Rollos cortos
Amigos
Por Raúl Herrera
Hay películas que por una razón o por alguna otra logran concretarse y, en el mejor de los casos, llegan a ser buenas. Así sucede con Amigos por accidente (The Runaway), película irlandesa de 2010. Esta es una de esas historias.
El 18 de abril de 1983 un jet privado procedente de Estados Unidos con destino a Munich ‒volando sobre Irlanda‒ tenía previsto realizar una escala técnica en el aeropuerto de Shannon para repostar, pero fue desviado al aeropuerto de Cork debido a condiciones meteorológicas adversas. Ese avión nunca alcanzaría su destino: el combustible se agotó minutos antes de lo previsto y el piloto se vio obligado a aterrizar de emergencia cerca de Mallow, al norte de la ciudad de Cork.
Tanto los ocupantes como la tripulación resultaron ilesos y el piloto, el mexicano Rubén Ocaña, fue considerado un héroe. No solo eso, se convertiría en una celebridad mediática durante el periodo de tiempo que permaneció en Mallow tras el incidente.
Durante las siguientes cinco semanas se arreglaron los pequeños desperfectos de la aeronave y se ideó un plan “irlandés” para que el avión volviese a despegar, para lo cual se construyó una pista asfaltada a modo de improvisado aeropuerto.
El 23 de mayo de 1983, tras una emocionada despedida en irlandés y con miles de curiosos como testigos, el surrealista pero útil invento se hizo realidad y el avión volvió a surcar los cielos. El comandante Ocaña dejaría atrás a una legión de amigos a los que jamás olvidó, de hecho, un año más tarde volvería a visitar Mallow, esta vez de vacaciones con su mujer y sus hijas.
Hace unos años intentó cumplir su sueño de acercarse al pueblo una última vez antes de morir, pero por desgracia falleció en 2009 sin verlo cumplido, aunque como consuelo una de sus hijas, Mariana, fue testigo del homenaje que la localidad de Mallow le realizó a su padre en 2010.
En cuanto a la improvisada pista, ahí sigue, de hecho, hace unos años fue la sede del campeonato mundial de aeromodelismo.
Bueno ¿Y qué tiene que ver lo anterior con la película que nos ocupa hoy? Pues que en base a esta historia tan surrealista, el cineasta dublinés Ian Power construyó un argumento ficticio que plasmaría en su película The Runway.
Paco, niño de 9 años, vive con su mamá en un pueblo irlandés, pasa los días haciendo travesuras y aprendiendo español de una vieja cinta esperando la llegada de su papá, que vive en España. Una noche, la vida de Paco, su madre y la del pueblo entero cambiará cuando un misterioso piloto colombiano, aterriza de emergencia su avión en el bosque cercano al pueblo. Nadie habla español y Paco se convertirá en el intérprete, quien a través de una traducción nada coherente y divertida, logrará convencer al pueblo de ayudar a su nuevo amigo.
La vida del pueblo se ve sacudida tras el accidente del avión, la gente se vuelca solidariamente con el piloto, el cual poco a poco va creando lazos de amistad con los vecinos, en especial con el niño Paco.
La fotografía saca provecho de los verdes y bellos paisajes irlandeses, como no podía ser de otro modo.
La película está ambientada en los años ochenta del siglo pasado y cuenta con una banda sonora muy alegre, de las que levantan el ánimo.
Estamos ante una comedia ligera, de buen gusto; es además la oportunidad de ver en acción al actor mexicano Demián Bichir ‒posteriormente nominado al Oscar por Una vida mejor‒ y, por último, una excelente ocasión de disfrutar de los paisajes de West Cork, pues fue filmada en la Península de Mizen Head.
En fin, una buena película que nos habla del valor de la amistad y los buenos sentimientos hacia nuestros semejantes.
Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.
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