Primer día
Por Rosario Ruiz
Morales
Amanecí en 2021
con esperanza, llegó año nuevo trayendo optimismo, deseando que este año sea mejor
y olvidarnos de lo nefasto y horrible de la pandemia.
Siete meses dure
encerrada; cuando tuve que salir, por una imperiosa necesidad, despedir a mi
suegra, a los dos días me enfermé.
Soy sobreviviente.
Y bendecida por
estar contándolo.
La muerte y la enfermedad
fue el común denominador en todo el mundo, la imposibilidad de realizar alguna
actividad económica y la incertidumbre y pobreza.
Los de la tercera
edad seguiremos encerradas a piedra y lodo. La nieve que cayó dejo gran humedad
en los jardines, pero qué frío.
Este Año Nuevo no
hubo abrazos, ningún ritual, nada de propósitos, solo ponernos en las manos
benditas de Dios, que Él supla lo que no tenemos.
Que la
creatividad y el ingenio innatos nos ayuden a estar con nuestra mente ocupada. Hay
que tomar en serio las recomendaciones, ya que los contagios están a la orden
del día.
Quitar la
ansiedad y la melancolía de nuestra mente, para que más pronto podamos
integrarnos de nuevo a nuestro diario vivir.
Por lo pronto,
todo está parado. No visitas, no reuniones.
Hacer lo que te
gusta y complace es buen comienzo para sentirte útil y feliz, no preocuparte de
nimiedades; ama a los que están en tu casa, se paciente y recordemos que lo
malo pasará.
Bendito Dios que
me permite narrar con optimismo mi primer día, deseando a todos que sea el 2021
pródigo de éxitos y talento.
Rosario Ruiz Morales se inició como escritora en agosto de 2010, cuando entró a un taller literario llamado Para perderle el miedo a la escritura, en Demac. Desde entonces escribe todos los días, como una forma de meditación y trascendencia.
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