Huele a café, el mundo comienza a desvanecerse
Por Sergio Torres
Huele a café, el mundo comienza a desvanecerse, me hundo en el perfume y la textura de la bebida. Afuera el sol rompe jirones de nube que se deshacen al despuntar la aurora. El amor de mi vida me mira tras el borde de su taza de café, con una sonrisa en la mirada. Sé que la amo. Ambos tenemos la mezcla de almizcles de domingo, besos, la noche anterior, que se escapa entre los pliegues de las pijamas. Huele a café, el mundo allá afuera no existe.
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