Tu espalda
un beso Alejandra.
Foto de
Chávez
Año 2013
En el centro
de una ciudad oscura, entre luces del comercio manchadas con polvo de humo y
cuyo sonido parece el sueño de un planeta, surge la voz poderosa de una mujer
mexicana: Alejandra.
Si la oyera
cantar el poeta japonés Buson (1715-1783) retrataría a Alejandra con este
haikú: en la borrasca, en las rocas se quiebra la voz del agua, y luego se
uniría al coro griego de quienes tan cálidamente la bendecimos por el
espectáculo vigoroso de su danza y sus canciones.
Alejandra dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día.
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