Jauría
de mini cuentos
Por
Rubén Alvarado
En la
última exposición de pintura celebrada en el museo de la ciudad, un pintor y un
cuentista hablaban de ambos oficios. El pintor comparó los textos breves del
cuentista con la obra plástica, cuyo impacto visual es inmediato.
La
pintura y su conquista de tonalidades,
formas y texturas –decía el pintor–, el mini cuento con su economía de
lenguaje, abismo y síntesis del universo.
El
cuentista solicitó al pintor se basara alguna vez en sus textos para realizar
una de sus obras. A lo que el artista respondió vanidoso: “Echame los perros”.
El
cuentista sacó de sus bolsillos trozos de papel escrito que, al soltarlos al
espacio, tomaron suerte de perros.
La
jauría completa amenazó al pintor con echársele encima. Este, al sentirse
copado bajó los escalones que dan a los jardines traseros del museo, y
apresurado en un principio, luego a zancadas, corrió hacia la barda coronada
por trozos de botellas.
Escaló
jadeante al muro, pero en el intento un perro-cuento logró alcanzarlo. Otros
ladraban abajo.
Las
manos sudorosas de aquel infortunado se sujetaban en lo alto, dejando sus dedos
entre los cortantes pedazos de vidrio. Dos ojos desesperados se prendían al
azul del cielo.
Un can
más le sujetó en un brinco y el pintor empezó a ceder, cayendo finalmente en
medio de la jauría.
Únicamente
quedó una mancha roja sobre el prado. Fue cuando al cuentista se le ocurrió
escribir este cuento.
Rubén Alvarado (1959 – 2008) estudió la carrera de lengua inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Escribió cuentos y relatos de literatura fantástica y de narrativa realista. Trabajó en El Norte de Chihuahua, donde coordinaba una sección diaria de una plana completa llamada “Armario de Cronos”. Publicó en la revista El cuento y en otras publicaciones literarias. En 1994 apareció su libro de cuentos Cosas de la mala suerte, publicado por la editorial Climent i boldó.
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