jueves, 29 de febrero de 2024

Monologo de cumpleaños. Karly S. Aguirre

Monologo de cumpleaños

 

 

Por Karly S. Aguirre

 

 

Nacer el veintitrés de diciembre es un destino peor que la muerte. Significa que tu cumpleaños jamás será festejado debidamente, pues para los demás solamente es el día antes de noche buena y Navidad. Tu familia te prepara una cena insípida porque guarda energía para el gran banquete navideño, los amigos cancelan su asistencia a tu fiesta por la misma razón. Nada puede restarle protagonismo e importancia al cumpleaños de un dios.

*

Hoy compré mi primera veladora, necesito un milagro. Voy atrasada al lugar en el que planeaba estar a mis veinticinco años. Tomé decisiones que parecían atajos y solo fueron reveses. No me malentiendan, no es queja, pues gracias a aquellos caminos sinuosos aprendí valiosas lecciones, como dice mi mamá, lo que no aprendes a la buena (con proverbios mexicanos) la vida te lo enseña a la mala.

Siempre he sido una soñadora que cree en la magia, por años pedí mis deseos a las 11:11. Cuando tenía doce, deseaba que todos los días fueran sábado. Cuando tenía dieciséis, deseaba tener mi primer novio. A los dieciocho, un auto. Y a mis veinticinco deseo tener un trabajo cómodo con buena paga, en un lugar donde me traten como persona al brindarme los beneficios que por derecho me corresponden y, si no es mucho pedir, que también sean amables.

Tampoco piensen que no sé lo que es trabajo duro y que soy de esas personas que esperan que la vida se resuelva por arte de magia. Si bien me aferro a creencias esotéricas, es solo para tener a algo de dónde asirme y no ser tragada por el nihilismo, que como agujero negro todo lo absorbe.

Seguramente a ustedes les ha pasado, también trabajé en lugares donde exigen mucho y pagan poco, y he sido juzgada por no quedarme más de un día en dichos lugares.

Siempre he sido juzgada por escuchar a mi corazón. Me juzgaron cuando quise estudiar artes en el bachillerato, luego cuando quise estudiar literatura en la universidad. Allí paré y escuché a los demás, seguí un camino trazado por ideas de éxito que otros me habían implantado, y como era de esperarse todo salió mal. Cuando renuncié a ese camino ¿adivinen qué? me juzgaron nuevamente. Me han juzgado por mi nariz, dientes, peso, cabello y hasta por mi intensidad, como si fuera algo malo vivir la vida intensamente. Y es un don que no todos tienen.

Voy a la mitad de mis veintes, he vivido un cuarto de siglo y siento que mi vida comienza cada día. Todos los años pasados fueron un preámbulo a una vida plena, con mis reglas, siendo fiel a mis principios, siguiendo el único camino que siempre debí haber ser seguido. El mío.

 

 

 

Karla Ivonne Sánchez Aguirre estudió en el bachillerato de artes y humanidades Cedart David Alfaro Siqueiros, donde estuvo en el especifico de literatura. Actualmente estudia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH. Escribe relatos y crónicas en redes sociales.

miércoles, 28 de febrero de 2024

El creador. Carmen Julia Holguín Chaparro

El creador

 

 

Por Carmen Julia Holguín Chaparro

 

 

 

 

                                   Para Ruby Myers

 

 

Me tomaste, semilla casi vana,

entre tus manos.

Adivinaste la mustia promesa

que se escondía en el cascarón

y soplaste el aliento de vida

que necesitaba.

 

Con tu canto milenario

me hablaste en todos los idiomas

que conocías,

me leíste textos antiguos

en tertulias sin fin,

me contaste de los ritos de pasaje

de tus ancestros,

de tus viajes a la China,

de la solidez de su cultura

y de su muralla;

de cuando estuviste en la Sierra Tarahumara

y de sus pies ligeros,

de los ríos que cruzaste por el mundo,

de la necesidad de volver siempre

a la raíz.

 

Me guiaste hacia el fuego sin lastimarme

y me revelaste, uno a uno,

tus secretos de sereno patriarca.

 

Regaste a sal y sol mi tímida simiente

y la hiciste germinar

bajo tu mirada severa y curiosa.

 

Cuando de pronto apagaron tu luz

y languidecieron los verbos

bajo el rostro del espanto

hubo que recordar tu voz

de tonalidades ancestrales

retumbando en todos los espacios

donde te conocieron,

hubo que recordar el eco de tu voz

cimbrando cuerpos y conciencias,

miedos ajenos y propios.

 

Hubo que revivir, sobre todo,

no el recuerdo

sino la presencia de tu risa primitiva,

absoluta,

c r e a d o r a ,

para volver a escribir poemas.

 

Ahora, pupila insomne, contemplo

cómo desde estos dedos arrugados

de niña vieja,

desde estos ojos nublados

y estos labios que te nombran

hacedor de sueños,

me brotan versos agua,

palabras lluvia, oraciones rocío,

para abonar la tierra

que te cobija cálida y generosa…

 

En tu memoria,

m a e s t r o

la creación

n o   s e   d e t i e n e .

 

 

 

Carmen Julia Holguín Chaparro es doctora en literatura hispanoamericana por la Universidad de Nuevo México. Al lado de su trabajo académico, escribe cuento y poesía. Ha participado en encuentros de escritores en distintas partes de México, Estados Unidos y Argentina; hay textos suyos en antologías y revistas de México, Estados Unidos, España y Uruguay. Tiene dos libros de poemas: A tu prójimo amarás (2008) y El que tenga oídos… (2014).

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martes, 27 de febrero de 2024

Declaración de extranjería. Lilvia Soto

Declaración de extranjería

 

 

Por Lilvia Soto

 

 

Sostengo que nací, pero no aquí,

soy hermana de los de piel de medianoche,

los de espíritu de aurora,

los de sabor a canela,

los dulces como el maracuyá,

los que creen en Jesús,

en Alá, Yahweh, Buda, Tláloc,

o en abrazar al triste

y alimentar al hambriento,

los de sexualidad polimorfa,

y los castos como un unicornio,

los que nacieron aquí, o ahí,

los que piensan nacer

en altamar,

o en una nave espacial,

este año, o el próximo.

 

Ratifico que sí nací, pero no aquí,

que cuando quiero conversar

con el Espíritu Creador,

le ruego, Bendice

a los adolescentes y a los niños,

bendice las abejas, las lombrices,

los perros de la pradera,

bendice los tejocotes,

el epazote, la flor de calabaza,

el sol, el viento y el granizo,

el alcatraz y el cempasúchil,

bendícenos a los lunáticos,

y no olvides a los extraterrestres.

 

Juro que sí nací, pero no aquí,

que aquí y allá,

soy dolorosa, extraordinaria,

irremediablemente,

extranjera.

 

 

 

Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.

La chica que toma café del otro lado del local. Sergio Torres

La chica que toma café del otro lado del local

 

 

Por Sergio Torres

 

 

La chica que toma café del otro lado del local está en lo suyo. Lee apresurada, sonríe, frunce el ceño, suspira, se reclina en la silla, se apoya en la mesa, da vuelta a la página, sorbe el café (latte en leche deslactosada con un shot de almendras), se arregla un mechón escurridizo que escapó de su peinado hecho aprisa. Lee y bebe café, ¿espera a alguien? ¿viene a escapar de alguna rutina? Ni idea. Coincide con mis miércoles de hacer nada en los que dejo la ropa en la lavandería y deambulo por el centro, llego al café y pido un americano señalando con el índice mi mejilla: negro, mediano, caliente; tuve que explicar solo una vez a Cecilia, la barista de los últimos seis meses, recién egresada de arte dramático y sin empleo en el mundo del teatro por el momento, que ha sido parte del personal por más tiempo del que tenía pensado cuando recién llegó aquí. En esta historia, ambas chicas son personajes. En su historia ¿existo?

 

 

 

Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

Carlos Montemayor, in memoriam. Aracely Sánchez Ruiz

Collage de Aracely Sánchez Ruiz

Yo opino/ la columna de Aracely

Carlos Montemayor, in memoriam

 

 

Por Aracely Sánchez Ruiz

 

 

Al cumplirse mañana catorce años de su partida, recordamos a Carlos Montemayor, destacado escritor, analista, cuentista, ensayista, investigador, poeta, traductor e intelectual en toda la extensión de la palabra.

