Lección 43
Instrucciones para haikú
En mi curso de literatura, la joven y talentosa estudiante Gabriela Rascón Licano, escritora mexicana, autora de la novela Desierto rojo, preguntó si es posible escribir en español un poema haikú. Le conté de las aproximaciones posibles a ese acto estético, de los buenos textos de José Juan Tablada como “Es mar la noche negra, la nube es una concha, la luna es una perla”. O aquel otro suyo de lo más misterioso: “El mono me mira, quiere decirme algo que se le olvida”. También de los poemas haikú de Octavio Paz y sobre todo sus magníficos ensayos sobre el tema. Entonces desempolvé aquel viejo texto mío de los tiempos cuando fui profesor en el Colegio de Bachilleres, que a continuación y de inmediato transcribo.
Instrucciones para haikú
El haikú solo se escribe en el trayecto, en el viaje. La caminata.
Este poema contiene entre los elementos de su sonido abstracto la conexión simbólica con alguna de las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño o invierno
El haikú es una contemplación de la naturaleza. De sus esencias: árboles, montañas, estrellas, jarillas, arena, perfume.
El haikú se imagina en la percepción de los cinco sentidos: vista (trazos, líneas, arco iris); olfato (fragancia, jazmín, Perry Ellies); oído (música, sensualidad de una voz, gritos); tacto (un beso, la caricia, el dolor); gusto (saborear la comida, un beso muy profundo, alimentar a tu hijo).
El pensamiento del haikú tiene su disciplina en el arte de la respiración, los sistemas de pensamiento zen, la gimnasia, el ambiente de los samuráis y el universo de las geishas. Estas simbologías podrían hallar similitud en escuelas filosóficas occidentales.
La forma de versificación haikú es estricta. A pesar de que el idioma japonés al ser tan sintético es casi natural para la redacción de haikú, quien lo intente en otros idiomas debe redactar en el sentido de su preceptiva.
El haikú va compuesto por tres versos. El primero de cinco sílabas. El segundo de siete. El tercero, que es la conclusión del poema, de cinco sílabas. De tal suerte, el poema completo tiene 17.
El haikú lleva la puntuación que la gramática marque en el interior de su texto.
El poema haikú expresa un pensamiento completo. Autónomo y sin dependencia de ninguna estrofa anterior o posterior a su escritura.
Aquí concluye esa antigua lección.
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