lunes, 29 de abril de 2024

A ocho años de caminar sobre el laberinto. Benito Rosales

Cocodrilo Bit

A ocho años de caminar sobre el laberinto

 

 

Por Benito Rosales

 

 

En el 2016 tuve la oportunidad de publicar un poemario de la mano de Ediciones Morgana, la editorial de Marisol Vera Guerra: un cuaderno llamado Sobre la cornisa del laberinto, el cual contiene 28 poemas escritos en verso libre, de escasos renglones, que tratan del amor de pareja, la soledad y la existencia.

Hasta antes de este momento había soñado que mi primer libro sería de cuentos, pero por una extraña razón no sucedió. Fue de poemas.

No me arrepiento de mi debut literario, como algunos autores lo hacen de su primera publicación, pero sí creo que puedo mejorar los textos, y tal vez en un futuro próximo retrabaje los poemas, sobre todo tratando de mejorar la respiración al leerlos en voz alta.

Actualmente no hay libros disponibles para su venta, la edición fue de cien números y ya no tengo. Espero que pronto se den las condiciones para una reimpresión, o una segunda edición según sea el caso. Por lo pronto deseo compartir en este espacio tres poemas, los que se han vuelto memorables para un servidor y que frecuentemente leo en las actividades de micrófonos abiertos y lecturas compartidas.

El primero es un texto dedicado al libro. Durante el proceso de revisión de los textos hice un poema para el naciente poemario, y como me agradó mucho decidí que fuera el primero en aparecer:

 

 

 

Vestido de auroras

 

a veces este libro deshoja

mis manos

y caracoles caen de renglones

en pequeñas

masas

saltan besos

páginas que aún no me has dado

estrujan el deseo de seguir

Y cierro

Y cancelo

Y me recuesto mientras consonantes

se revelan

vocales en las yemas de tus

dedos rozan pensamientos

y sigo leyendo

Leyéndo(te)

El segundo que quiero mostrar es quizá el poema que más me gusta: es un texto simple, de entrega, de amor, y con cierta inocencia:

 

 

 

Si pudiera

 

atrapar miedo en un poema

inventaría un libro entero

escribiría en tinieblas la luz de una

letra

amanecería estrella en

mano dispuesto a continuar

orquestaría el abecedario en su contra

sellaría cada escrito con sangre

si pudiera tan solo una vez

haría el mejor verso para que

descansaras ansiedad

pudieras dormir

hilvanaría letras

Inventaría sonidos

una nueva palabra

¿qué sé yo?

Lo que sea

por verte feliz

Y finalmente, el tercero tiene unas imágenes que desde el primer momento me atraparon:

 

 

 

Tornasol

 

voy a dividir mi cuerpo

para regalarte la mitad donde

moran serpientes su cáscara de nuez será

ojal para tu deseo

no tengas miedo a los cíclopes que

habitan mis células

hay un continente perdido bajo su núcleo

Te quieren

parte onírica que te hace presente

duerme

acaríciame

bésame

llena los vacíos de la aburrida

sobriedad

la existencia

Los leo y parece que fue ayer cuando estuve con Marisol Vera sentado en aquella pequeña plaza pública cerca del centro de Guadalupe, Nuevo León, México, repasando los textos en las hojas de máquina que previamente había impreso, ilusionado de corregir los poemas y meterlos en un libro. Como finalmente pasó. ¿Qué sigue? No sé, pero espero recorrer otra vez ese laberinto poético desde las alturas y caer, nuevamente, en un par de versos.

 

26 abril 2024

 

 

 

Benito Rosales Barrientos nació en Monterrey, ha participado en talleres literarios de su ciudad natal. Es autor de los libros: Sobre la cornisa del laberinto, poemas; Cuando estos cielos caigan como ojos de gato, poemas; Las flores del jardín, cuento, 2017; La niña y la serpiente, cuento, Metimos la pata, entre otros.

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