Nació el viernes 13 de junio de 1947, en Hidalgo del Parral, donde hizo sus primeros estudios y la preparatoria en la Universidad de Chihuahua. Obtuvo la licenciatura en derecho (2002)​ y una maestría en letras iberoamericanas (1965-1971) en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Real Academia Española y de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas.

Hombre de letras y lingüista nato, estudió hebreo en El Colegio de México, además hablaba francés, griego (arcaico, clásico y vulgar), inglés, italiano, latín y portugués, lo que le permitió traducir obras como la cantata Carmina Burana y las Odas de Píndaro, entre otras.

Su libro Tarahumara es un completo compendio sobre los rarámuri de la Sierra de Chihuahua.

Como novelista escribió Mal de piedra (1980), Minas del retorno (1982), Guerra en el paraíso (1991), Los informes secretos (1999), Las armas del alba (2003), La fuga (2007) y Las mujeres del alba (2010).

Se distinguió en la poesía, con textos como Abril y otros poemas (1979), Finisterra (1982), Los amores pastoriles ‒y en el relato‒: Las llaves de Urgell (1970), El alba y otros cuentos (1986), Operativo en el trópico (1994), Cuentos gnósticos (1997), La tormenta y otras historias (1999).

Poseedor de una tesitura de tenor, sobresalió también en el canto e incluso grabó tres discos con el pianista Antonio Bravo: El último romántico, Canciones napolitanas e italianas y Canciones de María Grever.

Montemayor recibió premios internacionales como el Juan Rulfo por su cuento Operativo en el trópico; Xavier Villaurrutia por Las llaves de Urgell; José Fuentes Mares por su libro de poesía Abril y otras estaciones, y Colima, de narrativa, por Guerra en el paraíso.

Se caracterizó igualmente por su activismo social, sobre todo en favor de los grupos vulnerables de México.

A pesar del fatal diagnóstico de un tumor maligno que se le había detectado a finales de 2009, con gran fortaleza continuó colaborando con el periódico La Jornada, sin embargo ya no le fue posible ver publicado su último libro La violencia de Estado en México: antes y después de 1968.

El domingo 28 de febrero de 2010 Carlos Montemayor perdió la batalla, después de haber permanecido hospitalizado varios días en el Instituto Nacional de Cancerología de CDMX.

Pero más allá de la herencia cultural que dejó a los chihuahuenses, para Victoria Montemayor fue el padre que le apoyaba cuando tenía un problema, al que recurría cada vez que tenía una duda personal, de estudios, o de cuestiones literarias.

En una entrevista que le hice hace doce años, con motivo del segundo aniversario luctuoso, lo describió como un padre que estaba ahí, que cocinaba, reía, con quien podía pasar horas platicando. Al que le tenía toda la confianza del mundo, pues era un gran confesor y sabía muchos aspectos personales de su vida, “un gran padre, tierno, amoroso, que me dio muchísimas cosas”.

Le transmitió su visión humanista y gran amor por las artes y la naturaleza, “a respirar la tierra húmeda, a contemplar el cielo en una noche estrellada, la lluvia, lo hermoso que es la vida humana”.

Y reveló que los recuerdos más significativos que guarda son aquellos días en que iba a cenar a su casa y conversaban de lo que estaba haciendo cada uno.

“Cuando estaba investigando para Las armas del alba, o La fuga, o Las mujeres del alba, llegaba muy emocionado a platicarnos de cuando venía a Chihuahua, la parte realmente íntima, cuando él y yo nos sentábamos a charlar de mis planes y de los suyos”, comentó.

Así mostraba Victoria en ese entonces su orgullo de apellidarse Montemayor, “es un gran honor y toda la obra que mi papá dejó, para mí es un legado inmenso”.

En el presente, la también poeta y ensayista habló del profundo vacío que le dejó la pérdida de su padre, “es un dolor que no cesa, un desear su presencia, escuchar su voz, posarme en sus brazos, desear que todo estuviera bien, hablar de literatura, de mis traducciones, de mis ensayos, de mi escritura, oír su risa, ver sus ojos verdes. Escuchar sus palabras, sus pensamientos prístinos y claros”.

Y así se refirió a su legado, “qué decir a 14 años de distancia, ¿hablar de guerrilla o de poesía? ¿Hablar de análisis político o de traducción? ¿De cuento o novela? Su obra permanece, su voz aún resuena. Falta su presencia”.

 

 

 

 

Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.

lunes, 26 de febrero de 2024

Loa para Hortensia Ruiz. Víctor Ele Ruiz

Loa para Hortensia Ruiz

 

 

 

Por Víctor Ele Ruiz

 

 

 

para mi hermana Hortensia, en su partida.

 

 

En el aura de los sueños conocí la plenitud de tus ojos. Había un mar con perlas en tu frente y el gesto de flores de tu risa se refugió en mi nostalgia.

No olvido tu papel de madre en la tutoría de la Escuela Normal. ¡Nunca me dijiste nada! Fuimos cómplices del silencio y la melancolía.

Porque a pesar del ramillete de sangre que llevamos en el alma nos unió la gracia de ser guerreros, de ser silentes en el amor y convertirnos en la galaxia de tu universo.

Porque te volviste poesía con alas fragua de acero que doblegó cada vértebra de mi pensamiento.

Tu partida, hermana, es el preludio de la obra que nunca escribí de ti. Porque tú eras eterna en mis idilios.

Eres la cuenca de mis ojos donde terminan los ríos de la memoria.

Ahora eres piel de Dios.

Tu silencio nos bendice siempre.

Te abrazo en las hojas del otoño para que tu viaje también sea nuestro, y que con la lluvia de plegarias:

Brille tu luz en la más alta catedral del viento.

Te abrazo con la divina gracia del pensamiento para que encuentres la rayuela que juntos construimos en el polvo.

 

 

 

Víctor Ele Ruíz es dramaturgo, cuentista poeta y director teatral. Fundó la Compañía de Teatro Tlatoani en 1993, cuya actividad continúa de manera permanente hasta el día de hoy. Realizó estudios de pedagogía, literatura dramática, historia, filosofía y teatro.  Autor de 49 obras dramáticas. A lo largo de 25 años ha dirigido 85 obras de diferentes autores, con las cuales ha realizado giras estatales, nacionales e internacionales por países: EUA, Cuba, Panamá, El Salvador y Costa Rica. Ha publicado cinco poemarios: Cuatro retratos para odiar a Dios, Serpiente, Táchira, donde nace el diluvio, Campos ignotos y Seis lustros de letras. Sus textos teatrales están contenidos en el libro Buitre con corbata de colores y las obras juveniles en la obra ZeldaZul. Es autor del libro de teatro para jóvenes Anzuelo de pez. Su publicación más reciente es Autorretrato de un jilguero en color sepia, que contiene 6 piezas dramáticas.

Podcast de Estilo Mápula en Frecuencia Mercurio. Víctor Córdova

 

 

 

 

 

Víctor Manuel Córdova Pereyra es licenciado en artes escénicas y máster en humanidades por la UACH. Ha publicado cuatro obras de teatro en la misma Universidad Autónoma de Chihuahua; también un poemario, en coautoría con Erbey Mendoza, que se titula Entorno de los días, publicado en la Editorial de la Secretaría de Cultura del Estado Estado de Chihuahua; ensayos en las revistas Synthesis y Metamorfosis de la UACH, así como en Solar del antiguo Ichicult. Actualmente es coordinador académico en la Secretaría de Investigación y Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH.

Códice de luz. Héctor Contreras López

Códice de luz

 

 

Por Héctor Contreras López

 

 

 

Para Carmen Julia en nuestros primeros 15

 

 

 

Agreste es tu escarcha, de bronce

tus brazaletes, pregunta de piedra

 

Me atrapas en el crepitar

de tus constelaciones, surges

desde la hendidura antiquísima

de la roca; saltas, cuernos al aire,

con el borrego cimarrón,

brincas junto al ciervo.

                    Con la textura

de tu cara de círculo me reconozco.

Miras sin ojos al cielo, tenaza

voraz de tu mano; tu cuerpo,

de óxido de olvido.

