lunes, 5 de octubre de 2020

José Manuel García-García. Sicario: ladra balas que se muerde la cola

 


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Sicario: ladra balas que se muerde la cola

 

Por José Manuel García-García

 

 

I

 

Balacera (Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, 2015) es la Acción Poética en libro. Armando Alanís Pulido acierta en la práctica de la frase que palpita en el deseo de ser poesía y acaba en aforismo memorable. Es también, el monotema de los efectos psicológicos de la guerra narca, la vida como una peli en nota roja, el gesto del que sufre la impotencia de los desarmados.

Sobre todo, Balacera es el micro textualismo, el verso de una sola línea, las ganas de escribir mantras zenoides que pueden llegar a ser un consuelo sardónico ante el apocaplísis cotidiano.

Balacera o la Acción Poética, herencia de las pintas anónimas post-guerrilleras: ansiedad de hacer pública una consigna emocional lapidaria: basta de violencia. Veamos algunos microtextos.

 

 

II

 

1. “Tonalidades”. Alanís describe a un grupo de personas que iban conversando de noticia y deportes cuando de pronto: “la troka, // la sangre, // la nota: mueren inocentes en fuego cruzado.”

La síntesis de eventos, la economía miminalista y el resto que deja a la obviedad recontextualizadora del lector cómplice.

 

2. “Oír el miedo”: Miedo es oír a un hombre suplicar que le perdonen la vida // y un balazo justo después de eso.

Poema que obliga a revaluar las imágenes vividas (o repetidas en las redes sociales): las ejecuciones narco-psicópatas que son impactos visuales para el gran salón mental de nuestro miedo.

 

3. “Tijuana”. Es un texto que (dice el autor) intenta corromper el proemio de “La suave patria”. Cito los cinco versos paródicos de Alanís:

Dura patria: permite que en cobijas te envuelva // y que la músca de las balas lo resuelva // porque lo sabes: me madreaste por entero / con golpes tendeciosos de los fusiles // entre llantos y gritos de los civiles // y batos de oficio pozolero.

Es el resume de imágenes contemporáneas que nos parecen ya una costumbre añeja: los enobijados, las ráfagas, las torturas, las armas narcas, las armas oficiales, la impotencia radical ante la psicópatocracia del pozoleto (el narco que disuelve a sus víctimas en ácidos).

 

 

III

 

Y por supuesto, están los poemas de una/dos/tres líneas, son versoa breves que dependen (a veces) de una nota aclaratoria del autor y/o de un título contextualizador. Doy un par de ejemplos:

4. El poema que se titula: “Las discusiones acaloradas para mí son un infierno”, cuyo único verso dice: Préndeme fuego si quieres olvidarme.

Y la nota aclaratoria: “¿Homenaje a José Alfredo Jiménez?”. (Las discusiones entre parejas repiten –reflejan– en triste simetría metafórica la violencia social cotidiana).

5. ‘Guillotina’ consta de tres versos aforísticos, cito dos de ellos:

Antes de las armas largas, ya tenía el alma corta.

Antes de la decapitación, había perdido la cabeza.

Aforismos que niegan toda glorificación del narco-psicópata.

 

 

IV

 

Balacera: trauma colectivo, narco-apocalipsis, recuerda lector (por si no te has dado cuenta): las provincias mexicanas siguen sin Justicia social, vivir en ellas es una tarea de civismo heróico.

Balacera es (inescapablemente) una denuncia: nuestras libertades han sido secuestradas. Estamos en Estado de Emergencia.

Sin embargo, lo que me parece el gran logro de este poemario es la secuencia de poemas aforísticos: balazos metafóricos que impactan en el espacio textual de cada página (entiendo que este uso llava apenas 123 años de tradición poética [cf. Malarmé], pero en nada demerita esta posmo-parodia de –breve y rápida Acción Poética).

 

 

 

 

 

 

José Manuel García-García es autor de muchos libros, la mayoría de ellos publicados, entre ellos estos: Estados de asombro. Entre aforismos y micropoemas (2016), GUARDA-QUIMƎRAS (2016), Microagniciones (2015), Piezas para un poemario (2014), El libro de las islas perdidas (2012) Guardamemorias (2005), Literatura juarense (Inicios de modernidad) 2017, Literatura juarense (Escenas de guerra) 2017, La obra de Jesús Gardea. Hacia una mereología estética (2017) y Ciudad Juárez, versiones de una Toma, 1911 (2011). Fue coordinador del Taller Literario del Museo de Arte (INBA, 2000-2007) y lo es del Taller Literario Pizca a las 6:30, Las Cruces, desde 2011. Ha sido editor de una veintena de libros de diversos autores, de Armario (suplemento cultural de Semanario, ciudad Juárez, 2000-2007), de las revistas Noesis (UACJ) y Arenas Blancas (NMSU). jmgarcia@nmsu.edu

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