Orgullo
Por Erika
Cristina Rodríguez Padrón
Quienes
te desdeñan por tu tez morena,
huaraches
de cuero,
la
blusa bordada, rebozo, ancha falda,
camisa
de manta y simple sombrero.
Quienes
de reojo critican tus trenzas,
o
hasta ese lenguaje que no comprendieron:
Tzeltal,
Totonaca, Tzotzil o Mixteco,
Zapoteco,
Chol, Náhuatl, Otomí, Maya o Mazateco.
Así
te prejuzgan sin tener idea
de la
comunión del sagrado ancestro,
ni
saben leer un cielo estrellado de cosmogonía.
Quien
te llamó Indio debió tropezar,
con
tu franca risa, pura y singular,
indígena
gritan, a modo de insulto,
porque
simplemente, no saben pensar.
tener
pies ligeros como el Tarahumara,
o
hablar con la luna
que
cuida los campos y dicta tus siembras,
comprender
el Sol,
cuarzos,
Equinoccios, o viejos Solsticios,
o
reconocer en otro el saber: la gran
energía.
Al
final tu falda bordada muestra
los
valles pintados de multicolores,
india
campesina,
¡levanta
la frente y camina digna!,
viste
tu pasado
y
arranca mil versos, pues eres poesía.
Siéntete
orgullosa de las bellas flores sobre tu cabeza,
y
airosa presume tu bello rebozo
que
deja tus hombros al beso del viento.
Luce
tus bordados
con
hilos de seda sobre el quechquémel,
y tú,
buen paisano, sábete encumbrado
en el
colorido
del
dulce sarape y el alegre poncho,
pues
un mexicano, lo es para el mundo,
en
traje de charro, de plata oropel,
llevas
en la voz cantos de las sierras
Mezquital,
Tepehua y aquella Huasteca.
Y ese
que critica neófito y cobarde,
desconoce
en ti valores tan nobles
como
el Nahui Ollin o el Xinicuilli.
Purépecha
muestra
el
candor que encierra el buen zagalejo,
Coras
y Huicholes
presuman
al mundo tejedoras manos,
con
dedos de artistas y única destreza.
Y tú,
oaxaqueña, muéstranos el Sol
junto
a las estrellas de tu posahuanco.
Oh
China Poblana,
reluce
tu cuello lleno de abalorios
y el
negro vestido florido de encanto.
Mujer
de los Mayas,
como
la llorona, luce tu huipil,
recoge
el fustán y deja admirar tus pies de marfil,
presume
Jarocho
esa
guayabera blanco pavorreal y baila la Bamba,
que
mueran de envidia del traje de gala
que
luce una Choca hablando Chontal.
Y
cuando el idiota que te llamo así,
mire
tu grandeza,
di
con pecho henchido,
soy
Nahua, Huichol, Yaqui, Tlaponeco,
Mexica,
Purépecha...
¡Indio
a mucha honra!
Porque
eres emblema
de
una gran nación de cabeza Olmeca,
porque
eres el aire donde transitó
el
regio Quetzal,
porque
este país, de serpiente Azteca,
¡le
debe a tu raza, nuestra libertad!
Muchas gracias, es un honor para mi esta publicación, porque aunque viva en Tabasco, soy Camarguense de Corazón. Saludos, amigos.
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