 

Allá arriba, en el llano azul

de tu extensa empuñadura, me quiebro

en dos.

               Soy el impulso,

soy el pedernal soy la lluvia

que sale del cascarón cósmico

y se despega

de las incrustaciones

prendidas a la cornamenta.

 

El bramar del venado y el temblor

que surge de su hocico

                    nos alcanzan

a lo largo de milenios en curso

como la tormenta que devoró

tu brazo izquierdo,

la que patinó tu solar

para que ya nada cambiara

sobre tu piel de siglos.

 

Me deslizo desde el altar, sereno;

me elevo con el águila,

fluyo del magma hacia la luz,

desde la brisa que mece la hierba

y te recubre a ratos.

 

La serpiente de cuatrocientas

patas me acosa; apenas

                    soy la araña

desde la profundidad de la sombra

salamandra o caracoles calcáreos,

monumento sin nombre,

eterna explosión que se extiende

a los confines de tus miembros.

 

               Soy la gota de agua

que te abrió al tiempo;

soy el invierno y sus glaciares,

la brillantez que te cubre

y que te arropará ya

                    para siempre.

 

 

 

Héctor Contreras López es un escritor, traductor e investigador independiente originario de Chihuahua. Ha publicado los libros de poemas Memoria de la piedra (Ichicult, 2006), El árbol de la aurora (Ichicult, 2011) y Pochitoque (Arde Editorial). Desde 2015 es coordinador del Taller de Traducción Literaria Ricardo Aguilar, en Albuquerque, Nuevo México, y en la ciudad de Chihuahua.

Ediciones de autor. Benito Rosales

Cocodrilo Bit

Ediciones de autor

 

 

Por Benito Rosales

 

 

El gusto por escribir y publicar libros me ha llevado a descubrir un mundo que mucho tiempo me había sido ajeno. Tarde años en darme cuenta de lo que era un escritor independiente, asumirse como uno, y reconocer su alcance y limitaciones.

Lo poco que sé de la industria editorial lo adquirí en base a mi propio esfuerzo. En los talleres literarios donde me ha tocado participar, poco o nada se habla de las editoriales. La atención ha sido en poemas y los cuentos, en la obra; pero no de la parte de llevarlos escritos a los libros.

Hablar del tema es poco claro, la conversación se llena de dudas, quizá porque se mezclan otros intereses, no solo los que van relacionados con el valor, o no valor, de la obra, sino de dinero y relaciones de poder.

Hoy hablaré entonces de las ediciones de autor.

Con la crisis financiera de la mayoría de las editoriales, si no es que todas, lograr que una editorial en forma te publique un libro es difícil: las apuestas son a escritores consagrados, a libros donde el riesgo de no venderlos sea menor.

En cambio, un escritor independiente es cualquier cosa menos garantía de ventas: un desconocido a quien más allá de su círculo de amistades y familiares cercanos nadie leerá, salvo en honrosos casos.

En este contexto, una vía para dar a conocer la obra son las ediciones de autor, que no son otra cosa que una edición asumida completamente por el autor.

Cuando un escritor llega a un acuerdo con una editorial, esta asume tareas que van más allá de los textos, como la presentación física del libro, el marketing, la distribución, etcétera. El autor se concentra en el contenido, en el desarrollo del escrito, pero el diseño del libro, de las pastas, de la tipografía, es de la editorial.

Esto libera al autor para concentrarlo en su oficio: la creación de obra.

La desventaja en este tipo de acuerdos es que el autor solo obtiene un porcentaje de las ventas, el cual es mínimo: la ley federal de derechos de autor establece un 10%, lo cual resulta claramente injusto. Si bien no está invirtiendo dinero por la publicación de su libro, las ganancias que obtiene son mínimas.

¿Entonces es mejor realizar ediciones de autor?

En principio: no. El oficio de un escritor es crear una obra literaria. No es vendedor. No es diseñador de marketing. No es editor. No es promotor cultural. No es facilitador de lectura. Aunque haya personas que sí compartan estos perfiles, no son la mayoría, y publicar en solitario un libro representa asumir todos estos perfiles.

Es todo un reto la promoción, distribución y venta, lo cual limita en el alcance que va a tener la obra en su socialización con la comunidad literaria.

Y si a esto agregamos que en México se lee poco, que la industria editorial está mermada y la escasa preocupación de los gobiernos en que se lea, que haya libros, y que los libros sean del país, el escritor independiente está condenado hacer doble o esfuerzo para dar a conocer su obra.

De ahí el gran valor de quien lo intenta.

Les comparto algunos artículos electrónicos para quien desee ampliar el tema:

 

https://www.lajornadamaya.mx/opinion/214659/que-es-una-edicion-de-autor-autopublicacion-editor-escritor-libro

 

https://www.alexlib.com/que-es-un-autoeditor.htm

 

https://www.easdalcoi.es/es/proyectos/edicion-de-autor/

 

Monterrey 25 febrero 2024

 

 

 

Benito Rosales Barrientos nació en Monterrey, ha participado en talleres literarios de su ciudad natal. Es autor de los libros: Sobre la cornisa del laberinto, poemas; Cuando estos cielos caigan como ojos de gato, poemas; Las flores del jardín, cuento, 2017; La niña y la serpiente, cuento, entre otros.

domingo, 25 de febrero de 2024

Testimonios de la Revolución. Alberto Heredia Castillo

Foto Pedro Chacón

Testimonios de la Revolución

 

 

Por Alberto Heredia Castillo

 

 

Mi papá Miguel Heredia Vargas nació en 1907, en la calle Escorza, donde le decían “Los Tres codos”, muy cerca de la Plaza Hidalgo, que ya existía. Él platicaba que de niño le tocó conocer a Pancho Villa, pues con su hermano Cayetano, unos años mayor, salían con unos costales harineros a recoger casquillos en las calles cercanas, que quedaban de las balaceras entre los de Pancho Villa y los de pascual Orozco.

Un día los sorprendió un combate y se refugiaron bajo unos carros estacionados cerca del palacio de gobierno. Cuando todo pasó, rápido siguieron en su labor, porque habían quedado muchos casquillos.

Los vio un soldado y los agarró de un brazo a cada uno y los llevó con un superior. Aquel señor güero y grandote era Pancho Villa, quien los regañó y les dijo que debían cuidarse, porque los podían matar en cualquier momento si los volvía a sorprender un combate. Les dieron de comer y una bolsita de monedas de oro, así las veía él, luego les pagaron por sus costalitos llenos de casquillos que los revolucionarios volvían a cargar para utilizarlos.

También platicaba que sus dos hermanas mayores, Benita y Chalía, trabajaban en una fábrica de ropa cerca de la Cervecería, por la calle Juárez. Un día que salieron del trabajo y caminaban rumbo a la casa las sorprendió un combate y a Chalía le dieron un balazo en un brazo. Estuvo semanas enferma por la herida y hasta que se curó volvió al trabajo.

Otro testimonio fue el de don Alfonso Fierro, hermano o primo del general Roberto Fierro, el aviador. Vivía en lo que fue El Palomar y platicaba que los revolucionarios que acampaban en las explanadas (que hoy son parques), jugaban apuestas parándose en sus caballos y aguantaban sin moverse, las balas de cañón que les lanzaban desde el centro de la ciudad.

Don Alfonso se fue con su familia a Estados Unidos en la época de la Segunda Guerra Mundial y allá murió.

Decía que todos traían unos pañuelos rojos en su cuello.

Estos relatos de viejos que murieron hace muchos años no forman parte de la Historia positiva, pues no están en los archivos, pero como esos hay muchos testimonios que se han olvidado.

 

 

 

Alberto Heredia Castillo nació en Chihuahua el 2 de julio de 1945. Escuela José Ma Mari 138 y Colegio Patria, la primaria, Benemérita Escuela Normal del Estado, Normal Superior José E Medrano. CCHEP. PCM. PSUM. PRD. Morena. Jubilado.

sábado, 24 de febrero de 2024

La Paradoja + Facebook/ autores varios, al alimón. Transcripción: Jesús Chávez Marín

La Paradoja + Facebook/ autores varios, al alimón

 

 

Transcripción: Jesús Chávez Marín

 

 

Laparadoja.com.mx viernes 23 febrero 2024. NO hay pex, dijo el Rector, con todo y que pretenden hostigarnos con estrategias políticas, queremos ayudar a los alumnos que realmente desean estudiar en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Entonces, ayer en rueda de prensa, se anunció que tendrán sólo hoy para inscribirse en las diferentes facultades para que no pierdan su semestre en la UACh… más no se puede, asumiendo que fueron engañados con los amparos.

