lunes, 2 de noviembre de 2020

Fernando Suárez Estrada. Las pandemias del alma

Foto Pedro Chacón

Las pandemias del alma

 

 

Por Fernando Suárez Estrada

 

 

“¿En qué agujero acogedor y tibio

medio alumbrado por un ligero

resplandor de esperanza

puedo

dormir en paz?”,

se preguntó un día mi madre Alma Rosa ante las neurosis que siembra la vida, a veces, como las que provocan las catástrofes, las pandemias.

Ante las tinieblas que nublan las bendiciones de la existencia, “nos queda el pensamiento mudo, disuelto, encadenado al miedo, inexorable, del bien ausente...”

Pandemia de los vientos, poco puedo decirte al ver tu impiedad sobre mis familiares sufrientes, mis amigos muertos y enfermos por tu causa.

Pero el “bien ausente”, ese que nos ocultas, tiene empeño en brillar en el firmamento y dentro de nuestros pechos.

Alma Rosa, quijotesca, lo canta así, con asombro y humildad:

“Parece la noche una paloma inmensa de tibias plumas.

El eco de sus arrullos, desde las sombras, acuna al mundo.

Hierbas e insectos absortos labran su permanencia.

Luna, cielo y estrellas,

cubren y resplandecen.

En paz el pensamiento

confiado alienta su fe en la vida.

Su alma trasciende y se alimenta del bien presente:  Siempre!”

Pandemia de mi interior, ¡enciéndete y hazme temblar! ¡Aunque me tumbes!

Yo tengo tu antídoto y dentro de cada corazón humano, en forma nada complicada, a dos metros de distancia y con cubre boca de por medio, te digo que nunca apagarás las maravillas de la vida, porque el amor humano, el rocío del amanecer, la noche estrellada, el universo infinito, serán faros y hermanos de la humanidad y del corazón la-tien-te de todo ser sencillo de este planeta.

Pandemia, es la hora del amor fraterno, ¡es la hora de Dios...!

¡Dios te abrace y sane!

 

 

 

 

 

Fernando Suárez Estrada hizo la licenciatura en periodismo en Escuela de Carlos Septién García, se tituló con su tesis El espacio ambiente nos informa, y la licenciatura en derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde se tituló con su tesis Consideraciones generales en torno al derecho a la información. Es autor de las siguientes obras publicadas: Cuentos tarahumaras (1975), en la revista Comunidad, editada por la Universidad Iberoamericana, y los libros Jesusita y otros relatos (2001), Caminos del villismo, de la hacienda de bustillos a la epopeya” (2005), Milagro en los alamitos, novela histórica sobre el nacimiento de Cuauhtémoc, Chihuahua (2012) e Identidad cuauhtemense. También es coautor del libro colectivo De San Antonio a Cuauhtémoc, herencia de grandeza” (2019). Es Notario Público número dos para el Distrito Judicial Benito Juárez, Patente expedida el 12 mayo 1989.

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