lunes, 31 de diciembre de 2018

Erika Cristina Rodríguez Padrón

Orgullo

Por Erika Cristina Rodríguez Padrón

Quienes te desdeñan por tu tez morena,
huaraches de cuero,
la blusa bordada, rebozo, ancha falda,
camisa de manta y simple sombrero.
Quienes de reojo critican tus trenzas,
o hasta ese lenguaje que no comprendieron:
Tzeltal, Totonaca, Tzotzil o Mixteco,
Zapoteco, Chol, Náhuatl, Otomí, Maya o Mazateco.
Así te prejuzgan sin tener idea
de la comunión del sagrado ancestro,
ni saben leer un cielo estrellado de cosmogonía.
Quien te llamó Indio debió tropezar,
con tu franca risa, pura y singular,
indígena gritan, a modo de insulto,
porque simplemente, no saben pensar.
Ya quisieran miles
tener pies ligeros como el Tarahumara,
o hablar con la luna
que cuida los campos y dicta tus siembras,
comprender el Sol,
cuarzos, Equinoccios,  o viejos Solsticios,
o reconocer en otro el saber:  la gran energía.
Al final tu falda  bordada muestra
los valles pintados de multicolores,
india campesina,
¡levanta la frente y camina digna!,
viste tu pasado
y arranca mil versos, pues eres poesía.
Siéntete orgullosa de las bellas flores sobre tu cabeza,
y airosa presume tu bello rebozo
que deja tus hombros al beso del viento.
Luce tus bordados
con hilos de seda sobre el quechquémel,
y tú, buen paisano, sábete encumbrado
en el colorido
del dulce sarape y el alegre poncho,
pues un mexicano, lo es para el mundo,
en traje de charro, de plata oropel,
llevas en la voz cantos de las sierras
Mezquital, Tepehua y aquella Huasteca.
Y ese que critica neófito y cobarde,
desconoce en ti valores tan nobles
como el Nahui Ollin o el Xinicuilli.
Purépecha muestra
el candor que encierra el buen zagalejo,
Coras y Huicholes
presuman al mundo tejedoras manos,
con dedos de artistas y única destreza.
Y tú, oaxaqueña, muéstranos el Sol
junto a las estrellas de tu posahuanco.
Oh China Poblana,
reluce tu cuello lleno de abalorios
y el negro vestido florido de encanto.
Mujer de los Mayas, 
como la llorona, luce tu huipil,
recoge el fustán y deja admirar tus pies de marfil,
presume Jarocho
esa guayabera blanco pavorreal y baila la Bamba,
que mueran de envidia del traje de gala
que luce una Choca hablando Chontal.
Y cuando el idiota que te llamo así,
mire tu grandeza,
di con pecho henchido,
soy Nahua, Huichol, Yaqui, Tlaponeco,
Mexica, Purépecha...
¡Indio a mucha honra!
Porque eres emblema
de una gran nación de cabeza Olmeca,
porque eres el aire donde transitó
el regio Quetzal,
porque este país,  de serpiente Azteca,
¡le debe a tu raza, nuestra libertad!



Erika Cristina Rodríguez Padrón es licenciada en administración por el Instituto Tecnológico de Villa Hermosa, especialista en recursos humanos. Ha sido locutora en tres programas literarios de radio en línea, en Acrópolis Radio. Ha publicado los libros Púrpura y Azul, Cósmico, Multiversos y Cuántico. Es redactora en la revista Crazy Mate, en México, y Alacrán con sede en Madrid.

1 comentario:

  1. Muchas gracias, es un honor para mi esta publicación, porque aunque viva en Tabasco, soy Camarguense de Corazón. Saludos, amigos.

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