Así, Luis Alfonso Rivera Campos se comprometió con los cientos de estudiantes que se han presentado en contra del pago de inscripción, para que este viernes aprovechen una prórroga de pago, pues de lo contrario corren riesgo de perder el semestre. El pago se podrá realizar solamente en las cajas únicas ubicadas dentro de ambos Campus de la Universidad, así como aquellas cajas de pago ubicadas en distintas extensiones en un horario de 08:00 a.m. a 3:00 p.m.

El Rector de la UACh explicó que este ejercicio se hace de manera extraordinaria, con la mejor voluntad de los maestros y el personal administrativo, para estar a tiempo de que la lista que se les otorgue a los catedráticos el primero de marzo ya aparezcan sus nombres (de los amparados), sobre todo buscando el escenario de algunos alumnos que han estado yendo a clases, según el horario que hicieron.

Rivera Campos insistió en que las clases ya están avanzadas en este semestre y recordó que los estudiantes amparados, al no haber pagado su inscripción conforme a los tiempos establecidos por la Universidad, siguen sin aparecer en las listas de sus respectivas facultades.

Por lo anterior, señaló, se estableció como medida preventiva a un escenario de pérdida de semestre, una prórroga única el día de hoy para que los quejosos puedan pagar su inscripción en tanto se desahogan los juicios de amparo por el Poder Judicial.

Héctor Jaramillo: El amparo es bajo la premisa constitucional del derecho a la educación. Si los amparados pierden el semestre, el rector se verá en serios problemas por desacato.

Jesús Chávez Marín. Buenos días, Héctor Jaramillo. Dudo mucho que una pequeña tropa de litigantes tramposos le ganen a un abogado.

German W. Orrantia: Héctor Jaramillo es estúpido y ofensivo, tanto a la Constitución como a la Universidad, y a los mismos promovientes del argumento.

Héctor Jaramillo: Un amparo federal concedido es un amparo federal concedido, así sea promovido por quien sea promovido. No tomo partido porque desconozco el fondo, pero entiendo lo que un amparo significa, y entiendo también las consecuencias de no acatarlo.

Héctor Jaramillo: German W. Orrantia dile eso a quienes concedieron el amparo. Porque el amparo está concedido. Insisto: yo no tomo partido, solo menciono las consecuencias de desacatar un amparo. Xóchitl se amparó para que AMLO no hablara de ella, y AMLO siendo presidente acató esa orden.

Jesús Chávez Marín: Sin embargo, Héctor Jaramillo, Sabes muy bien que esto no se trata de justicia sino de sabotaje contra una institución honorable.

Jesús Chávez Marín: Tú viste, Héctor Jaramillo, que amlo acató nada.

Héctor Jaramillo: A ver. Espero que quede claro el sentido de mi comentario:

  1. Ni defiendo a unos ni denuesto a otros. Que quede claro.

  2. Solo expuse una situación técnica: un amparo federal concedido es un amparo federal concedido. Desacatar ese amparo tiene consecuencias legales.

  3. La solución que ofrece el rector va contra el espíritu de ese amparo, y por tanto sigue siendo desacato.

  4. Por tal motivo el rector puede enfrentarse con un problema legal serio.

Ese es mi comentario.

German W. Orrantia: Sí pero es lo mismo de toda la vida con los amparos de gratuidad.

Eso existe que yo tenga memoria desde hace 30 años. Es puro verle la cara a los que promueven y generar discusión estéril. Conceder el amparo es parte del juego de ajedrez donde le das cancha al que trae fichas de damas chinas.

Técnicamente es un absurdo, y hasta en la prensa ha estado documentado los amparos de toda la vida empezando por la UNAM. Pero políticamente es útil para el que mueve el agua. Ve y platica con los lepes y sus papás, oye las babosadas que les dicen.

Héctor Jaramillo: Yo vi que AMLO sí acató. O más bien escuché, porque las mañaneras las escucho, no las veo (hago otras cosas mientras lo escucho).

Tal vez si tú no viste las mañaneras en ese periodo pudiste NO VER que lo acató, pero no puedes decir que viste que no lo acató. Y menos puedes decir que yo vi que no lo acató.

Héctor Jaramillo: respuesta a German W. Orrantia: Acabo de responderle a Jesús. Solo describo una situación. Si es arma política, si es absurdo, si es lo que sea, la situación existe. Y al existir tiene repercusiones.

German W. Orrantia: Sí, Héctor Jaramillo, y yo estoy respondiendo a tu premisa.

Jesús Chávez Marín: Bueno, Héctor Jaramillo, a ver si un día de estos decides creerte.

Jesús Chávez Marín: Buenas tardes, maestro German W. Orrantia. Tiene usted razón en ambos sustantivos:

  1. el argumento de dichos litigantes es estúpido e ilegal

  2. el señor Jaramillo también es estúpido, a veces, aunque, (créamelo), la mayor parte del tiempo es un gran artista, a pesar de que tiene una gran auto complacencia en teorías de conspiración.

German W. Orrantia: He tratado de no usar peyorativos, aún cuando son tan ganados. Todos cometemos errores, y al ser repetidos se convierten en estupideces. A todos nos pasa. Evidentemente Jaramillo es un feligrés de malas causas. O tal vez además beneficiario de las mismas, cosa que no me consta y sería lamentable. En fin. Qué haríamos sin pasar unos minutos a la carpa de los payasos.

Jesús Chávez Marín: Exacto, amigo German W. Orrantia.

Katya Galán Uribe: Ojalá que lo inhabiliten por el desacato.

Jesús Chávez Marín: Buenos días, Katya Galán Uribe. Dudo mucho que una pequeña tropa de litigantes tramposos le ganen a un abogado.

NoErudita Martínez: Qué buenas personas ellos, tan conscientes y condescendientes con los alumnos, que les vale madre un resolución judicial y aplican el chantaje para salirse con la suya. El reclamo de los alumnos es justo y me atrevería a decir que necesario, en una universidad estatal que tiene uno de los primeros lugares dentro de la lista de las más caras del país y uno de los últimos en la lista de nivel académico.

Jesús Chávez Marín: Buenas tardes, NoErudita Martínez. Fíjese usted muy bien: esto no se trata de justicia sino de sabotaje contra una institución honorable.

Carmen Rodriguez: Lo bueno sería que el rector dejase a los y las alumnas cursar sus estudios. Qué lástima de UACH. El pueblo dificílmente accede a la educación superior y para muestra basta este botón.

Jesús Chávez Marín: Buenas tardes, Carmen Rodriguez. Fíjese usted muy bien: esto no se trata de justicia sino de sabotaje contra una institución honorable.

Elenco: Laparadoja.com.mx, Héctor Jaramillo, Jesús Chávez Marín, German W. Orrantia, Katya Galán Uribe, NoErudita Martínez, Carmen Rodriguez

viernes, 23 de febrero de 2024

La ruta de los íconos de Brisa Carbajal. Lourdes Ramos Peña

La ruta de los íconos de Brisa Carbajal

 

 

Por Lourdes Ramos Peña

 

 

La Universidad Autónoma de Chihuahua a través de la Dirección de Extensión y Difusión Cultural Presenta La ruta de los íconos, de Brisa Carbajal

La artista nació en Ciudad Juárez, es egresada de la licenciatura en artes plásticas en la Facultad de Artes de la UACH. Cuenta con once exposiciones individuales y quince colectivas a nivel local y nacional, ha participado en producciones de teatro y cine, en el diseño y la realización de escenografías y utilería, además de ilustrar portadas de discos.

Carbajal es docente de artes plásticas en instituciones educativas a nivel licenciatura y media superior en la ciudad de Chihuahua. Ha recibido premios, distinciones y reconocimientos. produce el dibujo, la acuarela y el grabado, llevados a diferentes formatos. Su obra actual muestra temas del entorno social como la mujer y la naturaleza, aborda conceptos desde la fantasía y la literatura, expresados de manera figurativa, a veces colorida, a veces monocromática.

