miércoles, 12 de diciembre de 2018

JChM. Josías Vargas

En la foto Josías Vargas y Victoria Montemayor Galicia

Dylan en el encantamiento narrativo de Josías Vargas. Presentación del libro Mécsico siempre riel, México en el imaginario poético de Bob Dylan


Por Jesús Chávez Marín


Cuando conocí a Josías Vargas a finales de los años setenta del siglo pasado, nunca hubiera imaginado que cincuenta años después estaría en esta mesa siendo uno de los tres presentadores de un libro suyo. En ese entonces él era ya famosillo entre la bronca comunidad intelectual, porque desde ese tiempo tenía bien definido que él era un escritor, un poeta que traía en las manos papeles con versos para las muchachas y otros tantos para la revolución.
Mientras los demás apenas andábamos tratando de decidir nuestro destino, él ya ejercía su oficio de contar historias y de cantar himnos propios y ajenos. Y esto a pesar de que todos teníamos la misma edad e incluso le llevábamos algunos años.
Me parece un milagro de la imprenta, de la magnífica editora Mercedes Macuitl, y también, por qué no decirlo, del Programa Editorial que ella dirige en el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, que ahora tengamos en las manos un libro completo de Josías Vargas, de quien llevamos tantos años leyendo en papeles sueltos sus relatos rebosantes de imaginación, los poemas elegantes, tanto los de estilo occidental como los de estilo japonés, aforismos y reflexiones, crónicas de rock.
Uno de sus libros que circulaba de mano en mano entre la gente más diversa que ustedes se puedan imaginar se llamaba Yonque. Recuerdo haberlo leído como entre sueños, o entre los vapores de no sé qué. También me tocó oírlo leer en voz alta a un poeta local cuyo nombre no viene al caso, quien tenía buena voz y era todo un actor de lo que interpretaba. En fin. Pero dije que Yonke se llamaba, porque ya no existe. La última copia mecanografiada que había se la prestaron, con autorización del autor, a otro conocido quien de manera tan irresponsable como su vida entera la perdió para siempre. Por más lucha que le hicieron un grupo de amigos para recuperar aquel texto, nunca más apareció.
Afortunadamente, estos son otros tiempos y Josías Vargas, escritor nuestro si los hay, ahora tiene a la mano maneras de que sus archivos no se pierdan. Los que nunca se han perdido y en esos él siempre ha tenido confianza, son los recuerdos que guarda en su original memoria. Desde niño ha sido gran lector, y eso se nota desde que hablas con él diez minutos o en cuanto lees el primer párrafo de cualquiera de sus textos.
Su lenguaje es elegante y comedido, sin que deje de mezclar algunas expresiones populares, y a veces demasiado populares, que al contrario de molestar a ningún lector son especie de bromas amistosas, caricias de alma bronca. Así sucede en este libro que ahora se presenta: pasan dos o tres páginas de información firme y segura, de reflexiones originalísimas y de repente aparecen las voces de un cabrón, con todas sus letras.
El libro anuncia desde el inicio su propuesta: demostrar en la glosa de algunas canciones de Bob Dylan que México está presente en la visión simbólica de su expresión artística. México: su cultura, su territorio, fragmentos de su epopeya.
También al inicio advierte que su libro renuncia a la indagación libresca, ya que de eso hay toneladas de obras llenas de citas y de academia, y que sus fuentes directas y casi únicas provienen de los textos de las canciones de Dylan y su manera de decirlas, así lo enuncia literalmente.
A pesar de eso, a lo largo de la obra cita, parafraseándolos, a numerosos autores como Gastón Bachelard, Alejo Carpentier, Juan Rulfo y otros, y de que al final aparece también una discreta bibliografía, Josías Vargas se atiene a la gracia de su puro estilo y su gran memoria para ofrecer un viaje hermoso a través del mundo estético de Dylan, a quien no le regatea su admiración.
El tema del libro está muy enfocado: la presencia de México como región simbólica.
En la primera página de cada capítulo del libro viene una canción de Bob Dylan en inglés, su texto original. En seguida sale la traducción al español tomada de un sitio llamado goddylan.com. Y luego viene lo más delicioso de este libro: la interpretación de Josías Vargas en una prosa muy sencilla y amistosa, detallada y con el lujo de un collar de piedras finas: la lluvia de anécdotas, productos de una imaginación muy rica y de una caudal de información impresionante, escritas por quien más conoce la obra de Bob Dylan en toda la región norte de México: Josías Vargas.

Vargas, Josías: Mécsico siempre riel, México en el imaginario poético de Bob Dylan. Editorial del Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, México, 2018.

Diciembre 2018

3 comentarios:

  1. 100% Admirable!!! felicidades por un buen artículo de un gran hombre!!!

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  2. Felicidades Jesús Chávez Marín, me parece excelente la semblanza que le has dedicado a mi amigo Josías Vargas.Josías es uno de los valores que sobrevivieron a aquellos tiempos un tanto borrascosos de los años 60s, degraciadamente no todos lo lograron. Y he aquí un testimonio de literario de Josías que avala lo que digo. Yo espero sinceramente que Josías, en breve nos de a conocer más y más de la literatura que él lleva en su interior y que , ahora quede atesorada para que no se pierda, como sucedió con el poema "Yonque", que mencionas. Y desde luego que me alegra también de que el programa editorial del municipio lo haya respaldado. Saludos desde aquí a Josías Vargas y a tí por tu interés en pro de la cultura Chihuahuense. BRP

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