Resollar
Por Almudena
Cosgaya
El cabello se me agitaba con la brisa, pero qué importaba si al final lo
vería. Quienes me conocen pueden decir que soy un poco loca, más valdría la
locura que la prudencia. Pero sigan leyendo y observen con cuánta cordura cuento
mi historia.
El viento soplaba con la misma frialdad con la que ahora acaricia mi
cabello. Es imposible recordar cómo entró aquella idea a mi cabeza; pero una
vez concebida, me acosó noche y día. Jamás había hecho algo malo, pero cómo
negarme algo que tanto deseaba.
Poco a poco me fui decidiendo hacerlo. Pensé: perdoné los errores y
aprendí que las personas son como la tempestad, abrí los ojos a una verdad nueva.
Me decepcioné con algunas personas pero también decepcioné a más de uno.
Nadie escribió un manual de cómo vivir y cómo no caer.
Me tomaron por noña, cobarde, loca. ¿Podría la locura traerme la paz?
Una extraña curva en mis labios me hizo sonreír. Jamás pensé que una aventura
infantil terminaría de esta manera. Y sigo recordando mi llegada a ese extraño
lugar; fui por una experiencia y regrese casi muerta.
La brisa seguía bufando. Aquella era la novena noche, procedí con
cautela, respire hondo antes de abrir la puerta. No sabía con exactitud cómo
iba a comenzar. Algo toco mi hombro y el alma se me fue al suelo, me gire
sintiendo que moriría. Pero verte ahí, detrás de mí, me trajo una repentina
paz. Me sonreíste y abrazaste fuerte. La verdad fue como el tiempo
detenerse.
Después de estar así por largo tiempo, escuché un quejido y supe que era
el sollozo que nace del terror.
―No temas, no habrá más pesar ―murmuraste con los primeros rayos del
alba.
Nuestra pequeña aventura se había transformado de pronto en un encuentro
con Catrina, que se deslizo furtivamente hacia nosotros. Tomé tu mano con
fuerza.
Lo ven, mi historia tiene un final feliz. Volví a verlo después de todo
y pese al frío. Los dejo entonces y no sientan tristeza, los veré pronto en otra
noche helada.
El monólogo agitado de una loca podrá a veces no ser tan coherente pero igual de intenso, y en este caso romántico y enamoradote.
ResponderEliminarQue ocupado estás en resollar. Mejor sustituye tus sapos con flores de luna, o sigue desperdigando cadenitas y rumores, si eso te alivia, mitómano. Como si no supiera todo el mundo que la podredumbre es tu especialidad (bueno, algun@s sí te creen, pobres). Mira que andar inventando enamoramientos y no sé qué más alucinaciones "agitadas". Como dijeron por ahí, "Qué risa" galán. Deberías terminar de entender lo que significa la palabra NO, tal vez el litio te ayude aunque sea parcialmente con asuntos de semántica.
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