La ruta de los íconos es una serie de catorce grabados de formato mediano, elaborados en linografía sobre papel, técnica mexicana y artesanal que muestra de manera monocromática cada lugar; algunas vistas y composiciones son amplias, pero también se aprecian detalles del paisaje y de la arquitectura, edificaciones icónicas, con la variedad de estilos que conviven en la ciudad de Chihuahua.

La inquietud por realizar este proyecto es la de provocar una reflexión en su valor patrimonial.

La inauguración de esta exposición temporal es el jueves 29 de febrero a las 18:00 horas en el Poliforum Cultural Universitario.

Abierta al público en general a partir del 1 de marzo, la muestra permanecerá hasta el 21 de marzo, entrada libre.

Poliforum Cultural Universitario Escorza 900 Centro Histórico Teléfono 439-1500 extensión 2026 Arq. Lourdes Ramos Peña.

jueves, 22 de febrero de 2024

Los nombres. Luis Fernando Rangel

Los nombres

 

 

Por Luis Fernando Rangel

 

 

—De las hijas de don Espiridión, la más bonita es-Panta.

—Nombre, pues si la más bonita espanta, ¿cómo estarán las otras?

Así decía mi abuelito Pascual. Es que allá en el rancho todos se llamaban así. Medio raro. Pantaleona se llamaba la muchacha. Pero dicen que sí era guapa ¿Te imaginas? Por eso le decían Panta. Si el nombre lo tenía feo, al menos lo demás lo tenía bonito. Es más, ¿a que ni sabes cómo se llamaba mi abuelita? María Cleofas. Pero dice mi padrino el Güero que se cambió el nombre, se dejó nomás el María. Quién sabe si sea cierto, pero ya ves cómo eran las cosas antes. Uno llegaba a un lado, decía las cosas y ya, se daban por hecho. Cuando se mudaron de Satevó a Velardeña, o a San Antonio no me acuerdo bien, llegó y se presentó: María Mendoza, mucho gusto. Hasta había una cantante famosa que se llama así. Pero el Cleofas lo dejó en Satevó y, pues, yo ya nunca escuché que nadie le dijera así.

Es como tu abuelito Lolo, cuando mijo Braulio le llevó a Pepe, para presentarlo, ¿te acuerdas? Bueno, igual y no, porque estabas muy niño. Pero era cuando tenía el rancho allá rumbo a San Diego de Alcalá. Braulio llegó y le dijo: mire, abuelito, aquí está mijo, se llama José Manuel. Se llamaba José por el abuelito de Susana y Manuel por mi papá. Y Lolo le dijo: ay mijo, le hubiera puesto como mi abuelito. Y Braulio le preguntó: ¿pues cómo se llamaba su abuelito? Y él le dijo: Saturnino. Braulio nomás se estaba riendo, el condenado. ¿Te imaginas? ¿Cómo le iba a poner Saturnino? Aunque el papá de Lolo se llamaba Ignacio, ese nombre sí está bonito. Me gusta cómo suenan los nombres. Dolores Rangel e Ignacio Rangel. Jacobo era el otro abuelito. Ah, pues tu papá sí te contó de él, era el viejito que parecía santoclós: la barba larga larga y canoso, así, bien blanco.

Tú te llamas Luis Fernando por Ramón, porque cuando estaba embarazada le pregunté a mijo, tenía como tres o cuatro años, y me dijo que Luis Fernando. Y me gustó. Yo creo que lo escuchó en la novela.

Ramón se iba a llamar Candelario, como tu abuelito ‒el papá de Andreita‒. Le decían don Cande. Fíjate, de saber que a Ramón le iba a gustar el nombre, se lo dejo. Los dos nacieron el dos de febrero, pero te pareces más tú a él que Ramón. Bien raro, como que la sangre llama. Cuando estabas niño y te ponías a escuchar música en la sala, que te acostabas a un lado de la grabadora y ponías los casetes, decía mi viejo: mira, vieja, se ve igualito a mi abuelito.

En el pueblo había nombres raros, aunque también casi todos tenían apodos. De algunos ni me acuerdo el nombre, nomás el apodo. Pues ya ves tu papá, que le decían el Canica. Primero que porque estaba muy ojón y tenía los ojos de color, como las canicas a las que les decían “ojos de gato”, y luego que porque era muy bueno para jugar canicas. Pues qué más iban a hacer, sino jugar. A tu tío Daniel le decían el Guache, porque era rebueno para jugar a las guachas. Ahí los dos se hacían compañía cuando Lolo y Andrea no estaban. Y pues de mis hermanos, a Martín le decían el Tubo, porque era rebueno para jugar béisbol y decían que pegaba con tubo, pero ya ni picha ni cacha ni deja batear; a Cornelio le decían La Leona, quién sabe por qué. Y pues está el Camión, el Caimán, el Comelonches porque les robaba la comida a los primos en el recreo, la Araña, el Pussí porque ese nomás decía eso, le preguntaban algo y decía pus sí, el Fantasma, el Pinto. Quién sabe que otros apodos habría. Porque mi papá a veces nomás mentaba: no, pues dicen que el finado Rodríguez dejó muchos problemas. Y mi mamá le preguntaba: ¿quién? Y él le decía: pos el Gato. Y ya mi mamá decía: Ah, sí. Pero así nos perdíamos, entre nombres y apodos.

 

 

 

Luis Fernando Rangel escritor y editor, licenciado en letras españolas por la UACH. Autor de los libros Cuando nuestros huesos sean fósiles, Nombre de piedra, La marcha de las hormigas/The March of the Ants, Corridos de caballos y Dibujar el fin del mundo. Ha recibido algunas distinciones como el II Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetry Press en 2021, los Juegos Florales de Lagos de Moreno en el área de cuento en 2021, el IV Premio Nacional de Poesía Germán List Arzubide en 2020 y el Premio Estatal de Poesía Joven Rogelio Treviño en 2017. Textos suyos han sido traducidos al inglés y al italiano y aparecen en publicaciones de México, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile y Estados Unidos. Es cofundador y director editorial de Sangre ediciones; y fundador y director general de la revista Fósforo. Literatura en breve. Actualmente es jefe de Unidad Editorial en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH y editor responsable de la revista Metamorfosis.

Poema redondo. Leticia Herrera

Poema redondo

 

 

Por Leticia Herrera

 

 

hay hombres en la vida tan dulces

que la granada los duraznos los higos

nada tienen que hacer entre sus piernas

abres el grifo de su pasión y reverberan

como críos que descubrieran apenas el amor

pero tan sabios como matusalenes

que te tocan preciso concentrado

para vaciarte de recuerdos de alaridos viejos

de las lágrimas confusas de la felicidad

 

yaces rotunda a la espera del fin

pero es el principio lo que llega

abres la boca recibes el beso el sexo el pliegue

ruedas a la sima de los olores acres

el tiempo de arena se esparce

la tarde madura sin prisas

tú eres la misma de siempre

la devoradora insensata consumista

de los hombres y sus benditos atributos

 

y esta la enésima vuelta del poema

 

 

 

Leticia Herrera poeta, promotora cultural, editora, maestra universitaria, ha publicado una selva de libros, entre ellos: Pago por ver (1984), Canto del águila (1985), Poemas para llorar (1993), Caracol de tierra (1996), Vivir es imposible (2000), Hace falta que llueva (2002), Poemas incompletos 1984 – 2006 (2006), Solo digan que fui (2011), Celebración del vértigo (2011), Palabras roncas (2016) y Poemas escogidos (2019). La Universidad Autónoma de Nuevo León le entregó el Premio de las Artes 2011. Es directora de Ediciones Caletita.

miércoles, 21 de febrero de 2024

Una voz para la paz. Raúl Herrera

Rollos cortos

Una voz para la paz

 

 

Por Raúl Herrera

 

 

Una moda que ya lleva tiempo asentada en prácticamente todo el mundo es la de los programas televisivos de “busca talentos”. No pocas veces las historias que están detrás de los ganadores han inspirado películas y series de televisión, como fue el caso del británico Paul Potts.

