Leer a
Heidegger
Por Jaime
Nubiola
Hace
cosa de diez años leí con interés el libro de Adam Sharr La cabaña de Heidegger (Gustavo Gili, Barcelona, 2009). Nunca me ha
atraído Heidegger, por su compromiso ideológico con el nazismo y también por
haber abusado de su posición académica al tener un romance con una brillante
alumna suya, mi admirada Hannah Arendt. Sin embargo, cuando uno se asoma a
cualquier texto de Heidegger pronto descubre que se trata de una inteligencia
superior, de alguien que ha pensado mucho más que uno mismo.
De
aquel libro de Sharr copié tres citas de Heidegger: una sobre su trabajo
filosófico en la cabaña de la Selva Negra en medio de una terrible tormenta;
otra sobre la similaridad de su trabajo con el de los campesinos y una tercera
reflexión sobre el contraste entre soledad y aislamiento.
Guardé
las anotaciones en mi fichero y hoy las he vuelto a leer, cuando Victoria
Cirlot, en su texto "Construyendo la cabaña: Aproximaciones a la realidad
interior" (El monasterio interior,
Fragmenta, Barcelona, 2017), reunía aquellas tres citas que había tomado años
antes, junto con otras pocas más. Además Cirlot explicaba algo de la última
cita que quizás era obvio, pero que hasta ahora no había llegado a captar en
plenitud.
Merece
quizá la pena transcribir las tres citas del texto de Heidegger Paisaje creador: ¿Por qué permanecemos en
provincia? (1934), pues muestran con claridad el vigor de su prosa y la
penetración de su pensamiento:
"En
una noche cerrada de invierno, cuando una salvaje y poderosa tormenta de nieve
desata su furia alrededor de la cabaña y oculta y cubre todo, ese es el momento
perfecto para la filosofía. Entonces sus cuestiones se vuelven sencillas y
esenciales. El trabajo sobre cada pensamiento solo puede hacerse duro y
riguroso. La lucha para moldear algo en lenguaje es como la resistencia de los altos
abetos contra la tormenta".
"[...]
y este trabajo filosófico no discurre como los lejanos estudios sobre algo
excéntrico. Permanece justamente en medio del trabajo de los campesinos. Cuando
el mozo de la granja arrastra su pesado trineo y lo guía, cargado a tope con
troncos de haya, hacia abajo en la peligrosa bajada hacia su casa; cuando el
pastor, con el pensamiento absorto y el paso lento, lleva su rebaño ladera
arriba; cuando el granjero en su establo prepara las incontables placas de
madera para su tejado, mi trabajo es de la misma clase. Está íntimamente
enraizado en la vida de los campesinos y relacionado con ella...".
Y el
tercer texto que es el que ahora sobre todo me interesa:
"La
soledad [Einsamkeit] tiene el
peculiar y original poder de no aislarnos [vereinzelt]
sino de proyectar toda nuestra existencia hacia fuera, hacia la vasta
proximidad de la presencia de todas las cosas".
Frente
al aislamiento empobrecedor, frente al quedarse solo de quien se encierra sobre
sí mismo, Heidegger defiende —en expresión de Victoria Cirlot— "una
soledad que es apertura", que nos abre a toda la realidad.
Probablemente
tenga este sentido aquella afirmación de Catón el Viejo que recuerda Hannah
Arendt en La condición humana: “Numquam se plus agere quam nihil cum ageret,
numquam minus solus esset quam cum solus esset”. Arendt viene a traducir aquel
dicho latino como “cuando no hago nada es cuando más activa estoy; y cuando
estoy enteramente a solas conmigo misma es cuando menos sola estoy”.
Realmente
qué profundo, qué inspirador es descubrir que la auténtica soledad no es
aislamiento, no es cerramiento ensimismado, sino que nos abre radicalmente a la
realidad, al mundo, a los demás, a la existencia humana en toda su complejidad.
Cosas de este tipo son las que se pueden aprender leyendo a Heidegger.
Astún,
27 de julio 2019.
Jaime
Nubiola es profesor de filosofía en la Universidad de Navarra, España. Ha sido visitingscholar en las universidad de Harvard, Glasgow y Stanford. Es autor de los
libros El compromiso esencialista de la lógica modal; La renovación pragmatista de la filosofía analítica; El taller de la filosofía; Peirce y el mundo hispánico; Pensar en libertad, así como
de numerosos artículos sobre filosofía del lenguaje e historia de la filosofía
analítica, metodología filosófica, filosofía americana y pragmatismo. Fue
director de la revista Anuario Filosófico.