas felicidades Almudena.. Excelente escrito, lo buscaré completo.. saludos

    ResponderEliminar
  4. Felicidades Almudena, muy buen relato, me mantuvo interesada hasta el final.

    ResponderEliminar
  5. Aaaaaay!!! Me dejaste picada!!! ME ENCANTA!!

    ResponderEliminar
  6. Me encantó muchísimas felicidades, pero no nos dejes con la incógnita, que sigue????

    ResponderEliminar
  7. Que buena historia. Que seguirá ?

    ResponderEliminar