El mundo árabe también tiene su programa famoso de “busca talentos”. Se trata de Arab Idol. Un ganador inolvidable por lo que su historia de vida significa –y sobre todo por lo que su triunfo inspiró– es Mohammed Assaf.

Assaf es un refugiado palestino procedente del campo de Jan Yunis, en Gaza. Aunque no tiene formación artística profesional, viene cantando desde niño, en bodas y fiestas familiares. Su repertorio está lleno de canciones patrióticas con referencias al sufrimiento del pueblo palestino bajo la ocupación israelí, aunque Asaf interpreta también canciones de amor y temas tradicionales.

Según contó él mismo, las autoridades de Hamás (el grupo radical islámico que gobierna en Gaza) lo han llegado a arrestar unas veinte veces: “En una ocasión me detuvieron durante una semana. Me pedían que firmara un compromiso para no seguir cantando, pero, como palestino, mi mensaje es que nosotros no solo hablamos y luchamos, también cantamos”. Lo cierto es que la estricta interpretación de la ley coránica que trata de imponer Hamás en la Franja parece haber perdido la batalla contra el furor que suscita el cantante.

No extraña que un cineasta apasionado por los temas importantes de Palestina, como Hanay Abu-Assad –director de películas tan importantes como Omar y El paraíso ahora–, se haya interesado en la historia de Assaf, un palestino que logró darle alas a un pueblo oprimido. Más que un triunfo musical, los palestinos festejaron el primer lugar de Mohammed como un reconocimiento del pueblo palestino ante la comunidad internacional.

En el 2015 Abu-Assad filma justamente la historia de Assaf con el título internacional de Idol (El ídolo), aunque el original en árabe es Ya Tair Al Tayer es decir “Oh, Ave Volante”, título de la canción con la cual triunfó el palestino en el programa de televisión. Es además, muy ilustrativa la letra de la canción, pues está cargada de patriotismo y emoción:

“Oh, ave volante yendo a mi casa. Mis ojos te siguen y los ojos de Dios te protegen. Oh, tú, viajero, estoy muy celoso. Palestina mi patria, es hermosa, ¡Alabado sea Dios! Ve por Safed, ve por Tabariyyah. Pasa por Acre y Haifa y di “Hola» al mar. No olvides Nazareth –esa fortaleza árabe–. Y da a Bisan las buenas noticias que su gente regresará. Mi gente en esa tierra camina con la frente en alto. La historia está orgullosa de nosotros. Y la espalda de la historia fue deformada por todo el dolor que hemos sufrido, pero nosotros somos pacientes. Ve a Gaza y besa su suelo. Su gente es digna y sus hombres son poderosos. Y ve a Jerusalén, la capital, y Al- Aqsa es su punto destacado. Si Dios quiere, nos reuniremos allí”.

Vale la pena –para entender la importancia de este joven cantante para el pueblo palestino– transcribir las palabras que una joven de Palestina dijo a la prensa internacional: ““Assaf lucha por los colores de Gaza y de Palestina. Le apoyo y me siento orgullosa de él. Gaza no es solo terrorismo, muerte y violencia, también hay artistas que necesitan descubrir sus habilidades y un poco de libertad para ello.

La película Idol es muy entretenida y –contrario a lo que pudiera pensarse– muy alejada de la crítica política. La cinta se adentra en la infancia, adolescencia y triunfo de Assaf, desde sus inicios al lado de su hermana, y un grupo de niños que desean formar una banda musical. Los problemas a los que se enfrentan son muchos, y para Assaf el peor es la enfermedad y posterior muerte de su hermana, la mayor inspiración de su vida.

Resulta interesante ver los problemas a los que se enfrenta el joven que desea acudir a las audiciones de Arab Idol que se llevan a cabo en Egipto, para lo cual debe cruzar la franja de Gaza y los controles son muy difíciles de superar.

La tenacidad, el empeño, el deseo constante de triunfar, el amor de la familia y el cariño de los amigos, la admiración de los compatriotas, todo ello queda más que evidente en esta sencilla pero emotiva película, tan real como la vida misma.

Assaf se convirtió –sin quererlo– en la voz de la esperanza de todo un pueblo, solamente por ganar un concurso. De ahí que la historia de esta película –un joven de difícil pasado logra triunfo inesperado–, que ya hemos visto antes, no se parezca en nada a otras, pues se enmarca en un lugar tan conflictivo como la Franja de Gaza, ahogada por conflictos políticos, militares y religiosos.

Como quiera que se la vea idol es una película que eleva el espíritu mientras entretiene.

 

 

 

Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.

El Premio Nacional de Poesía Alicia Acosta 2024. Federico Corral Vallejo

El Premio Nacional de Poesía Alicia Acosta 2024

 

 

Por Federico Corral Vallejo

 

 

El Premio Nacional de Poesía Alicia Acosta surge por dos motivos: El primero y más importante es para rendirle un homenaje póstumo a la poeta chihuahuense Alicia Acosta, quien nació en Parral, Chihuahua, en 1927 y murió en Ciudad de México 2019. Nos legó 13 títulos: 10 de poesía y 3 de narrativa.

En Poesía destacan: Desde el Fondo de mi alma, Alforjas del tiempo, Ventana de infinito, Madrugada sin rostro, A la orilla del milenio, Calendario poético, Vértigo de sombras, El llanto de la luna. Memoria del silencio, En el aliento del aire y Resonancia cósmica del verbo.

En Cuento: La suerte luminosa, Correspondencia y El cajero automático.

Fue la mayor de 4 hermanos, descubrió su amor por la escritura desde joven, a lo que decidió dedicarse la mayor parte de su vida. Con su poemario Alforjas del tiempo obtuvo el Premio del 2° Concurso de Poesía Filipino Hispanoamericano, convocado por el Patronato Cultural Hispanoamericano, A.C. En 1989, con Ventana de infinito, obtuvo el Premio Único de Poesía del 2° Concurso Literario, convocado por los Escritores Oaxaqueños, A.C. en 1990. Publicó su obra desde 1981 hasta 2011. Y fue antologada en México, Grecia, España, Canadá, Argentina y Estados Unidos.

2). El segundo motivo por el que se crea este Premio Nacional de Poesía Alicia Acosta (Para primer libro de poesía) nace por la necesidad de apoyar a los autores inéditos (sin importar su edad) para que publiquen su primer libro de poesía, con el fin de difundir directamente su obra y darle seguimiento a su quehacer literario. La maestra Alicia Acosta fue formadora de varias generaciones de poetas, además de ser mecenas de algunos de sus alumnos, como fue mi caso allá por 1992. Gracias a ella pude ver mi primer poemario publicado, Disfrazado de dolor, arropado con un breve pero profundo prólogo de su autoría, hace ya más de 30 años. Además de ser una autora de gran valía, fue un gran ser humano (de esos de los que están en peligro de extinción). Cabe acotar que la obra de Alicia siempre es referente en mis talleres literarios.

*

Sylvia Teresa Manríquez Ochoa, fue la primera galardonada con esta distinción. Su obra El tiempo esperado es un poemario con una madurez retórica que avala cada letra, cada verso, cada estrofa y cada poema con los que el lector se enfrenta. Es como una sonata nocturna que va in crescendo conforme uno se va topado con la lectura de los mismos. Es la lectura la que nos permite notar la musicalidad y la cadencia de la obra de Silvia Teresa, pues más allá del reconocimiento que se la ha otorgado a su obra, la emoción y el sentimiento son quienes le dan fondo y forma, armonía y estética al poemario entero. En cada página se devela la máxima de Madame Staël que dice: «La primera condición para escribir es una forma de sentir viva y fuerte». He ahí la catarsis a la que nos enfrenta esta poeta sonorense.

            La catarsis que se revela en El tiempo esperado es la ausencia de un padre amoroso y cómplice de las andanzas de esta poeta, que se enfrenta a la orfandad utilizando un campo semántico árido y desértico como su lugar de nacimiento. No cabe duda que los versos siempre traicionan al poeta y le sacan además de la lengua, sus trapitos al sol.

