viernes, 27 de septiembre de 2019

Esteban Lascano. Cine Lasc. El huevo del ángel

Cine Lasc. El huevo del ángel

Por Esteban Lascano

El huevo del ángel. Película de animación japonesa, de 1985, dirigida por Mamoru Oshi.
Unas manos se aprietan. Un huevo de tamaño considerable, que crece sobre unas ramas, contiene una criatura alienígena: era la esperanza de la vida en la tierra. Un ambiente nocturno, numerosas nubes. Un hombre joven con pelo blanco llega a la tierra en una nave sofisticada, llena de antenas satelitales. Cargaba un arma, un bastón gigante con muchos accesorios. Un cielo rojo.
Llega una nave con forma de esfera; del centro emanaba una luz azul, por toda la esfera había estatuas de guerreros y muy intrincados tubos de vapor, sistema de la fuerza que movía a la nave, además de complejas construcciones, todas de un color gris, que parecía propia del siglo XIX.
Una niña vivía en un refugio subterráneo que tenía escaleras, se asoma por un túnel, y ve una ciudad con arquitectura del siglo XIX, con el cielo naranja. La niña era blanca, y tenía cabello blanco. En ese mundo el cielo siempre estaba, o naranja, u oscuro. En una ocasión que estaba oscuro, la niña va a un bosque con árboles muy nudosos, y con vegetación alrededor de un lago. Llevaba el huevo. Llena un matraz redondo de agua, y la bebe.
Soplaba mucho viento, y la niña cruza un puente que estaba sobre un canal. Pasa por puentes y llega a un callejón de la ciudad, que tenía una barroca arquitectura como la del siglo XIX, y la niña llena de agua de una fuente, otros matraces. Pasan por una calle ancha tanques de guerras rojos, y de uno baja un hombre joven con el cabello blanco, que se para frente a la niña, que huye por un callejón, y se mete en un laboratorio, de donde agarra una bolsa, y guarda en ella un frasco rojo.
Vacía un matraz con un líquido rojo, y va a una explanada, en cuyo centro había una barroquísima fuente, con varias gárgolas de las que emanaba agua. Limpia el matraz, y se oyen unas campanadas, y la niña va por un callejón a unas ruinas de unas escaleras, parecía un santuario, y come del frasco rojo, y bebe del matraz. Va a unas escaleras que conducían a un lago, y cuando vuelve a donde estaba antes ve al mismo hombre con su sofisticada arma.
El hombre le da su huevo, que había dejdo solo, y le dice que conservara con ella las cosas valiosas, o las perdería. Entonces le pregunta que había en ese huevo, y ella le dice que no se lo podía decir, y le repite: ¿quién eres?, se aleja de el por los caminos de la ciudad, pero el hombre la sigue de lejos. Tras un tiempo le dice que no la siga, pero el continúa siguiéndola.
Se paran junto a un edificio, y ella le ofrece agua al hombre, que no la quiere. Entonces empiezan a salir unos hombres con cañas de pescar, que trataban de atrapar sombras de peces que se veían en los edificios. La niña se mete a un teatro de grandiosa arquitectura, y admira un vitral roto, a través del cual lo veía el hombre. Las sombras de peces siguen pasando por los edificios, y los hombres les lanzan cañas de pescar, sin conseguir nada.
La niña y el hombre pasan por terrenoss con hierba, y llegan a un templo, en el que había un árbol ramificado, sin hojas. La niña le hace prometer al hombre que no dañaría el huevo, y el le dice que había visto un árbol asi en un lugar donde había un árbol que absorbía vida, y sus ramificaciones protegían un huevo, que tenía un pájaro, que soñaba. Entonces le pregunta que había en el huevo, y ella la guía por escaleras que daban círculos.
En el lugar había huesos de animales, y muchísimos matraces con agua. Al parecer, la niña se dedicaba a colocar matraces llenos de agua en fila, ponía uno diario. Entonces el hombre cita el génesis cuando Dios decide mandar una lluvia de cuarenta días para acabar con la repugnante vida que había creado. Entonces la manda, y todos los seres vivientes mueren, excepto Noé y los que estaban con el en el arca.
Noe envía una paloma, que sería la que le avisara cuando cesara el diluvio. Un día ya no vuelve, indicando que el diluvio había acabado. Cuando se acabó el diluvio, Noé y lo suyos lo olvidaron, y nunca se supo que fue de la paloma, que era la esperanza de vida. Dice no recordar cuando había vistoel huevo, y que probablemente eran ellos fueran como esos peces, meros recuerdos de gente que muerta hace tiempo.
Ella le dice que ese pájaro estaba vivo, en ese lugar, y que era la promesa de esperanza de la humanidad, y le dice que sabía donde estaba el de Noé. Lo guía por las escaleras circulares y le muestra los fósiles de un ave majestuosa, y le dice que ella cuidaba el siguiente y único pájaro que quedaba de esa especie. El hombre dudaba de que fuera bueno lo que había en el huevo, y preparan un fuego en algún piso superior del edificio, y el hombre la acuesta en una cama.
Empieza una fuerte lluvia que causa una gran inundación en la ciudad. Entonces, la niña se duerme y descuida el huevo. El hombre lo agarra, y lo quiebra con su arma, matando al pájaro, la esperanza de la humanidad ante el nuevo diluvio de Dios.
La ciudad, que arquitectónicamente estaba entre el estilo gótico y propio del siglo XIX, se inunda cada vez mas. Los hombres que cazaban sombras se quedan quietos. Entonces la niña despierta, y al ver su huevo destruido, llora amargamente, huye del edificio con ramificaciones y escaleras circulares, ve al hombre regresar a su nave, y se tira por un precipicio. Antes de tocar el agua, ve su alma, pura como la de un ángel, y en el agua, exhala su último suspiro, del que sale una multitud de huevos, que, con el tiempo, ramificaciones los protegen. Estos huevos tenían la esperanza de la continuación humana en la tierra.
El hombre con cabello blanco y su sofisticada arma, se queda mientras se seguía inundando la tierra, y la nave, con luz azul en el centro y estatuas, tenía una nueva estatua, el ángel con su huevo. Muestran la tierra, que era un geoide con forma de prisma rectangular, se veían terrenos vacíos y otros con vegetación.



 
Esteban Lascano estudia preparatoria en el Centro Educativo Patria; desde 2015 es un gran aficionado al cine y en Estilo Mápula es autor de la columna Cine Lasc. En su blog de facebook escribe todos los días textos narrativos y filosóficos, densos y muy originales.

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