miércoles, 22 de abril de 2020

Heriberto Ramírez Luján. Su relato UACH 85

UACH 85

Por Heriberto Ramírez Luján

Era noche templada, la bola de jóvenes acampados en la azotea de Filosofía y Letras entonaban las canciones populares de su repertorio con voces desafinadas y descompasadas, acompañadas de la guitarra de Ricardo Pérez Jaso; cuando el agotamiento de la memoria llegaba, Ricardo invitaba a la improvisación con blues y bosa novas. Todos ahí reunidos habíamos tomado posesión de la Facultad para atajar la tercera reelección del Pato como rector. La huelga estudiantil se había extendido en toda la universidad bajo la consigna campirana “sacaremos a ese buey de la barranca”. Apiladas en el cuarto de la consejería se encontraban unas cuantas bombas molotov, en prevención ante el posible ataque de los porros, bombas que en una de esas noches nos atrevimos a probar con resultados nulos. De todos modos las conservamos, servían como arma psicológica.
El Paraninfo universitario también había sido tomado, por fuera se veían cientos de jóvenes asomándose por las ventanas y trepados en el techo esgrimiendo pancartas con consignas. Al frente había camiones de servicio público de transporte también tomados. En su interior había bolsas de dormir a orillas de los pasillos, paquetes con comida, y en la parte del auditorio se realizaban asambleas. Fue ahí donde tuvimos la bendita idea de organizar un toquín con Eskirla, la banda local de rock más emblemática del momento. Pusimos manos a la obra y al día siguiente en la tarde Rodolfo Borja, Luis Tena, Jimmy Lozano y Fidel Gallegos ofrecieron uno de sus conciertos más memorables. Alguien se había hecho cargo de las luces y el espectáculo era impactante, por el lugar, el momento político y la banda misma. Todo iba a pedir de boca hasta que a alguien se le ocurrió subirse a bailar, luego otro y así hasta que el concierto se convirtió en un bailongo desmadejado; la banda dio por terminado su concierto y ya cada quien a lo suyo.
El movimiento concluyó con la caída no solo del rector, sino también del gobernador Ornelas. La Universidad fue sometida a cirugía mayor, la estructura que mantiene actualmente es producto de esa revuelta estudiantil.



Heriberto Ramírez Luján, filósofo mexicano, redacta la lógica con precisión de cirujano. En sus ensayos y libros de filosofía y también en sus textos literarios. Sobrio y elegante profesor, el estoicismo es divisa de su estética. Y de su gran estilo.

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