            De pronto como si juagara a las escondidas se asoma una que otra lágrima que van limpiando los recovecos del alma de Manríquez, como dijera John Vance Cheney: “El alma no tendría arco iris, si los ojos no tuvieran lágrimas”. Es por ello que las páginas de El tiempo esperado van dejando rastros en nuestra memoria para regresar una y otra vez a su lectura cuando la nostalgia nos abraza, así como en Hansel y Gretel, que regresan a casa gracias al camino de piedras luminosas. Sirva este símil para regresar a la lectura de la obra de Silvia Teresa, quien nos ha dejado camino sembrado de letras.

*

Mariana Estolano Rubio es nuestra segunda poeta laureada con su obra La eternidad en un segundo cuyo registro poético es un soplo infinito en forma de clepsidra. Su tono literario posee una gran fuerza con la que abraza a la palabra y la estrecha con milésimas de segundos agigantando así el fondo de cada poema de los que conforman el libro. En alguna página de Alforjas del tiempo, de Alicia Acosta, nos encontraremos el verso que dice “El alma no necesita muletas para caminar” característica que poseen los poemas de La eternidad en un segundo, donde cada palabra carga en su significado el peso de la imagen y la metáfora.

Platón solía decir que “todo el mundo es poeta si está enamorado, que la poesía es una locura divina que nos nubla la vida con los latidos del amor”… y efectivamente, el tono amoroso se vislumbra en los versos de Mariana, quien nos hace sentir que para ella le escritura es una necesidad fisiológica, como comer o dormir.

En el plano retórico, podemos apreciar que su trabajo literario paso a paso se va alejando del palabrerío imberbe para convertirse en metáfora fluida que habrá de germinar en el corazón del posible lector.

La eternidad en un segundo nos convida de un sonido silencioso que va envolviendo el alma con ese tipo de silencios que nos hace desandar lo andado y permite observar y comprender que una poeta como Mariana es como cualquier mujer que trabaja el poema con el sudor de su frente y que tiene hambre y sueño como cualquier otra. Tengamos presente que la poesía es una trampa ornamental del lenguaje, pero al mismo tiempo es la esencia de la vida, respiramos poesía, comemos poesía, pues la verdadera poesía no se escribe, se huele, se palpa, se ve… está dentro de nosotros, aunque no lo percibamos. La eternidad en un segundo es la sombra de nuestro espíritu y llama de nuestra alma.

 

 

 

Federico Corral Vallejo. Nació en Parral, Chihuahua. Escribe poesía, ensayo, novela, crítica y canciones. Tiene publicados más de 40 libros, entre las más destacados: En poesía: Vomitar mi muerte. En ensayo: Carlos Montemayor: Finisterra será mi voz para siempre. En cuento: Mujer de humo. En canciones: A capella 440 y en novela: El otro Federico, más allá de la ficción. Posee: Premio Nacional Carlos Pellicer para obra publicada 2002. Premio Programa de Publicaciones 2004 del Instituto Chihuahuense de la Cultura con el libro de ensayo Principios de sensibilidad; Premio AFEMIL-Brasil-hispanoamericano de literatura 2006, por su novela Cartografía de una casa, Minas Gerais de Belo Horizonte, Brasil. Premio Nacional de Poesía XXXIX Juegos Florales de San Juan del Río, Querétaro, 2009 por su obra: Los verdaderos ángeles no tienen alas. Dirige Tintanueva Ediciones desde 1997 a la fecha. Su trabajo poético ha sido traducido al inglés, francés y portugués. Publicado en EUA, Canadá, Brasil, Argentina, Perú, Cuba, España, Puerto Rico, Bolivia y México.

Artilugios. Martha Estela Torres Torres

Artilugios

 

 

Por Martha Estela Torres Torres

 

 

                                    I

 

Tu egolatría es una sombra mortal

que acabará finalmente con tus ojos.

Con la realidad impresa

que te signa la frente;

para abandonar

                     la última morada.

 

Tu destino

brumoso y esquivo,

con alas impertinentes llega

hasta el borde de la idolatría.

Cuaja el sentimiento,

la nitidez del sueño

                     en témpanos de hierro.

 

Tus icebergs brincan la muralla

van caprichosos a la deriva

buscando al sol en agresivo viento

hasta derretir su canto, su escarcha vital.

 

 

                                    II

 

Sobre tierra de fuego

despejo arreboles.

Turista del encanto

de naturaleza ignota,

preño la mirada con paisajes

                     que escribí en antaño.

 

Escucho promesas saltarinas

pléyades en campo raso

sin registro de plasma

                     ni estrellas de orión.

 

 

Imperan caucásicas palabras,

metalurgia en sinestesia.

Con artilugios cazaré

                     el amor con cerbatana.

 

De paisajes dramáticos

y retablos oscuros me alejaré

para imitar a las luciérnagas

perpetuando su luminoso sendero

                       hasta morir.

 

¡Aún tengo voz, ojos y raíz!

Mi corazón amante de plenilunio

cultiva flores emblemáticas con inspiración.

 

 

 

Martha Estela Torres Torres tiene licenciatura en letras españolas y maestría en humanidades. Entre sus libros publicados están: Hojas de magnolia, La ciudad de los siete puentes, Arrecifes de sal, Cinco damas y un alfilPasión literaria Árboles en mi memoriaSeis lustros de letrasLa cólera del aire, Caleidoscopio y Exilio de sombras. De 2009 a 2018 fue profesora de literatura en la Facultad de Filosofía y Letras y actualmente es editora en la Universidad Autónoma de Chihuahua.

martes, 20 de febrero de 2024

Qué maravilla estar vivo, respirar, compartir. Sergio Torres

Foto Pedro Chacón

Qué maravilla estar vivo, respirar, compartir

 

 

Por Sergio Torres

 

 

Qué maravilla estar vivo, respirar, compartir la mesa, historias, sueños, la vida entera con esas personas a quienes les interesa escucharte, a quienes te importa escuchar y saber qué hace latir sus corazones, qué les llena de ilusión, qué les alimenta el alma. Comer lo mismo de todos los días pero no como todos los días: tamales de elote, mole con romeritos, pozole, menudo, gallina pinta, pavo, ensalada de manzana y bombones. Qué maravilla compartir el sueño de sentarse junto a la persona amada y mirar suavemente en los ojos del otro, ser capaz de cerrarlos y confiar en que el otro te arropa con su mirada, su abrazo, su sola presencia. Qué maravilla ser algo, alguien para ti. Qué maravilla querer ser todo con alguien, el gracioso, el tonto, el vulnerable, el soñador, el socarrón, el erótico. Qué maravilla estar vivo hoy, el día único en que todo sucede, y compartir una taza de café, atole, ponche, con un alguien significativo cuya sola existencia te significa alegría y paz al corazón. Qué maravilla ser la persona que también da paz y alegría a alguien. Que hoy festejemos Navidad es un elegante accidente religioso. Te deseo mucho amor.

 

 

 

Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

Sentidos distantes. Jaime Chavira Ornelas

Sentidos distantes

 

 

Por Jaime Chavira Ornelas

 

 

El sorbo letal de la conciencia

intoxica el polvo carnal.

Incierta la ciencia se esconde penosa.

 

En un baúl de carne cristalina

unos esconden la tierra que brota

de los cerros negros con olor a sangre

 

Se esparcen pétalos secos en el horizonte

por los tiempos de guerra

y cerebros sangrantes se los comen.

 

Una música inventa un arma letal

que oprime los poemas del silencio

y rescatan las letras que cautivan a los tiranos.

 

Sorbo letal de la ciencia

que pervierte

trago el dulce veneno

aletargando mi cerebro.

 

Sorbo letal de sentimiento primitivo

que carga mi corazón desde niño,

invade como serpiente

mi frágil espíritu.

 

Sorbo letal de la felicidad sin gozo

que surge de la inteligencia artificial

con las conexiones

de las pantallas digitales.

 

Sorbo letal del amor primario

para seducir el rostro con velo blanco

y dormir entrelazado con estrellas.

 

 

Jaime Chavira Ornelas es administrador de negocios, logística, control de almacenes, importación y exportación, cursos de linguística e inteligencia emocional, grado de vendedor oro por GMC. Actualmente pensionado por el IMSS.

