Amanece, el mundo se
descubre del manto de la noche
Por Sergio Torres
Amanece, el mundo se
descubre del manto de la noche poco a poco. Avanza el día, despierta la
naturaleza de hábitos luminosos, el hombre se despereza en el lecho, se estira,
tantea debajo de las sábanas para alcanzar esa otra de parte de su piel, de su
corazón, que yace al lado suyo.
En el aire, los vapores
nocturnos se disuelven con la salvaje luminosidad del día, demasiado sutiles,
demasiado frágiles. La luz devora todo, despierta nuevas sombras, refresca los
colores al tiempo que los consume y quita el brillo. La vida pasa, el tiempo
nos encuentra dando vueltas interminables en los mismos sitios, con las mismas
prisas, con la misma gente. Tal vez unos cuantos más y también unos cuantos
menos: el para siempre humano es tan pretencioso como efímero.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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