Foto Pedro Chacón
los martes
El cielo
Por Andrés Espinosa Becerra
De tan azul y a punto de crepúsculo,
la bóveda se abre con una raya blanca
la punta plateada:
un avión después de las seis de la tarde,
así de tan alejadas son de nosotros las palabras,
dos en una pista de baile,
en algún lecho,
dos abandonados
acechando las palabras al llegar la noche,
sobre la carretera en el cerro
te maravilla la ciudad
y lo grande del frío
sin quererlo tu pecho siente ese miedo alto;
debe haber aterrizado ese avión
en alguna ciudad iluminada del Pacífico,
antes azul el cielo ahora es negro,
tú junto a mí en el auto estacionado
frente a un edificio que anochece,
orino en una de las calle aledañas solitarias,
de tan negra y a punto de redimir el hielo,
la bóveda es la carretera y el automóvil la abre,
los fanales pintan su raya amarilla
hacía la luz que se imagina de una pequeña
alcoba.
Andrés Espinoza Becerra, Córdoba, Veracruz 1958, hizo estudios de literatura hispanoamericana. Tiene tres libros de poesía publicados: Quinteto para un pretérito (1996), en coautoría con otros autores; Los días que no duermen (2004) y Una casa con silencio y patio (2019). En 1996 gana el premio Cuauhtémoc de poesía con Domingo Siboney. Tiene algunos proyectos en espera de aparecer, como El ramalazo de los recuerdos y El árbol de los ciruelos.
Este poema es una maravilla de la naturaleza; el autor, una voz, viento que pasa con palabras, luz aque se asoma por los resquicios de la intimidad, y sonríe.
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