El privilegio de escribir. Aracely Sánchez Ruiz

Yo opino/ la columna de Aracely

El privilegio de escribir

 

 

Por Aracely Sánchez Ruiz

 

 

Si tienes la mala costumbre de leer mi columna semanal, seguramente sabes que me gusta ver los estrenos y los desenlaces de telenovela y hacer mis propias reseñas, con sus respectivas críticas de lo que me gusta y de lo que no.

Pero si crees que te voy a hacer el resumen de Golpe de suerte, que llegó a su final el domingo (como quien dice: “se les acabó la suerte”), estás en un error.

Absolutamente no. En esta ocasión se me ocurrió escribir algo diferente, tomando como base el último capítulo de El privilegio de amar, que se transmitió hace una semana, el martes 13 de febrero, por Las Estrellas.

La producción de Carla Estrada se emitió originalmente hace 25 años (del 27 de julio de 1998 al 26 de febrero de 1999) y su repetición comenzó el 11 de octubre de 2023, al principio de 15:30 a 16:30 horas, después de Teresa y, cuando esta terminó, desde las 14:30.

Contó con las actuaciones de Adela Noriega y René Strickler como la pareja protagónica, además de Helena Rojo, Andrés García, Enrique Rocha y Cinthia Klitbo.

Para ponerte en contexto, si no la viste ni entonces ni ahora, te cuento que Helena interpreta a Luciana, una exitosa diseñadora, dueña de una casa de modas, que en su juventud se enamoró de Juan de la Cruz (César Évora), el hijo de su patrona Ana Joaquina (Marga López). Juan estaba por ordenarse sacerdote.

La noche antes de que él regrese al seminario, Juan y Luciana se dejan llevar por la pasión y tiempo después ella descubre que está embarazada, pero cuando Ana Joaquina se entera la corre de su casa sin pagarle su último sueldo (a lo mejor ni los anteriores, la muy miserable).

Luciana da a luz a una niña, pero sumida en la pobreza se ve obligada a dejarla a las puertas de una rica mansión, donde supone que tendrá una vida mejor. Para su mala suerte, y de la recién nacida, los dueños de la casa dejan pronto el país, sin llevarse a la criatura; la entregan a un orfanato.

Años después, Cristina (Adela) es esa niña que al crecer llega a la empresa de Luciana con la ilusión de ser modelo, pero esta, sin saber que es su hija, “le hace la vida de cuadritos”, oponiéndose a su relación con Víctor Manuel, que es hijo del primer matrimonio de su esposo, el popular actor Andrés Duval (Andrés, muy original el nombre del personaje).

En medio de todo este relajo, la exnovia de Víctor Manuel, Tamara (Cinthia), regresa de un largo viaje para “reclamar lo que es suyo”, con la anuencia de Luciana.

Lo que Luciana no sabe es que Tamara es la amante de Nicolás Obregón (Enrique), otro actor que es acérrimo rival de su marido.

Así las cosas, después de 155 capítulos cargados de encuentros y desencuentros, amor y odio, en el último episodio Tamara remplaza a Ofelia (Lourdes Munguía), la actriz que hace el papel de Desdémona en la representación teatral de Otelo, que protagoniza Nicolás, y lo apuñala con la daga que este mandó a hacer especialmente para su personaje.

Pero el actor, con sus últimas fuerzas, estrangula a Tamara, mientras los espectadores creen estar viendo el desarrollo normal del quinto acto. Cuando el staff apenas se da cuenta de lo que en realidad está pasando, cierran el telón.

Aquí es donde surge mi ejercicio literario/ periodístico: ¿te imaginas los titulares de los periódicos tras el homicidio de un actor por una amante desquiciada, en pleno escenario, con teatro lleno? ¿No? Pues aquí te muestro mi versión de los hechos:

 

Muere Nicolás Obregón

Lo apuñala una amante durante el último acto de Otelo

 

De la Redacción

 

El primer actor Nicolás Obregón fue asesinado el viernes por su amante, Tamara de la Colina, durante la escena final de la obra Otelo, que él producía. Antes de morir, el histrión ahorcó a su victimaria, quedando los dos tendidos sobre el escenario del Teatro.

Los hechos ocurrieron la noche del estreno, cuando De la Colina ingresó sin ser vista a los camerinos del teatro y tomó el lugar de Ofelia Beltrán, quien hacía el papel de Desdémona en la conocida tragedia de William Shakespeare.

La actriz declaró que Tamara llegó a su camerino durante el intermedio del cuarto al quinto acto, supuestamente para felicitarla por el estreno, que le ofreció algo de beber y de inmediato se sintió mareada. Perdió el conocimiento y cuando despertó Tamara se había ido llevándose su vestuario y la había encerrado con llave. Gritó pidiendo ayuda, pero esta tardó en llegar. Para cuando logró salir ya los cuerpos yacían muertos sobre la cama, en medio del escenario.

Se presume que mientras Nicolás decía sus últimas líneas, Tamara entró en escena, el rostro cubierto por un velo; tomó una daga que estaba sobre la cama y se recostó fingiendo ser Ofelia. Antes que el actor pudiera reaccionar, la mujer lo apuñaló en la espalda, pero aún moribundo fue capaz de apretarle el cuello con las manos hasta asfixiarla.

Cuando se dieron cuenta de que algo raro estaba pasando, los técnicos bajaron el telón, mientras el público se preguntaba por qué nadie salió a recibir los aplausos.

Nicolás Obregón fue un actor guanajuatense nacido en 1940. Tuvo una amplia trayectoria en cine, teatro y televisión desde 1965, en la que predominaron los papeles antagónicos, por lo que recibió varios premios como mejor villano.

Se desconoce desde cuándo tenía una relación con Tamara de la Colina, quien fuera esposa de Víctor Manuel Duval, hijo del también actor Andrés Duval y de quien se estaba divorciando.

 

¿Y bien? ¿Qué te parece?

 

Collage de Aracely Sánchez Ruiz

 

 

 

Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.

Género en Cuentos del cocodrilo. Benito Rosales

Cocodrilo Bit

Género en Cuentos del cocodrilo

 

 

Por Benito Rosales

 

 

En el primer semestre de 2022 presenté mi tercer libro, un cuentario de quince textos llamado Cuentos del cocodrilo.

Después de publicar dos poemarios y varios cuentos de niños, decidí compartir una serie de textos que había escrito durante los últimos diez años. Tenía yo temor de que el libro no fuera bien recibido, contrario a mis trabajos anteriores. Los textos estaban escritos en un tono lúdico, con un poco de sarcasmo y una ligera crítica social.

Más de un amigo se sorprendió al leerlo. Recibí mensajes de sorpresa y asombro, pero también buenas críticas; algunas con lecturas profundas y otras más superficiales. Todas las agradezco. Que alguien se tome la molestia de leer un libro mío y se dé un tiempo para comentarlo, es algo que aprecio.

Una de las que más me agradó y me hizo pensar fue la que hizo Genaro Saúl Reyes el día que junto con Gerardo Cortés Orozco me hicieron favor de presentarlo. El maestro mencionó, entre otras cosas, que los cuentos corresponden a un subgénero de la comedia: la farsa; comentario que para mí fue revelador.

No había reparado en definir el género en el que estaba escribiendo. Eso nunca le corresponde al autor. Cuando me preguntaban, decía que eran cuentos fantásticos solo por dar una respuesta, porque ese adjetivo no los representaba. Si tienen algunos elementos de ese género, sus características se ajustan más a la farsa, la cual tiene las siguientes características:

  1. Inspiración en la realidad.

  2. Tono burlesco y satírico.

  3. Crítica.

  4. Personajes reconocibles.

  5. Interpretaciones exageradas.

  6. Final feliz.

  7. Lenguaje coloquial.

Y sin bien los textos de Cuentos del cocodrilo no cumplieran todas, eso me tiene sin cuidado. Los géneros no dejan de ser etiquetas que van evolucionando con el tiempo. Un ejemplo de este género es Tartufo, comedia de Molière.

Los invito a leer Cuentos del cocodrilo.

Monterrey, 4 febrero 2024

 

 

 

Benito Rosales Barrientos nació en Monterrey, ha participado en talleres literarios de su ciudad natal. Es autor de los libros: Sobre la cornisa del laberinto, poemas; Cuando estos cielos caigan como ojos de gato, poemas; Las flores del jardín, cuento, 2017; La niña y la serpiente, cuento, entre otros.