lunes, 25 de enero de 2021

Rubén Alvarado. El café del olvido


 Foto Pedro Chacón

El café del olvido

 

 

Por Rubén Alvarado

 

 

Tomo café en el mismo lugar.

En esta lluviosa mañana de domingo, no es fácil acostumbrarse a ser asaltado por los recuerdos en el asfalto de los días.

El café está amargo.

Miro mis manos mientras escribo. Manos que tanta superficie han recorrido en busca de sitios selectos.

Sí, soy selectivo. ¿Sabes? Siempre lo he sido, pero no elitista, tal y como lo asegurabas hasta aquel día en que cargué mis diccionarios para demostrarte que, según los viejos de la lengua, no merecía yo ninguno de tus adjetivos. Sin embargo, en el fondo me reconocía selectivo, porque sin duda te había escogido a ti.

Anoche soñé con mi abuela, la vi cómo se levantaba a media noche y, pronunciando sus inentendibles rezos, buscaba en los cajones y roperos. “La busco a ella –me decía– busco su recuerdo escondido en algún sitio de la casa”.

Con la abuela aprendí a pensar de noche, a fumar cigarrillos sin boquilla. De noche acostumbrábamos cazar recuerdos. Es precisamente lo que ella me ha propuesto para esta noche: acabar con lo que queda de ti en mí. Pero esta vez huiré. Estaré despierto hasta que amanezca.

 





Rubén Alvarado (1959 – 2008) estudió la carrera de lengua inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Escribió cuentos y relatos de literatura fantástica y de narrativa realista. Trabajó en El Norte de Chihuahua, donde coordinaba una sección diaria de una plana completa llamada “Armario de Cronos”. Publicó en la revista El cuento y en otras publicaciones literarias. En 1994 apareció su libro de cuentos Cosas de la mala suerte, publicado por la editorial Climent i boldó.

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